Una de mis comedias románticas favoritas es Forget Paris con Billy Crystal y Debra Winger. En ella, el personaje de Crystal es predecible hasta la pared de enfrente. Casi hasta el hartazgo. Y esto se representa con él pidiendo siempre el mismo platillo en cada cena. Hasta que su arco narrativo cambia —sí, spoiler alert, pero es una película de 1995, así que vale todo— y termina pidiendo algo distino. Ese platillo nuevo para él: Pollo Piccata que es, a los ojos de muchos, un platillo que define la influencia italiana de Nueva York.
Pollo Piccata. Brooklyn e Italia en esencia.
Piensen en las trattorias italianas clásicas de Brooklyn. Esos espacios de mesas de madera, manteles de cuadro rojo y blanco, pasta, buenos vinos y un ambiente que sabe y huele a familia. Ahí nació el pollo piccata según lo que sabemos en la década de los 30. Y es que esta salsa suave rica en mantequilla es rápida de hacer y tiene un tema de ligera acidez que ayuda mucho a enamorarse. Acompaña perfecto una pasta o incluso ensaladas. Pero en este caso, vamos a hacerlo en su versión clásica original de Brooklyn.
Los ingredientes del clásico Pollo Piccata son:
- 4 pechugas de pollo en filete o milanesa
- Harina. La necesaria para cubrir las pechugas.
- 6 cucharadas de mantequilla sin sal
- 3 cucharadas de aceite de olivo extra virgen
- 1 chalote, pelado y cortado en tiras a lo largo
- 1 limón real partido por la mitad. Una mitad la cortaremos en rodajas finas y la otra vamos a exprimirla para usar el jugo
- ¾ taza de caldo de pollo
- 4 cucharaditas de alcaparras escurridas
- Perejil fresco picado para decorar
Hacer un Pollo Piccata es más fácil que encontrar la película Forget Paris en streaming.
Lo primero es sazonar bien ambos lados del pollo. Usaremos sal y pimienta. Luego en un plato pongan un poco de harina y pasen las pechugas para rebozarlas. Sacudan el exceso. Les debe quedar una capa ligera de harina cubriendo toda la carne.
En un sartén grande, calienten 3 cucharadas de mantequilla y el aceite de olivo a fuego medio alto hasta que la mantequilla se haya derretido. Eviten amontonar la sartén con el pollo, así que si tienen que repetir el proceso una o dos veces, es mejor. Así se cocina perfecto. Pongan el pollo unos 4 minutos por lado para que esté dorado. Saquen y reserven. Si sienten que están un poco secas, usen su rociador de aceite y pongan tantito aceite de olivo.
Agreguen el chalote y las rodajas de limón al sartén y salteen, revolviendo ocasionalmente, hasta que estén ligeramente caramelizados y fragantes, de 2 a 3 minutos. Agreguen el caldo y cocinen a fuego lento hasta que se reduzca a la mitad.
Bajen el fuego lo más que puedan y agreguen la mantequilla restante, alcaparras y jugo de limón. Sazonen con sal y pimienta. Pongan las pechugas en un plato y sirvan con la salsa encima. Cubran las pechugas y decoren con el perejil.