Una de las recetas favoritas de Sabores de México y que nos piden una y otra vez es la lasagna. Y hace unos días estaba revisando que nunca les compartí el elemento básico: la salsa bechamel o salsa blanca. Esta es una de las cinco salsas madre clásicas francesas. Ya haremos un especial sobre las más básicas de la cocina, pero mientras les quiero dejar esta que sirve para mucho. Porque no sólo es para lasagna. Les sirve como base de muchas recetas que pueden hacer y disfrutar. ¿Están listos para que su cocina sea una joya?
Salsa bechamel, salsa blanca… y de ahí lo que se les antoje.
Aunque es bastante fácil de preparar, es importante que tengan claros los consejos fundamentales. Primero deben saber que es como un lienzo para hacer soufflés, casseroles, platos de la cocina inglesa… las posibilidades son infinitas. Tip: sus ingredientes son importantes. Busquen la mejor calidad. Usen leche entera. Usen buena mantequilla.
Y antes de que me digan que tanta versatilidad es complicada de hacer, les aseguro que no. Es de las recetas más sencillas que hay. Solo son tres ingredientes y algunos tips para que les quede perfecta.
Para hacer esta salsa bechamel o salsa blanca necesitamos:
- 2 cucharadas más 1 cucharadita de mantequilla sin sal, dividida
- 3 cucharadas de harina
- 2 tazas de leche entera
- 1/4 cdta. de sal,
- Una pizca de pimienta negra
- Una pizca de nuez moscada
El truco más importante es entender que necesitan una pala de madera y un batidor de globo. La primera para integrar bien la mantequilla, la segunda para evitar los grumos.
Consejos básicos de un experto para que su salsa bechamel quede perfecta.
Chequen estos detalles para que no fallen por ningún motivo.
Eviten que la harina se dore al hacer el roux. Si parece que se cocina demasiado rápido, simplemente retiren la sartén de la estufa y sigan revolviendo hasta que la sartén se enfríe; seguirá cocinándose con el calor residual.
No dejen de mover. Se trata de estar continuamente mezclando. Y en cuanto agreguen la leche esto es ley. Así no se quema y no se hacen grumos.
Raspen bien los rincones del sartén. Así nada se quemará por sorpresa.
Ahora sí, vamos a revisar el paso a paso para hacer la salsa bechamel o salsa blanca.
En una cacerola a fuego medio-bajo, derritan 2 cucharadas de mantequilla. Agreguen la harina y batan con una pala de madera hasta que la mezcla de mantequilla y harina forme burbujas pequeñas con un tenue tinte de color. Eviten que se dore.
Agreguen 1 taza de leche. Incorporen con su cuchara de madera para ir deshaciendo grumos. Tomen el batidor de globo y mezclen bien. Cuando vean que no hay ya restos de grumos o harina, es hora de poner el resto de la leche. Sazonen con sal, pimienta negra y la nuez moscada.
Sin dejar de mover lleven hervor pequeño. Sigan batiendo por dos minutos más para que espese la salsa. Y listo. A partir de ahí ustedes pueden jugar con su salsa bechamel para agregarle sabor, pero eso ya depende de cada receta. Esta es la base. Retiren del fuego y dejen enfriar antes de guardar. Puede durar hasta 5 días en un recipiente sellado en el refrigerador.
