Alcalde es uno de ellos. La fórmula: ingrediente local + temporalidades + técnica aunadas a un espacio confortable, sin pretensiones pero con detalles bien cuidados, han dado como resultado un restaurante que en poco tiempo de haber abierto se ha posicionado como uno de los mejores de La Perla.
El lugar tiene espacios abiertos, con maderas y vinos que reposan tranquilos en las paredes a manera de decoración. Los elementos de reciclaje como las lámparas hechas con envases viejos de leche aportan un toque de diseño desenfadado evidentemente calculado. La cocina abierta es un gran acierto, ya que sustenta que aquí no se busca ocultar nada. La terraza es el rincón más solicitado, pero el interior con vista a la actividad en la cocina resulta también interesante. Un gran acierto de Alcalde es la atención personal de Luis Mora, uno de los socios.
La cocina a cargo del chef Francisco Ruano, se centra en los productos locales de temporada y de mercado. De ahí el nombre de Alcalde, que rinde homenaje al mercado que el chef visitaba de niño junto con su madre. Aún así, lo que se presenta no es cocina típicamente nacional, sino una versión más europea que exhibe sabores e ingredientes mexicanos.
Cada plato despliega diseños meticulosamente armados y técnicas sencillas bien ejecutadas. En cuanto a sabor, hay ofertas sorprendentes como los Chips de huachinango y la Cecina con salsa tatemada y polvo de setas; ambos hechos en casa. Los productos del mar se muestran al desnudo si acaso con algún aliño de vainilla, jengibre y habanero como es el caso del Ceviche de callo media luna. En cuanto a platos fuertes, el Lechón confitado con pipián verde, ensalada de calabacitas y hojas picantes, si bien se cobija con una piel crujiente y deliciosa, queda debiendo un poco en sabor. La Costilla corta en su jugo con frijol y cremas ligeras de cilantro, cebolla dulce y tocino, equilibra armoniosamente los elementos de la tierra logrando gusto concentrado y confortable. Ahora, si lo que se quiere es probar un poco de todo, el menú degustación es lo indicado, pregunte por él.
La parte dulce se ve coronada con postres indulgentes y gloriosos que remiten a la vez a la audacia de la infancia y a la complejidad adulta. El helado de violetas se funde en una explosión floral, inocente y a la vez traviesa que provoca pedir un poco más, y el Huerto, que incluye elementos normalmente ajenos al postre como las zanahorias y el cilantro, causa grata sorpresa.
Las carta de vinos cuenta con alrededor de 80 etiquetas elegidas por Antonio Laveaga, una selección de cervezas artesanales tanto nacionales como importadas y un compendio de cocteles, que bien agradece el comensal ávido de buenos brebajes.
Son seis meses a penas de que Alcalde abrió sus puertas, pero la evolución ha sido notable. Si la tendencia continúa, no cabe duda que este lugar se consolidará como una indefectible perla del joyero culinario tapatío.
Dirección: Av. México 2903. Guadalajara, Jalisco Teléfono: (33) 3615 7400
4 comentarios
Muy buena reseña Fabiola, muy interesante todo lo que ofrecen. Gracias por compartirlo.
Muchas gracias Emanuel. En este espacio estaré reseñando algunos buenos restaurantes. ¡No te los pierdas!
Hola a todos. Tu reseña es completa e interesante. Tuve la oportunidad de comer en este restaurante en diciembre pasado. En general, la experiencia es positiva. Ordené el menú de degustación de siete tiempos y mis acompañantes ordenaron sopas, fuertes y postres, así que mi visita tuvo al staff en movimiento. Todo lo que comimos estuvo correcto y sabroso, pero no todos los platillos me dejaron en las nubes, que era lo que buscaba. Comí una entrada fresca con pescado blanco, ikura (hueva de salmón) y gel de limón significativa, una ensalada con berros, burrata y aderezo de huevo que me debió un poco; la gordita con crema de chiles y almendra, muy sabrosa pero un poco picante;; una entrada de escamoles muy bien preparados, sobresalientes (a mi hijo de un año y dos meses le encantaron); una molleja de ternera en salsa de cebollas con chiles japoneses que pican, también sobresaliente; y de postres, uno de Jamaica con helado de romero, impresionante, en realidad; y para terminar con mi menú, el postre de chocolate con varios sabores, cumplidor. Probamos el pulpo zarandeado con puré de coliflor, nos dejó con la boca abierta; el platillo de pato, cumplidor; y otros dos postres, la jericalla, buena y el postre de mandarina, increíble. Uno debe volver a este restaurante por el pulpo, la molleja, el postre de Jamaica el de mandarina. Estos platos de un nivel sobresaliente. Sabores que se quedan en la memoria. En cuanto al servicio fue atento, pero entre el segundo y el tercer tiempo y entre el cuarto y el quinto, pasaron casi 20 minutos, lo que restó fluidez a la experiencia. Los precios me parecieron adecuados. También es necesario que revisen la calidad de las tortillas que sirven, aunque no soy de comerlas, las llevaron a la mesa y estaban quebradizas. En conclusión, creo que los platillos tradicionales son los más difíciles de superar… uno no crea una jericalla o un arroz con leche; sólo das tu versión. Los platillos que más me gustaron fueron los que, al parecer, había menos técnica pero más atención los procedimientos clásicos y especialmente al sabor y sus combinaciones. De cualquier modo fue una experiencia gratificante. El café y bebidas también fueron sobresalientes.
Estimado René,
Muchas gracias por tu mensaje y el tiempo que nos brindas para compartir con tanto detalle tu experiencia en el restaurante Alcalde. Es verdad que es un lugar con una oferta culinaria que sorprende y es grato saber que a ustedes en general les fue bien. Nosotros hemos regresado en repetidas ocasiones y coincidimos contigo que a veces el servicio se pone un poco lento, a pesar de que el sitio no es muy grande. Nuevamente gracias por tu mensaje y esperamos poder leerte muy pronto en alguno de los otros artículos que compartimos.
Besos,
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