Por Elsie Méndez @Sabormexico
Conseguir una reservación en Cochon puede resultar complicado si uno no lo hace con la anticipación necesaria y consiente de esa recomendación que mis amigos me habían dado sobre este lugar tome mis precauciones y reserve tan pronto termine mis gestiones con el boleto de avión y el hotel, ya que ir a Nueva Orleans y no conocer este lugar podría ser imperdonable.
Generalmente encuentro quien me acompañe en mis recorridos culinarios, la gente sabe de mi gran pasión por la gastronomía y confían en mi selección de restaurantes y sitios que incluyo en mis viajes, por una razón u otra, a Cochon terminé yendo sola, pero resulto que ni de lejos sentí la necesidad de estar con alguien más ya que Cochon es un sitio bullicioso repleto de gente que conversa hasta con el de junto, aunque ellos mismos estén en una mesa llena de personas.
Con una decoración sencilla y de estilo rústico, el restaurante Cochon, ubicado en lo que fuera una antigua bodega, ofrece una cocina basada en las costumbres de la cocina cajún de la familia del chef Donal Link que aprendió a cocinar junto con su abuelo los platillos de esta tradicional e icónica gastronomía de Nueva Orleans. Link junto con su socio Stephen Stryjewski presentan platillos tan vibrantes como el mismo lugar.
Como en esta ocasión no tenia cómplice con quien compartir una larga lista de platillos intenté pedir lo que consideré podría degustar yo sola sin salir con esa horrible sensación de apenas poder moverme, difícil situación en un lugar como Cochon donde todo, incluso las bebidas, nos hacen sentir la necesidad de pedir cuanto platillo aparece en la carta. Si bien el mismo nombre del restaurante nos deja claro cual es la especialidad del mismo, hay que recordar que la cocina cajún incluye el uso de los productos que el mar, a la alcance de su mano, ofrece todos los días, por lo que comenzar con unos ostiones… que además me recomendó mi mesero de la sección de entradas, fue una atinada decisión, y si creen que pedir Ostiones a la Roquefeller en la ciudad que los vio nacer es un obligado cuando uno visita Nueva Orleans, estos son otro más de esos platos que uno no puede perderse, cocinados a la parrilla, los ostiones rostizados con madera con mantequilla de chile y ajo son en extremo sabrosos, e, insisto que, si no hubiera sido mi primera vez podría ir a Cochon a comerme una, o dos docenas de este plato, con un toque picante y lleno de sabores a especias como la pimienta negra y de cayene, el sabor de los ostiones se integra y enriquece con esta magnifica receta.
La siguiente entrada, budín frito con chiles en vinagre, que me pinto una sonrisa en la cara cuando vi las tiras de chile en vinagre porque confirma como los ingredientes de la cocina mexicano son parte de las tradiciones culinarias de Nueva Orleans.
De parte del chef me llego una entrada adicional que según me explico mi mesero no podía dejar de probarlo, aunque solo le diera un par de bocados, el hígado frito con gelatina de pimienta, se de alguien que hubiera sido inmensamente feliz con este plato porque adora el hígado y que aquí viene en una versión que nunca antes había probado y resulto muy interesante, la textura crujiente y potente del hígado se equilibra con la frescura de la ensalada y la nota dulce de la jalea de que lo acompaña.
Me gusta mucho pedir ensaladas y las opciones de verduras de la gran mayoría de los restaurantes porque hay también se confirma la versatilidad y creatividad del chef, excelente opción es su ensalada de hongos con cecina frita y vinagreta de limón los sabores cítricos de la vinagreta que se combinan perfecto con los champiñones, la cecina y la arúgula hacen de esta ensalada algo realmente delicioso.
Finalmente llego ante mi uno de los grandes protagonistas de Cochon, el Cerdo de Louisiana con nabos, chicharrón y col, simplemente magnífico, la textura y consistencia de la carne después de más de 8 hora de cocción lenta en los hornos que van dando el toque ahumado maravilloso dan como resultado un platillo que uno no quiere ver como va desapareciendo frente a nosotros. Cada minuto que paso este trozo de carne de puerco en el horno permite que sus sabores se hagan más perfectos e intensos.
No se como pero llegue al postre, la verdad es que después del cerdo debí haberme detenido, tanta platica con mis vecinos de mesa me hizo olvidar que no tenia con quien compartir la culpa, pero bueno, ya estaba ahí y no podía irme sin probar el Cerdo Estilo Louisiana que imagino la familia del chef Link lo preparaba para toda la familia.
Un café y como toque final un tradicional whiskey de Kentucky como digestivo, les recomiendo mucho pidan una copa de Colonel E.H. Taylor Straight Rye que es de los mejores de este tipo de bebida.
Mientras esperaba mi taxi di una vuelta por el local hermano de Cochon, Butcher, en donde pueden adquirir todo tipo de carnes frías y embutidos de las recetas originales que los chefs Link y Stryjewski crean con las cuales nos pueden preparar sándwiches platos sencillos para comer en sus mesas comunales y altas o para llevar, también están las salsas y muchos de los productos por los que este par de cocineros se han hecho tan famosos y que apunte en la lista para una segunda visita a esta ciudad.
Regresé a mi hotel feliz de haber podido conocer este lugar que tanto me habían recomendado y que ocupa los primeros lugares en todas las litas y sitios de recomendaciones y calificaciones de restaurantes en los Estados Unidos, y específicamente de Nueva Orleans. Cochon es un imperdible de esta ciudad para disfrutar de su oda al puerco.