Por Elsie Méndez @sabormexico
Como les platique en mis artículos anteriores, La Rioja me cambio la vida por muchas razones, me dio nuevos amigos a quienes espero ver pronto nuevamente pero sobre todo nuevas experiencias a mi paladar, que me permiten conocer un poco más y avanzar un escalón más en el mundo del vino.
Mas ambientada al horario y con toda la actitud de aprender, los tres días restantes de este viaje lleno de sabores riojanos, nos llevaron por entre los viñedos que se llenaban de manos laboriosas encargadas de recoger los frutos que darán vida a esos vinos que tan famosa han vuelto a esta región vitivinícola de España.
Viñedos Alfaro nos recibió con la presencia del enólogo quien con toda paciencia nos explico los procesos con los que ellos elaboran sus vinos, siempre se agradece que, aunque se piense que a uno ya lo tienen aturdido con la misma explicación, nos refuercen la información que nunca sobra y si nos ayuda a entender mejor el maravilloso mundo del vino. En Viñedos Alfaro tuvimos oportunidad de probar varias de sus etiquetas con vinos Crianza, Reserva y Gran Reserva, pero el gran ganador fue a mi parecer el Rodiles de Vendimia Seleccionada, un vino potente, poderoso; con cierto dulzor. Conocer de cerca uno de los vinos Premium de la bodega fue un honor y más aun poder traer conmigo una botella hasta México.
Campo Viejo es simplemente majestuoso, desde los campos que lo rodean hasta su bodega con la arquitectura y sistemas más modernos, literalmente me dejo con la boca abierta. Me encantó la dinámica que tuve con ellos porque fuera de hacer la cata convencional, hicimos un ejercicio que me pareció además de didáctico muy divertido. Sobre la mesa estaban los ingredientes que a nariz y boca uno puede encontrar en sus vinos, en cada lugar había un frasco con tapa y la copa de vino, entonces, la olía, la probaba y luego iba seleccionando cada uno de los elementos que a mi parecer daban el aroma del vino que me servían, puedo decir que me saque un 9.0, y no crean que me ando subiendo los puntos, de verdad que si pude acertar casi a todo lo que debía estar en el frasquito. Una comida casual y después una charla que podrán escuchar en mi podcast, donde el enólogo me platico de sus orígenes, su amor por el vino y de sus recomendaciones para quienes comenzamos en esto de aprender de vinos.
Bodegas Lan me llevaron en un túnel del tiempo hasta los años 70´s, me encanto ver ese toque de viejos tiempos en muchas de sus áreas, y claro que ellos cuentan con alta y muy moderna tecnología, pero en su arquitectura guardan mucho del diseño de esa época. Me llamo mucho la atención su sistema de automatizado de apilado para sus barricas, largas e inmensas hileras que casi rosan los altos techos y cubren una superficie de más de 6 mil metros, impresionante. Después del recorrido tuvimos otro más pero a través de los colores, aromas y sabores de sus vinos. 7 etiquetas que nos mostraron porque su lema es tan correcto, La Rioja en tres letras. De todos ellos mi favorito fue A Mano, de cepas de más de 35 años, los frutos que se seleccionan para este vino son las que le dan ese carácter tan especial. De rojo intenso, aromas minerales que recuerdan el terruño de donde proviene y un sabor excepcional, largo y amplio. De este ya tengo mi pedido en La Europea que es donde lo venden en México.
Rioja Vega se me asemeja a la casa de un personaje de la realeza, y dentro se encuentra la historia de una bodega con más de 125 años en la elaboración de vinos, el tiempo ha sido su aliado para hacer de esta bodega, una de las que elabora vinos de alta gama y excelente calidad en La Rioja, bien dicen “Solo los clásicos pueden ser verdaderamente modernos”. Quien mejor que la propia enóloga para contarnos de los siete vinos que tuve oportunidad de conocer, y aprender sobre el arte que hay dentro de cada botella. Me gustaría poder contarles de todos pero hubo dos que llamaron mucho mi atención, Rioja Vega Garnacha y Graciano, para empezar su etiqueta es muy moderna, de esas que todos nos sentimos atraídos por tomarla del anaquel y llevarla a casa, un vino muy amigable, tanto que nos decía la enóloga que va bien hasta con una pizza o comida vegetariana, de esos vinos que uno se puede tomar todos los días y a cualquier hora. Rioja Vega Gran Reserva es un vino muy especial, elegante, muy clásico, muy riojano, untuoso y de post gusto largo, para unas buenas carnes es un gran compañero.
Montecillos pertenece a Casa Osborne, y es una de las bodegas más antiguas ubicadas en Fuenmayor, aquí tuve el placer de reencontrarme con mi amiga Roció Osborne a quien conocí en México y ahora me tocaba el placer de visitar la bodega de unos vinos que compartimos en mi país. Roció es un encanto de persona y ella le da ese toque especial cuando uno esta conociendo de vinos, ella me llevo hasta la parte alta de esos enormes tanques de acero inoxidable para ver de cerca el mosto y como se mueve y se va realizando la fermentación, nunca antes había tenido oportunidad de verlo y entenderlo hasta que Roció me lo mostro claramente. El recorrido por la bodega incluyo el botellero de la bodega donde pude ver añadas de colección y una inmensa cantidad de botellas de Montecillo Reserva 2008 que esta tomando forma para estar listo y llegar hasta nuestras mesas. Montecillo como muchas otras bodegas de La Rioja ha evolucionado y hoy tiene esa frescura en sus vinos que es tan agradable para todos los paladares. Con ella también tuve una entrevista que podrán escuchar en mi podcast.
Bodegas Franco Españolas, el nombre puede no decirles mucho, pero si les digo vino Diamante, verán que inmediatamente viene a su cabeza la imagen de la etiqueta de este vino que ha estado en la historia de muchos de nosotros, de jóvenes o en la actualidad, somos muchos los que hemos bebido este vino español de Rioja que es líder en el mercado internacional. Su enólogo además de hacer vino, es pintor, escultor y toca el saxofón, de lo más divertido, su dinámica para que conociéramos sus vinos y la bodega me pareció muy entretenida porque mientras nos contaba de sus espacios había una mesa con tapas y tres de sus etiquetas, desde los más sencillos hasta los más complejos fuimos adentrándonos a las entrañas de esta bodega con cientos de años de historia. Carlos me resulto de los enólogos mas simpáticos que conocí, y al final en la cena tuvimos el gusto de que nos abrieran una botella de 1969, es de esos momentos que uno guarda tanto en la memoria emocional como en la gustativa.
Llego el final del viaje con un cierre espectacular, la visita a Dinastia Vivanco me ayudo a aclarar cualquier duda que hubiera tenido sobre la elaboración del vino, su museo resguarda un acervo de piezas y objetos de la historia del vino que no vi nunca antes en ningún otro lugar, videos que incluyen cámaras dentro de los tanques de acero inoxidable para mostrarnos como se va dando el proceso de fermentación, otros mas de la construcción de barricas o las tablas de aromas y colores del vino, un museo sorprendente, fascinante y muy interesante. En sus áreas de cata uno puede aprender a reconocer aromas, sabores que nos ayudan a entender mejor los ejercicios para ir descubriendo los colores, aromas y sabores del vino. Por supuesto sus vinos no se quedan atrás, mi favorito de esta bodega es el Maturana Tinta de la Colección Vivanco, elaborado con una uva que no conocía y me atrapo por sus aromas especiados que se repiten en boca, elegante, con largo posgusto.
La Rioja me mostró el arte que existe detrás de cada botella y hoy cada vez que beba un trago de sus vinos, las imágenes regresarán a mi para recordarme porque es esta región una de las mas bendecidas de la tierra.