Sabores de México y el Mundo - Medio digital de cocina y turismo
Inicio Bebidas Maridar: La búsqueda de la armonía entre la comida y el vino.

Maridar: La búsqueda de la armonía entre la comida y el vino.

por Sabores de México
5 minutes Leer

Por Sommelier Claudia Ibarra

La similitud de sabores que existe entre comida y vino sugiere la búsqueda de algún componente en ambos que permita equilibrarlos para poder disfrutarlos al máximo. Los sabores pueden ser desde sutiles y delicados, a fuertes y aromáticos. Lo más importante es balancear la intensidad. Eso es maridar: La búsqueda de la armonía entre la comida y el vino.

DOCa Rioja

DOCa Rioja

Para lograr esa armonía es aconsejable seguir un par de premisas básicas: Los vinos delicados se disfrutan mejor con platillos delicados. Los vinos ricos y aromáticos van mejor con sabores fuertes.

Además es aconsejable tener en mente algunos conceptos que nos ayuden a lograr el equilibrio que buscamos:

  • Textura: Las sensaciones de dulce, salado, ácido, amargo y graso que nos produce la comida son, en la mayoría de las veces, más importantes que los sabores. Hay que cuidar el equilibrio de las texturas del vino y del plato.
  • Ácido: La acidez del plato debe ser menor que la del vino porque de lo contrario podemos perder la percepción del vino, provocando que éste parezca “plano.”
  • Salado: Lo salado y lo ácido funcionan muy bien en oposición (salmón ahumado y Sauvignon o queso de cabra). Lo salado también se opone a lo amargo disminuyendo la percepción de los taninos o lo amargo de la comida o el vino.
  • Grasitud: La grasa recubre el paladar y disminuye la percepción de los taninos o los sabores amargos. Las comidas de un alto contenido graso requieren por lo general la intensidad de vinos gruesos.
  • Dulce: El sabor dulce de un postre debe ser más sutil que el dulce del vino que lo acompaña, de no ser así el paladar no percibirá la fruta del vino, provocando que se sienta áspero y delgado.

RIOJA BOTELLASPara maridar los vinos riojanos con la comida mexicana es importante saber que la graduación alcohólica y la intensidad aromática de un vino deberán acompañar al plato, siendo parte de él. Sin embargo, siempre recuerde que el mejor maridaje lo decide su paladar.

Las bases para un perfecto casamiento se sustentan en ingredientes y elementos que definen la personalidad de un plato y un vino.

A continuación encontrarán algunos maridajes perfectos de comida mexicana con el vino de Rioja, sin embargo siempre recuerde que el mejor maridaje lo decide su paladar.

Vinos de Rioja

Vinos de Rioja

VINOS BLANCOS

Los vinos blancos riojanos que son “secos” resultan perfectos para acompañar platillos del estado de Nayarit, con sus ceviches, ostras frescas, así como el pescado zarandeado de Guerrero. Los vinos blancos semidulces van perfectos con un buen pay de elote, tamales de piña e incluso con el arroz con leche de la abuela con un ligero toque de canela.

vinos tintos de Rioja

vinos tintos de Rioja

VINOS TINTOS

La principal característica de los vinos tintos de cosecha es la frutalidad que los caracteriza y que pueden acompañar muy bien a los deliciosos tacos al pastor. Es importante que tengan suficiente piña madura y una salsa de morita no muy picante ya que ésta se puede contraponer al vino. También pueden acompañar a los papadzules, los tamales de mole poblano y el tradicional platillo de chiles rellenos de queso en salsa de jitomate y arroz blanco con elotes.

Los vinos tintos con crianza siguen conservando su frutalidad aunque ya tienen notas de madera que van muy bien con una lengua en salsa de tomate acompañada con arroz rojo, los romeritos con un mole dulce, picadillo salado, cecina con nopales, cebollitas aguacate y tortillas. Los vinos tintos de reserva con una complejidad de aromas de frutos ya “pasificados” así como esas notas de chocolate y vainilla pueden acompañar al mole negro de Oaxaca o una deliciosa barbacoa los domingos. También pueden ir con albóndigas en salsa de jitomate con toque de chipotle, el asado de Sinaloa, la birria o el conocido “manchamanteles”.

Los vinos tintos de gran reserva son complejos y tienen ese carácter necesario para integrarlos a los platos con alta grasitud, como lo es el cabrito, el chivo, las chorreadas de mazatlecas (sopecitos con asientos de manteca con carne asada queso Chihuahua y verdura, salsa cocida de tomate, orégano y guacamole) el coloradito de Oaxaca o el aporreado de Michoacán.

No te pierdas de esto

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

DESCUENTO ESPECIAL
PRE NAVIDEÑO