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JW Marriott Los Cabos, joya arquitectónica de la hotelería mundial

por Elsie Mendez Enriquez

Por Elsie Méndez

Los Cabos alberga una de las joyas arquitectónicas de la hotelería más hermosas del mundo: el JW Marriott Los Cabos Beach Resort & Spa. Un espacio donde convergen la arquitectura, el diseño, el arte, la naturaleza y los muchos detalles que lo conforman. Lo que hace única la visita a este hotel es el hecho de poder caminar y estar dentro de lo que es considerada una obra de arte de la arquitectura.

Hoy no vengo a escribirles sobre los servicios del hotel, o lo cómodas que son sus habitaciones, de las cuales uno no quiere salir, hasta que recuerda que fuera esta el mar, el sol, y deliciosa comida (de la cual si les voy a dar más detalles). En esta historia quiero contarles sobre el impresionante trabajo de arquitectura y diseño que se llevó a cabo para la construcción de este hotel en Baja California Sur, y de por qué el verdadero lujo esta en recorrer cada rincón del mismo y saberse privilegiado de estar hospedado en el.

El reto de sus propietarios no era hacer sólo un hotel de gran lujo, su deseo máximo era convencer a uno de los arquitectos más afamados del mundo para hacerse cargo del proyecto que daría vida al hotel que llevaría por nombre JW Marriott Los Cabos. Nos referimos a Jim Olson, quien adquiriera su fama por sus magníficos trabajos en proyectos residenciales de coleccionistas de arte a los que se sumarían los de museos y espacios comerciales, este sería su primer hotel y había que convencerlo de realizar un giro en su carrera para dejar una huella imborrable de su genialidad en esta industria.

Cuenta el Arq. Olson que la inspiración para el diseño de la estructura y espacios del hotel vinieron de su primer viaje a Egipto y, por supuesto, de México en muchas formas. Partiendo del hecho de que a Jim le motiva que la gente disfrute y descubra el lugar donde se encuentra el edificio y lo que lo rodea, sin que ello implique que deje de ser importante la estructura en sí misma, Olson desarrolló un proyecto capaz de conjugar elementos que unen culturas, naturaleza y el arte en muchas maneras.

La integración al paisaje que diera la apariencia de emerger de entre las dunas era la idea principal de Olson para todo el conjunto que formaría el hotel, y lo logró gracias a los elementos que se utilizaron para la construcción de los edificios y estructuras varias que dan forma al inmueble. Las dimensiones, las alturas, los colores y hasta las plantas fueron estudiadas con sumo detalle para lograr este objetivo.

El gran proyecto JW Marriott Los Cabos

Cuando uno arriba al hotel y tiene este primer encuentro al entrar por el lobby, entiende cómo fue que Egipto y el Templo de Luxor inspiraron a este gran arquitecto para darnos la misma sensación de majestuosidad que el templo da al cruzar por su gran corredor de enormes columnas de alabastro, la luminosidad del sol se va haciendo mayor, y al final el encuentro con un mar que pareciera viene hacia nosotros gracias al reflejo de las albercas y los espejos de agua que producen este increíble efecto. Este espacio es, como lo explica Olson, el más importante del hotel, haciéndonos saber que estamos aquí para admirar la grandeza del océano.

Entre las albercas y los espejos de agua donde nacen esos reflejos del cielo y el mar, Olson logra jugar con nuestra mente que no termina de entender dónde está realmente la línea real entre el océano y el lugar donde nos encontramos, ya que a todo lo largo del hotel siempre tendremos esas vistas infinitas que nos permiten admirar la grandeza de Los Cabos. Y es aquí donde este destino y México juegan el papel principal que también llenó de asombro a Olson como en su momento lo hiciera Egipto, con esa belleza contrastante y dramática que genera el paisaje que une lo desértico y árido con el agua.

De entre esos enormes muros y largas calzadas en las que pensó después de visitar Teotihuacán a las que hace honor con ellas, sobresalen acogedores espacios donde uno puede sentarse a disfrutar de la vista mientras las chimeneas lanzan sus chispas de colores, o disfrutar de uno de sus cócteles especiales en sus bares, o sentir la brisa que corre por entre los grandes pasillos de los cuadrantes que dividen los espacios; los restaurantes, las áreas para asolearse en forma de anfiteatro en la zona de tres albercas, o el Spa del cual podría escribir un texto enorme dedicado solamente a describir la grandilocuencia de lo que es capaz Olson para combinar los espacios y muros que nos llevan al infinito del mar, mientras dentro se siente la calidez y paz que todo santuario como éste debe tener.

Las piezas de arte que resguarda el hotel están inspiradas en la naturaleza, para las que Jim diseñó espacios enfocados para su mejor exposición y apreciación. Aquí es importante recalcar que no sólo estamos hablando de artes plásticas, también se incluyen anfiteatros para el goce de obras de teatro, conciertos y danza. Es tan importante todo lo relacionado a este punto que se le hace honor año con año con un festival denominado Relish The Heritage en el cual se unen la gastronomía, música, danza y las artes plásticas.

Los jardines y plantas que se encuentren en el JW Marriott Los Cabos son las mismas que encontraron en el terreno donde hoy se ubica el hotel, y otras más que son de zonas tropicales donde hay mar, creando microclimas, y en espacios como el Spa, jardines que evocan a esos que se construían dentro de los monasterios del siglo 16 por los misioneros y que se pueden ver por todo México . Todo el concepto de naturaleza tiene como objetivo la conservación y cuidado del agua.

Ser compatibles y respetuosos del medio ambiente, paisaje y ecosistema que los rodea fueron los ejes que marcaron la selección de paleta de colores térreos y cálidos, materiales con madera, textiles de algodón, entre otros, para el diseño de los interiores de las áreas públicas o las habitaciones, en las cuales resaltan las formas geométricas, y diseños que te dejen claro que estás en México. Sencillas, elegantes, en extremo acogedoras, con todo lo necesario para que uno se sienta cómodo y relajado. Los muebles, como bien dice Olson, son una extensión del trabajo del arquitecto, por eso éstos también fueron parte de su trabajo y de todo el proyecto, lo que le permitió cuidar hasta el más mínimo detalle que garantizó la armonía total que envuelve al hotel.

Regreso un momento en el tiempo y llevo mi mente a todos esos pasillos y cuadros que se crean en los diferentes espacios del hotel, de esos atardeceres que fotografié cada día durante mi estancia, para reconfirmar que el objetivo de Olson se cumple al enfrentarnos al hecho de que no sólo son hermosas vistas las que logró crear con este proyecto, sino también la capacidad que nos da de admirar el planeta entero desde este bendecido lugar en la península de Baja California Sur en México.

Bien dice Jim Olson que, después de todo, no resulto tan diferente la conceptualización de este proyecto con los de algunas de las residencias que ha hecho, porque al final, un hotel debe ser y hacernos sentir como en casa.

Para más información sobre el JW Marriott Los Cabos Beach Resort & Spa

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