Por: Gabriel Bedolla
El molcajete es un utensilio básico en la estructura de la gastronomía mexicana, herencia de nuestros ancestros, que ha aportado un sinfín de sabores que no encontrarás en ninguna otra nación, obligado a estar casi en cualquier hogar en México.
El Molcajete ha trascendido a través de los años, generaciones y tradiciones, siendo uno de los instrumentos que lograron sobrevivir a la época de la conquista. Tenemos documentado que durante la época de la conquista los españoles se encargaban de destruir nuestra cultura para imponernos la suya. Sin embargo, este utensilio de la cocina prehispánica sobrevivió y trascendió las diferencias culturales. El Molcajete nos brinda la facilidad de poder moler y mezclar, distintas semillas, chiles y otros productos.
De origen, tradiciones e historia. El Molcajete es identidad de México.
Según el Instituto Nacional de Antropología e Historia, la palabra Molcajete proviene de las palabras náhuatl: mollicaxtli y temolcaxitl, que significan “cajete para la salsa” o “cajete de piedra para el mole”. Por su parte, el diccionario de la Real Academia Española afirma que proviene de la palabra mulcazitl que significa “escudilla”.
No es más que un simple mortero con una cavidad cóncava, la cuál funciona con una piedra llamada “Tejolote” que sirve para machacar o moler las diferentes, hierbas, granos, semillas o chiles y el verdadero y tradicional molcajete está hecho con piedra volcánica, aunque se han popularizado otros materiales para su elaboración.
En sus orígenes se buscaban piedras de tamaños considerables a las cuales se les iba golpeando y dando forma para que se fuese hundiendo al centro y crear el hueco que permite hacer más fácil el movimiento a la hora de moler, raspando alrededor de todas sus paredes.
La arqueología menciona que primero existió el metate. Una especie de hermano mayor del molcajete y que cuenta con más de quinientos años en nuestra cultura.
El Molcajete como Artesanía
Actualmente un sector muy pequeño en el país se dedica a la producción artesanal de este producto, siendo pocos estados en los cuales se elabora y solo uno del cuál se puede extraer la mayoría de toda esta piedra volcánica la cual es la materia prima con la cual se elabora, dejándolo de la siguiente manera. Se elabora en los estados de Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Puebla y Estado de México. La mayoría de la volcánica que se ocupa es extraída del pueblo San Lucas Evangelista en Tlajomulco, Jalisco.
El molcajete se elabora con una picadera hecha de hierro forjado y para comenzar a crearlo se pica la piedra. Posteriormente se marcan las patas con cincel y martillo para finalmente ahuecar la superficie.
La elaboración de molcajetes es, sin duda, una tradición que se transmite de generación en generación. Muchos artesanos comienzan en las minas para obtener la materia prima y aprenden a manejar la piedra, una cuestión de tradición nata.
Los maestros artesanos llegan a tardar entre cinco y seis horas en terminar el trabajo. Por otra parte, los aprendices logran está labor hasta en dos días. Definitivamente la práctica hace al maestro.
¿Cómo curar un molcajete?
Antes de usar el molcajete debe de ser curado; es decir, se debe realizar un proceso para limpiarlo de las impurezas de los materiales con el que fue creado.
Te dejamos una pequeña receta de como curar un Molcajete.
Ingredientes necesarios para curar un molcajete.
- 1 cucharada de arroz
- 1 cucharada de sal de grano
- Agua
Vierte y muele en el molcajete el arroz con la sal de grano hasta hacerlos polvo. Notarás que se empieza a tornar gris debido a que se está mezclando con las impurezas de la piedra.
Retira el exceso y agrega más arroz y sal repitiendo la operación hasta que el polvo salga completamente blanco.
Enjuaga con agua el exceso de polvo. Y está listo para usarse.