Denton, Fort Worth, Gruene, Fredericksburg, Gonzales, Shiner… Había sido ya un viaje largo y lleno de historias que íbamos descubriendo en el recorrido de los caminos texanos. Faltaba poco y la ruta nos llevaría a escapar de regreso a la ciudad de México por San Antonio. Pero antes teníamos un reto: cambiar la perspectiva de un lugar que conocíamos o que, al menos, creíamos conocer. Bienvenidos a San Marcos, Texas.
“San Marcos tiene la fama…” cantaría mi hermano de estar con nosotros, basándose en un viejo chiste de circo que nos hacía reír sin parar. Pero es cierto. San Marcos tiene una fama. El viajero mexicano sabe que para ir de compras a Texas, San Marcos está entre las mejores opciones. Outlets para aventar, tiendas, grandes almacenes, pequeños espacios… Si lo que quieren es solucionar los regalos navideños, cambiar el guardarropa o simplemente desquitar el sueldo bien ganado, San Marcos tiene la fama…
Pero San Marcos también tiene el sabor, la cultura, la música y una generación de nuevos creadores que están apostando a dejar una marca que trascienda más allá de las bolsas de compras. Hay una dinámica de una generación que está apostando por la cocina, los nuevos sabores y las cervezas artesanales.
No es casualidad que entre Colorado, California y Texas se estén constantemente peleando el título de “Estado con mayor cantidad de cervecerías artesanales”. Y si bien somos amantes de la cerveza, lo que necesitamos es también una buena comida para bajar esa cerveza acompañada, porque si no sería una especie de reunión de adolescentes que luego no saben ni en qué hotel están hospedados.
Así que me salí a las calles de San Marcos a buscar los sabores que se esconden y la cerveza que los marida perfecto. Tenía una noche solamente, así que me dejé llevar por las palabras de quienes ya habían venido, de quienes conocían el destino y que habían comenzado antes la aventura. Bien dicen que para ver todo hay que pararse sobre los hombros de gigantes. En este caso, al menos, me estaba parando sobre los hombros de tragones.
No les voy a decir que éste es el mejor lugar de San Marcos porque, al final, apenas una noche no alcanza para irme a descubrir los sabores de todas las mesas posibles. Pero vale decir que, sin duda, es un lugar al que me urge regresar. Así que puedo apostar desde ahorita que cuando tenga el tiempo y el paladar de haber recorrido San Marcos en cada uno de los rincones más allá del centro comercial, seguramente terminará en la lista de los mejores.
Ella, mi cómplice perfecta, decidió de manera impulsiva detenernos aquí. Estamos en el que parecería el destino de bares, restaurantes y antojos de San Marcos, así que tampoco fue un “es lo único que hay”. Entramos a Aqua Brew y desde el primer paso sabía que la decisión había sido correcta.
Cervecería artesanal con procesos a la vista –cosa que está tan de moda y que vimos, incluso, en nuestros caminos en la costa de Oregon–, y una carta de comida basada en confort food, Aqua Brew se volvió uno de mis favoritos en Texas y, de hecho, agradezco su cercanía con diferentes vuelos que salen de la ciudad de México.
A riesgo de que mis amigos cerveceros me quieran matar, la cerveza siempre va en mi mente vinculada a hamburguesas, botanas, carne, finger food y una noche de risas y comodidad. Esa es, para mi, la belleza de una buena cerveza: poder tomarla en casa, en un bar, en un restaurante y que siempre te remita a tu happy place. Aqua Brew domina el tema y por ello no se complica la existencia en la creación del menú de alimentos, sino que se dedica a escoger los ingredientes correctos de su menú y la comida clásica con la que acompañar a la verdadera estrella del lugar.
Y es que cerveceros y creadores de sus propias etiquetas, evidentemente lo que quieren es que brillen las variedades de cerveza que manejan, así que lo primero que hacen es ofrecernos un fly de varias, escogiendo nosotros cuatro al azar y abriendo las ideas y la mente para adentrarnos en lo que ellos hacen.
IPA’s, Lager, Stout y un par de Seasonal IPA’s fueron las que probamos en lo que venía la cena. ¿Qué tal? Bueno, basta decir que una de las cosas que tiene Aqua Brew es que enlatan sus cervezas en el momento según lo que tienen On Tap y lo que te haya gustado. Conocedores de un mercado de viajeros, tienen todo listo para dejar que nos llevemos a casa las opciones y latas (gigantes, he de confesarles) que más se nos antojen. Yo regresé a México con 6 latas de 4 diferentes cervezas, porque repetí una IPA y una Seasonal IPA.
Y quizá esa sea la máxima sorpresa de un destino que dábamos por “conocido” y que termina de mostrarnos que lo mejor que uno puede hacer cuando viaja es salirse de la ruta, romper con el cliché y animarse a descubrir. Al final, si bien San Marcos no dejará de estar en nuestra mente como un destino de compras y ofertas, también ahí la gente come y siempre deben estar haciendo algo para comer mejor.
Aqua Brew fue el único lugar que pude descubrir en apenas una noche en San Marcos. Y fiel a mi palabra de tener que animarnos a romper la dinámica y descubrir cosas nuevas, habré de pisar otros de los restaurantes que están en la misma calle. Pero eso no le quita que, sí o sí, ahora cada vez que llegue a la ciudad, seguro estoy de que regreso con seis nuevas latas de cerveza que harán el tiempo entre viaje y viaje mucho más ameno.
Fredericksburg: Un rincón de migrantes alemanes con una calidez única.