Elsie Méndez @sabormexico
Seguramente tienes claro la diferencia entre los vinos tintos, blancos, rosados y espumosos, pero es posible que el vino naranja no haya pasado por tu mente y que ni supieras que existe. Este vino, que en la actualidad se produce sobre todo en el noreste de Italia, es un vino antiguo, ya que los primeros indicios de su elaboración se remontan a hace unos 6.000 años. Pero todo lo viejo vuelve a ser nuevo y el vino de naranja está cada vez más de moda, ya que los paladares son cada vez más amplios y los bebedores buscan algo diferente para acompañar las cenas fuera de casa, o para compartir con los amigos.
En la opinión de uno de los sommeliers más importantes de Nueva York el vino naranja «es el nuevo rosado». Nos explica que estos tienden a ser más terrosos y de estilo más divertido, especialmente los producidos en Europa. Es una gran opción para la gente a la que le gusta el cuerpo de un tinto pero busca algo más ligero en estilo, pero con más cuerpo que un blanco.
Aunque el vino naranja es una carta de presentación del noreste de Italia, los bodegueros de todo el mundo están creando sus propias versiones, haciéndolo más accesible a los consumidores. Algunas bodegas de Estados Unidos y México como Channing Daughters, de Long Island (Nueva York) y Casa Madero de Parras (Coahuila) incluso se han lanzado a este proceso.
¿ Cómo se elabora el vino naranja?
Sin embargo, existe cierta confusión en torno a este tipo de vino. El error más común, es que muchos consumidores creen, al principio, que el vino procede realmente de las naranjas (si, leyeron bien, hay quienes creen que se hace con naranjas). Aunque puede ser un poco engañoso, el término «vino naranja» no pretende indicar que el vino esté hecho de naranjas, sino que es simplemente el color que adquiere el vino durante el proceso de elaboración, al igual que un blanco o un tinto.
El vino naranja se elabora con uvas blancas que se machacan y se dejan fermentar en un recipiente. Dependiendo del sabor deseado por el vinicultor, esto puede durar desde meses hasta un año. El color del vino se crea durante este proceso, ya que los hollejos y las semillas se dejan fermentar con el fruto de la uva. En este proceso no se utilizan apenas aditivos, como el azúcar o la levadura. ¿El resultado? Un vino con un sabor grande y atrevido. Los vinos de naranja tienen un sabor ligeramente ácido, parecido al de la sidra seca o la cerveza de frutas, y notas de nuez, combinadas con los taninos que normalmente se obtienen al beber un vino tinto más seco.
Mucha gente tiene la percepción de que el vino naranja será dulce, o que sabrá a naranja, pero en general son de estilo seco. Debido al contacto con la piel de las uvas, los vinos naranjas tienen más cuerpo. Fermentar el vino con la piel de la uva aún adherida «da a los vinos más estructura, como la que encuentran en un vino tinto.
Aunque el vino de naranja se puede tomar solo, sin comida, los expertos nos recomienda mejor servirlo con alimentos un poco picantes, lo que los hace perfectos para la cocina mexicana que complementa la audacia del vino. El vino narjana debe servirse a una temperatura ligeramente superior a la de un vino blanco, para que alcance su máxima expresión en términos de sabor.
