Por Sommelier Marcos Flores
¿Qué opinas cuando te encuentras a una mujer en un restaurante o una tienda especializada eligiendo algún vino? Quizá de inmediato pienses en qué tan grande ha sido la evolución de su papel en este ámbito; tan sólo hay que remontarse a los griegos y romanos para entender por qué hablamos de cambios ya en aquel entonces, a pesar de la democratización del consumo de vino, estaba mal visto e incluso prohibido que lo tomasen las mujeres. En las comedias griegas y romanas las mujeres eran a menudo representadas borrachas y más susceptibles a entregarse a diversos vicios bajo la influencia del alcohol. Las mujeres también eran célebres participantes del culto a Baco, prohibido por el senado romano en 186 A.C. por impropio; incluso los maridos tenían permiso legal para matar a sus esposas o divorciarse de ellas.
Hoy por hoy el respeto hacia los derechos de la mujer, el cambio de su rol en la sociedad y la independencia económica, entre otros factores, han permitido que las cosas hayan cambiado y de manera muy favorable, ya que ahora encontramos grandes profesionales en el tema, tanto así que marcaron un antes y un después en la industria vitivinícola.
Es admirable el trabajo que han venido realizando por la DOCa Rioja, región privilegiada para el cultivo de la vid y elaboración de vinos de alta calidad con personalidad única y gran aptitud para la crianza, situada en el Norte de España, a ambos márgenes del río Ebro. Los accidentes geográficos han contribuido a conformar una región natural perfectamente delimitada y diferenciada de las que le rodean, además de que posee una diversidad de suelos (arcillo calcáreos, arcillo ferrosos y aluviales) y microclimas que otorgan a los vinos unas peculiaridades únicas y permiten, en función de las variedades y técnicas de cultivo aplicadas, elaborar un amplio abanico de vinos con personalidad diferenciada en el marco de una identidad común perfectamente reconocible.
Así mismo, la DOCa Rioja es una de las denominaciones de origen que mayores garantías ofrece respecto a la calidad y autenticidad de sus vinos en el mundo, destacada por su innovación, mercadotecnia y sobre todo por su gente. El vino no es sólo asunto de hombres, aquí encontramos presentes a las mujeres en toda la cadena de producción; las hay directoras de bodega, enólogas, supervisoras de control de calidad, sommeliers, marketing y por supuesto, al frente de las relaciones públicas.
Rioja, como casi toda España, se está adaptando con admirable velocidad a los caprichosos y cambiantes gustos de entusiastas y expertos que ya no se conforman con “más” sino con “mejor,” e indiscutiblemente el papel de la mujer está dejando huella.
Por todo esto me atrevo a decirles a todas las mujeres que no teman en acudir al super y seleccionar una botella de vino de la DOCa Rioja, que como ya hemos mencionado, es garantía de calidad.
Aquí algunas sugerencias:
Si eres nueva en el consumo, seguramente un vino joven ira perfecto con tu paladar, debido a que su perfil es de menor estructura, menos complejo y más fácil de entender, sin que esto delimite su calidad. Si deseas algo que te haga meditar un poco sobre sabores y aromas, podríamos hablar de un vino de Crianza, el cual tiene 12 meses en barrica y 12 meses en botella.
Así es, entre más tiempo tenga de vida un vino, mayor será su estructura y vitalidad. En un vino joven hablamos sobre la perfecta juventud; en la Crianza, de un estado de madurez; en un Reserva, cuando uno se encuentra en la etapa más plena de la vida; y en un Gran Reserva, cuando toda la sabiduría puede ser probada sin ningún tipo de limite.