Por Elsie Méndez @sabormexico
En este primer día de recorrido por las bodegas que se encuentran en La Rioja se dio como coincidencia que en ambas se representaban y hacían patente que cuando uno tiene sueños y lucha por ellos estos pueden cumplirse.
El tour comenzó con la Cooperativa Patrocínio Uruñuela, ubicada en la Rioja Alta, Bodegas Patrocinio es el sueño hecho realidad de 170 vitivinicultores que antes de elaborar su propio vino solo vendían sus uvas ya que el costo de hacer una bodega es muy alto y no todos estaban en condiciones económicas de hacerlo. Así fue como en 1986 dio inicio esta aventura conjunta que permite actualmente producir mas de 8 millones de litros anuales con el trabajo conjunto de quienes forman parte de la cooperativa.
En Bodegas Patrocinio fue interesante ver los antiguos aparatos que usaban para la medición de los kilos que se entregaban, entre otras funciones, y que me recordaban a esos artefactos que aparecen en las películas de los años 80 y que hoy han sido sustituidos por modernos equipos electrónicos y computarizados. Existen además muestras de sus vides de 5 años atrás lo que les permite ver cambios y mejoras que se han dado con el paso del tiempo.
Aquí conocimos Señorio de Uñuela, Zinio, y Lagrimas de María, este último haciendo alusión a las lagrimas que el vino deja en la copa cuando se sirve y se toma. Del primero tuvimos oportunidad de probar el Crianza y Reserva, ambos 100% de uva Tempranillo, bien estructurados sabrosos y en particular el Reserva muy expresivo. Continuamos con Zinio de uva Garnacha una varietal de la cual conocía poco y me gusto poder tener la oportunidad de probar un vino elaborado 100% con esta uva, un vino franco con gran personalidad y que pone en alto a esta uva que por muchos años no se consideraba para la elaboración de un vino con solo esta uva.
Lagrimas de María me gusto desde el nombre y tuve la suerte de poder disfrutar de su vino ganador en la añada 2012 del Concurso Nacional Baco Oro, de varietal Viura, de la enóloga encargada de la Bodega María Martínez quien nos acompaño en esta cata y pudimos compartir el orgullo que es recibir premios por un trabajo hecho con entrega; con marcadas notas cítricas, de flores blancas y un suave dejo de jazmín.
Los Rosados son siempre mi mayor curiosidad, no se porque las personas no toman mas vinos de estos, o tal vez mejor sea así, para que yo pueda bebérmelos sola, frutal, fresco y con larga permanencia en boca, uno mas que agrego a mi lista de consentidos.
Calidad y persistencia, son cualidades que identifican a Bodegas Patrocinio las cuales me alegra saber encuentro en México para seguir disfrutando de sus sabores.
Eguren Ugarte fue la siguiente parada, aquí sin duda el toque más especial fue tener la agradable y encantadora compañía de Alejandra Aullo, que sigo sin entender porque le dicen Sandra, pero les pongo el nombre para que cuando visiten esta bodega le digan que van de mi parte y les haga el tour tan especial del que fuimos parte.
Victorino Eguren es el ejemplo claro de la inteligencia, la perseverancia, las ganas de tener algo en la vida y no darse por vencido hasta lograrlo, sin olvidar sus orígenes, recordando siempre con humildad como fue posible llegar hasta lo que es hoy, una de las bodegas mas prósperas de La Rioja. Por eso al entrar al recorrido del corazón de la bodega esta una canasta en lo alto del techo, quisiera no contarles la historia y que sean ustedes mismos quienes cuando visiten pregunten el porque, pero se que esto no es como en las películas que si cuentas el final ya no tiene sentido, contrario a ello los inspirara a visitarlos.
Un arduo trabajo de años, comprando y vendiendo vinos y luego comprando y vendiendo establecimientos de los cuales él mismo hacia todo un éxito, con el acuerdo de que sus nuevo propietarios debían continuar comprándole los vinos a Victorino, con el tiempo logro acumular el dinero suficiente para construir lo que es hoy Bodegas Eguren Ugarte, y mientras la construían y trabajaban largas horas bajo la tierra, llevaban para su almuerzo una canasta que debían proteger de los animales que por ahí rondaban y la colgaban del techo, así fue durante todos los años que tomo la construcción de la misma. Hoy esa canasta es el símbolo de todas las manos que hicieron posible este proyecto de vida, pero sobre todo no olvidar los orígenes.
Fue ahí en esa antesala del recorrido, que nos dieron a probar uno de los vinos que para mi fue de mis favoritos por varias razones, un Muscat , un vino dulce sin ser demasiado empalagoso muy frío, me lo imagine en muchos lugares en México llenos de sol y climas muy cálidos refrescando los paladares de jóvenes y adultos que quieren comenzar con aperitivos divertidos, me lo imagino en cocteles o así solo como lo tomamos, sin duda es un vino que puede ser muy apreciado por quienes comienzan en el mundo del vino y para los expertos en tardes de amigos.
Entre túneles y una especie de pequeñas cuevas y cuartos con celdas con vinos, fuimos recorriendo los laberintos que unen a esos espacios donde amigos y clientes de Eguren Ugarte guardan sus vinos favoritos de la bodega para disfrutarlos en la privacidad con sus invitados, ahí llevan las viandas con las que gozarán en esas tertulias que pueden durar horas y dice Sandra que ¡hasta días!
Fue ahí que probamos el Ugarte Crianza 2010, 98% Tempranillo y 8% Garnacha, de corte clásico fresco, tonos frutales, amigable. Un vino que ira bien con unas entradas.
Un maravilloso atardecer riojano nos distrajo por un momento para tomar fotos y extasiarnos con el paisaje, y continuar a la zona de barricas donde pudimos ver uno de los cuadros expuestos mas grandes del que se tiene conocimiento y que cubre el gran muro donde miles de barricas resguardan a los vinos de la Bodega Eguren Ugarte.
En ese espacio catamos el Ugarte Reserva 95% Tempranillo y 5% Graciano, un vino maduro pero con esos toques de gracia que le da la uva Graciano, notas de chocolate y frutos rojos maduros.
Martin Cendoya Reserva 2008 nos lleno el paladar de elegancia y madurez, con un cuerpo envolvente, fue el vino previo al gran cierre de este primer día en el restaurante del hotel boutique que se encuentra en la bodega, y entre ricos manjares Alejandra (Sandra) nos platicaba alegre de su vida por el mundo del vino, nos sedujo con su chispa y gracia mientras seguíamos disfrutando de los sabores de los vinos de esta bodega que nos deja como recuerdos, ricos aromas, mejores sabores y la idea de nunca rendirse ante nuestros sueños.
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