Por Cristina Barros y Marco Buenrostro
Las culturas indígenas que se desarrollan en los más diversos ecosistemas y cuya relación con la naturaleza ha sido una de sus grandes fortalezas, han considerado diversas plantas dentro de lo sagrado, como el cacao, la ceiba y, especialmente, el maíz, el maguey, el nopal y el mezquite, plantas de aprovechamiento múltiple.
La superficie que cubre el desierto y el semidesierto mexicano abarca más de 40 por ciento del territorio nacional. Quien entiende realmente estos ecosistemas sabe que ahí podrían prosperar plantas muy útiles que habría que proteger e inducir. Una de ellas es el mezquite, que es tolerante a la sequía y a la salinidad. Por eso, la Organización de las Naciones Unidas para Agricultura y la Alimentación, la recomienda para reforestar zonas áridas. Las vainas de la planta contienen semillas que pueden comerse sin preparación, pero también se elabora con ellas harina (pinole de mezquite), atoles y mezquitamal o piloncillo de mezquite.
Su contenido alimenticio es especialmente nutritivo; en la revista Ciencias (UNAM, julio-septiembre de 1998) se menciona que el mesocarpio de estas semillas contiene entre 13 y 36 por ciento de azúcares, mientras la semilla en sí tiene entre 55 y 59 por ciento de proteínas. Algunos investigadores afirman que la harina de mezquite es la más alimenticia que hay. Con estas vainas se alimentan diversas especies silvestres y el ganado.
La producción del mezquite también es notable: al año se obtienen hasta 25 toneladas de vainas por hectárea. Las flores producen una sabrosa miel. El aroma de su madera al quemarse ha sido una de las razones de sobrexplotación del mezquite, cuyo carbón se exporta por toneladas, sin que haya medidas de protección para esta planta. Por su dureza, con mezquite se elaboran muebles, utensilios e incluso parquet para pisos.
Culturas indígenas como la mayo, la yaqui y la guarojio, la utilizan como medicina para afecciones del estómago y de la garganta. La goma ambarina que exuda la corteza del árbol es golosina para los niños; su uso es similar al de la goma arábiga. En las grietas superiores del tronco se produce una segunda goma; ésta es negra y se utiliza como colorante.
Publicado en la Jornada seccion Itacate
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1 comentario
Gracias por dar informaciones de Culturas indígenas
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