Por: Carlos Dragonné
Es momento de darle un recorrido a las opciones que vamos descubriendo y redescubriendo de nuestro país y, justo con la cercanía de las ofertas de viajes y la correcta planeación para las vacaciones, van 5 lugares que tenemos para visitar sin salir del país, admirando lo que tenemos y, sobretodo, disfrutando lo que nos espera. Obviamente, van con algunas ofertas para llegar y hay de diferentes gustos. Disfrutemos el verano en México
Playa. Hace años que no iba a Ixtapa Zihuatanejo. Y no es que ande yo de promotor de su campaña de medios, pero tengo que admitir que ahora sí le atinaron al slogan, lo que no pasa muy seguido con los destinos turísticos. Hay para elegir y aventar, porque si su plan es reventón bien pueden lanzarse a un all-inclusive en Ixtapa y aprovechar los planes y paquetes que se arman para el verano. Estar en Ixtapa les garantiza la fiesta en buena medida. Antros, playas, fiestas y eventos en los hoteles puede regalarles una semana de reventón que les haga olvidar el estrés del día a día. Si lo que quieren es relajarse y buena -muy buena- comida, entonces la opción es quedarse en Zihuatanejo. Ya sea que se hospeden en algún hotel boutique como La Casa que Canta o Las Brisas, lo que sí es un imperdible es ir a desayunar a Carmelitas Café en donde más les vale que tengan bastante estómago. No les contaré mucho aquí, porque el lugar merece su artículo propio. ¿Cómo llegar? El destino cada día tiene más conexiones con más ciudades, así que pueden buscar boletos o, si están leyendo esto en otros países, se sorprenderían de la cantidad de opciones que les arrojará su buscador.
Cultura. ¿Cuánto tiempo hace que no se paran en San Luis Potosí? Apenas 6 horas de carretera desde la ciudad de México, esta ciudad llena de cultura e historia sorprende conforme la va uno recorriendo. Confieso que la primera vez que fui me pareció bastante aburrida, pero también asumo mi culpa por no haber estado en el humor para caminarla. Pero de pronto descubrí cerveza artesanal de la mejor calidad en el centro de la ciudad, volví a disfrutar de la maravilla que es Xilitla e, incluso, me encontré un ciclo cinematográfico en la Cineteca Alameda, uno de los espacios más hermosos que existen en México. En cuanto a comida, Cielo Tinto y La Posada del Virrey se llevan las palmas.
Siglos de historia. ¿Se animan a manejar mientras viajan al pasado una y otra vez en casi cada destino? Entonces, lo mejor que se me ocurre para el verano es que repitan un viaje que hice cuando tenía 13 años con mis padres. De la ciudad de México, su primera parada será Villahermosa, donde La Venta es una de esas paradas obligatorias para entender lo que somos como país y lo que fuimos como civilización mesoamericana. De ahí a Palenque al día siguiente, haciendo obligada parada en San Cristobal de las Casas para quedarse un par de días y aprovechar para hospedarse en Hotel Bó y tomar un merecidísimo café en Carajillo. Con esa fuerza, a Tuxtla Gutiérrez, donde tras el obligado paseo en el Cañón del Sumidero, es momento de cenar en Arboledas 125 del Chef Manolo Nájera. De regreso váyanse a Veracruz y de ahí terminen su camino de regreso a la ciudad de México.
Buceo para volver a ser humildes. Aquí sí no hay de otra. Tómense un avión -la mejor oferta que encontré fue, de nuevo, con Aeroméxico– a San José del Cabo y regálense un All-Inclusive que supera gastronómicamente a muchos de los llamados hoteles boutique. Hospédense en el Fiesta Americana Grand Los Cabos y aprovechen para disfrutar la cocina espectacular que el chef Gerardo Rivera ha creado en ese enorme complejo turístico. Pero, además, dediquen uno o dos días a tomar un coche y manejar a Cabo Pulmo, con quienes podrán realizar inmersiones en el lugar que motivó el tan cacareado apodo que Jacques Cousteau le dio a México al llamarlo “el acuario del mundo”. Lo que podrán ver mientras bucean en esa zona los pondrá con los pies en la tierra sobre la pequeñez de nuestra raza frente a la grandeza de nuestro planeta. Y, créanme, cuando sientan eso, el planeta mismo les agradecerá.