Por: Eugenia González y Lorenzo Díaz
Relacionar a la arquitectura, el interiorismo y el diseño con la gastronomía se ha convertido en una historia que cada vez se cuenta con más frecuencia, pero que no forzosamente garantiza excelentes resultados. Como sucede con todos los negocios —y los restaurantes no son la excepción— la gestión integral de todos los elementos es necesaria para que sea un éxito. En nuestra experiencia para que un restaurante cumpla con las expectativas de una vivencia gastronomía contemporánea necesita de 3 ingredientes principales: una cocina sorprendente, un servicio de excelencia y un espacio que permita que todo opere a la perfección, además de invitar al “bon gourmand” a regresar con frecuencia.
Como en todas las actividades cada zapatero se tiene que dedicar a sus zapatos, es decir, los interioristas y arquitectos se deben dar a la tarea de diseñar el o los salones comedores y las áreas públicas, el chef se debe encargar del diseño de la cocina, los platillos y platos, así como el jefe de piso se debe encargar de que ambos diseños sean adecuados para que los manjares salgan sin problema de la cocina y que los recorridos hasta la mesa sean perfectos. Sin trabajo en equipo lo anterior es prácticamente imposible, el profesionalismo de todo el equipo depende de que cada parte opere de acuerdo al objetivo común.
Es muy satisfactorio poder afirmar que en nuestro país contamos con un gran número de estas experiencias y que el trabajo que se hace en equipo entre los profesionales del espacio, de la cocina y el servicio se ha posicionado de tal forma que hay restaurantes que motivan visitas a diferentes lugares de México por el simple hecho de conocerlos y disfrutarlos. La Ciudad de México —lugar donde tenemos más experiencia porque aquí vivimos— cuenta con una amplia lista a la que cada día se suman más lugares, situación que nos emociona porque ayuda a mantener la barra muy alta y para los aficionados al buen comer es una garantía.
Sin duda habrá quien opine que un buen taco callejero es un manjar, pero a nosotros nos parece que mientras haya más empresarios del mundo del buen comer interesados en invertir en experiencias completas la economía de muchos se verá beneficiada por el esfuerzo. Las experiencias gastronómicas contemporáneas deben ser un generador de valor para todos los gremios involucrados y la creación de altos estándares sin duda es el motor que mantiene a las experiencias 360° en constante movimiento.
Eugenia Gonzalez y Lorenzo Díaz son sobre todo un dinámico dúo de entusiastas, que cree en las ideas como motor del hacer. Se desarrollan en una incansable búsqueda y estudio de todo lo relacionado con el mundo del diseño y la arquitectura desde dónde promueven la creación de una dinámica generadora de valor. Para ellos no existen fronteras generacionales para la difusión del talento.
Eugenia dirige círculo cuadrado, una empresa dedicada a la comunicación y RP para la arquitectura y el diseño. Lorenzo dirige grupo di, una empresa con 42 años de trayectoria en el mundo del mobiliario para oficina. Juntos dirigen podio, una publicación electrónica dedicada a crear comunidad en el mundo de la arquitectura, el diseño y el interiorismo.
1 comentario
les recomiendo que vayan a visitar mostaza 243, esta en la calle de Emerson en Polanco, independientemente de que la comida es una delicia, al igual que los panes, chequen el diseño e interiorismo del lugar, estoy seguro de que les va a encantar, vale la pena.
saludos
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