Por: Carlos Dragonné
¿Cuántas veces les he dicho que vayan y prueben la cocina de Daniel Ovadía y de Salvador Orozco en alguno de los restaurantes que forman parte del grupo Bull & Tank? ¿Cuántas veces ya me hicieron caso? Pues les dejaré otra razón más a quienes les gusta presumir los mejores paisajes del país y una experiencia gastronómica como pocas. Se trata de Urike y es el nuevo proyecto en El Chepe de este par de genios.
Empecemos con un punto. ¿Qué es el Chepe Express? Como seguro ya estarán enterados, se armó un proyecto de 9 carros de pasajeros en dos clases distintas que recorre los 350 kilómetros y que nos permite bajar en El Fuerte, Divisadero y Creel para que cada quien se arme su experiencia y sus vacaciones en varios de los lugares más hermosos de nuestro país.
Pero el tema de la comida a bordo de El Chepe es lo primero que hay que aplaudir. Desde siempre, una de las cosas que me viene a la mente cuando me dicen «tren de lujo», es esta imagen de vagones comedor con alta cocina, copas de vino y sabores increíbles que viven mientras en las ventanas el paisaje va avanzando hacia nuestro destino. Con un poco de eso en mente, Ovadía y Orozco se aventaron un menú que le hace homenaje a varias cosas fundamentales y que se mezcla con la grandilocuencia de este viaje.
Inspirados en Sinaloa y Chihuahua, estos dos cocineros traen a la mesa, además, la elegancia y técnica de los sabores afrancesados de la época de oro de los trenes: el porfiriato. Entonces no se sorprendan si se topan con una variable de sabores y texturas que harán que la experiencia de Urike valga repetir el viaje varias veces.
Y es que, después de años, vuelvo a comprobar que Daniel Ovadía tiene una vena por la investigación detrás de los platillos. Lo que a muchos puede parecer un simple paté o un aguachile esconde incontables horas de él y Orozco sentados planeando, averiguando, viajando y descubriendo cosas para poder ponerlas en las mesas de todos. No es casualidad que sus restaurantes estén llenos todo el tiempo. Porque de eso se trata la cocina: de saber lo que uno está sirviendo y entenderlo. Solo a través del entendimiento puede uno hacer el homenaje que cada ingrediente y platillo se merecen.
Así se explica la creación y el crecimiento. Daniel y Salvador están ahora en movimiento, como siempre han estado, sólo que literalmente en esta ocasión. Urike es, quizá, uno de los proyectos que más me han conquistado porque encierra el concepto que uno guardaba en la imaginación desde hace años y, de hecho, resulta mejor que lo que uno había alimentado a partir de la inocencia infantil.
Ovadía ha sido una especie de punto referencial de este proyecto. Cuando todo comenzó para Los Sabores de México y el Mundo, las ideas surgieron en las mesas de Charro, un lugar que siempre extrañaré en la Condesa. Luego me rompieron paradigmas de sabor en Paxia y Morablanca. En aquellos años hubo quienes me tildaron de optimista o de errado por creer que Ovadía crecería para convertirse en lo que es hoy. Incluso hubo quienes celebraron el cierre de Paxia como si hubiera sido una victoria suya frente al goce culinario de menús de Chiapas, Tlaxcala o el México de principios del siglo XX que tanto presumí cuando las puertas de esos lugares estaban abiertas.
Hoy, reinventado, reforzado y en constante aprendizaje y crecimiento, Daniel junto a Orozco siguen creando y creyendo. Urike está en movimiento siempre. Es un lugar en un tren que atraviesa las Barrancas del Cobre. El movimiento es la única manera de mantenerse activo, con las ganas vivas y la curiosidad rampante. Es natural, entonces, que alcanzar nuevas cimas sea un paso simplemente lógico.
Pueden entrar a la página de El Chepe Express para irse apartando las fechas.
