Por Ángel Rivas
No sólo porque hace calor la elección de beber vinos blancos y rosados en primavera es obvia. Su posibilidad de maridar con alimentos propios de la temporada, es mucho mayor que un tinto, y también los hacen los preferidos.
Es de destacar que los vinos blancos y rosados se sirven a una temperatura fría, pero no todos se sirven a la misma. Factores como la variedad, cómo se elaboró el vino y si tiene paso por barrica tienen qué ver con estas diferencias.
Etiquetas de Sauvignon Blanc, Chenin Blanc y varios Chardonnay se deben servir entre 6 y 8 ºC porque su acidez es más agradable en boca y se cumple el propósito de su elaboración: refrescar. Servirlos más fríos sería inhibir sus cualidades de aromas y sabores, pero más calientes puede comenzar a ocasionar un desbalance en el paladar.
La gran mayoría de los blancos se suelen servir entre 8 y 10 ºC y es que en ese rango sobresalen sus ventajas aromáticas. Aquí lo que se busca es que el vino se exprese por sí mismo. Al tener más complejidad que otras bebidas que se consumen frías, no debe sentirse como un trago helado. En este rango está fresco y se aprecian mejor sus aromas.
Finalmente, los vinos que tienen paso por madera o que en su elaboración hay un reposo en lías (levaduras) tienen mucho mayor complejidad e incluso un cuerpo no tan ligero. Servirlos entre 10 y 12 ºC, o menos fríos, es lo sugerido.
Una temperatura más fría no permite gozar de los valores agregados que el enólogo le incluyó al producto, ya sea paso por roble o los aromas que dan las lías. No es que sea del todo incorrecto servirlos más fríos, pero definitivamente esos atributos quedan ocultos con temperaturas más bajas.
Un color u otro
La básica diferencia entre un blanco y rosado es obviamente el color, pero esto radica en que el vino tuvo en maceración en frío pieles de uvas tintas que dependiendo de las horas de contacto dan un rosado tenue o un tono intenso. El resto de la elaboración en blancos y rosados es la misma.
Una bodega jamás hace una bebida campechana en la que mezcla mitad blanco y mitad tinto para hacer un rosado. Aunque se haga, en lugar de sumar atributos de ambas materias primas más bien se revuelven y se crea un desbalance.
Los blancos, mayoritariamente, se llevan con productos del mar y vegetales sin cocinar o con una leve cocción. Sin embargo, blancos con barrica o con reposo de lías, pueden ir con guisados más complejos y algunos platos como pastas, pizzas o un pozole blanco, por mencionar algunos.
Los rosados suelen agrupar aromas de frutos rojos frescos como fresa, frambuesa o cereza, algunas frutas como litchi o incluso flores como rosas. Los rosados maridan con platos que contengan estos elementos, con platos de complejidad como chiles en nogada, pero especialmente son etiquetas que se pueden beber solas.
Piensa al revés, hay momentos o días en que el mejor tinto es un vino blanco o rosado. En estas semanas justamente se aplica esta frase.
Tips para disfrutar los vinos blancos y rosados para primavera
Tres recomendaciones para sacarle mejor jugo a tus blancos y rosados.
- Media hora antes que lleguen tus invitados o que vayas a tomar el vino, mételo al refrigerador. Si vas a usar una enfriadera, mételo ahí 15 minutos antes de servirlo. Si el hielo se disuelve, agrega más.
- En ambos casos sirve de poquito en poquito cualquiera de estos vinos en la copa, sobre todo en tiempo de calor. Siempre mantén la botella en una enfriadera. De esta manera podrás beber el vino a una temperatura agradable sin que se te caliente.
- Los vinos de postre blancos también se enfrían, pero sácalos 5 o 10 minutos antes de servirlos porque no pueden ir tan fríos. Su agradable dulzor y acidez se disfrutan mejor entre 10 y 12 ºC.
De tres en tres
Dos tríos, uno de blancos y otro de rosados, para que selecciones en el momento que más desees.
ROSADOS
Bodega: Casa Madero
Origen: Parras, Coahuila, México
Variedad: Cabernet Sauvignon
Características: En nariz refleja algo de rosas, naranja, fresa y frambuesa. Al paladar tiene un toque abocado (dulce) con mucha fruta y frescura por su buena acidez
Precio: $250
Bodega: Norte 32
Origen: Valle de Guadalupe, Baja California, México
Variedades: Syrah, Marsanne y Chardonnay
Características: Aromas a frutos blancos con toque de flores y frutos rojos frescos y un fondo de grafito. En boca es seco, con acidez agradable y un final medio
Precio: $300
Bodega: Domaines Ott
Origen: Bandol, Provence, Francia
Variedades: Mourvédre, Grenache, Cinsault y Syrah
Características: En nariz revela un bouquet de cítricos como toronja y naranja, flores blancas y un toque mineral. Al gusto es fresco, frutal, cítrico y un final largo
Precio $765
BLANCOS
Bodega: Monte Xanic
Origen: Valle de Guadalupe, Baja California, México
Variedades: Chenin Blanc y Colombard
Características: muestra aromas a cítricos, flores blancas y miel con algo de guanábana y durazno. En boca es seco con notas a frutos tropicales y buena acidez
Precio: $220
Bodega: Mogor Badán
Origen: Valle de Guadalupe, Baja California, México
Variedad: Chasselas
Características: aromas a cítricos como lima, manzana verde, piña y durazno. En boca muestra albaricoque, buena acidez y frescura, elegancia y un final medio
Precio: $360
Pazo Señorans Selección de Añada
Bodega: Pazo Señorans
Origen: Rías Baixas, España
Variedad: Albariño
Características: Al olfato se notan algunos frutos blancos, pero sobre todo notas de crianza y mineralidad. En boca tiene buen volumen y estructura y deja un retrogusto largo.
Precio: $1250
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