Joquicingo "la capital mundial de la gorda de haba"
“México se acaba donde el maíz muere”, decía Gabriela Mistral. Para hablar de uno de los muchos platillos que podemos preparar con maíz nos trasladaremos a “la capital mundial de la gorda de haba”. Joquicingo de León Guzmán, pueblito olvidado por el cobijo del sol en el Estado de México. “De la Marquesa a la derecha joven, ahí sigue y pasando Tianguistengo y unos pueblitos más nos encuentra”-.
Joquicingo es un lugar que hemos olvidado. Si un día por azares del destino te equivocas o de plano no quieres pagar caseta para llegar a Malinalco Mágico, tienes que pasar sí o sí. Esto se convierte en una maravilla cuando te da hambre y necesitas “una caminera” que te permita llegar con bien al destino deseado.
Más historias de los Sabores de México
La gordita de haba
Este pueblito como muchos de la región, cuentan con el placer de ser tierra ideal para la siembra de maíz y de haba, cuya particularidad es su color. Les doy mi palabra que si el color verde pudiese comerse tendría el sabor de esta leguminosa mexiquense.
En cada esquina de Joquicingo, las mujeres con largas faldas, cabellos canos y trenzados poseen un puesto que vende “gorditas”. Así es, una especie de tlacoyo cuyos ingredientes pueden ser: frijoles, papa, chicharrón, queso y haba verde, acompañadas de salsa y nopalitos bien preparados con cebolla y cilantro.
Sentado en un banquito o de plano en la banqueta, basta con que pruebes la primera para que busques la segunda. Terminarás llevándote media docena para la comida y la cena.
Garnacha para unos, la básica para otros.
Para nosotros los visitantes podrá ser una garnacha como cualquier otra. Lo cierto es que es la base de la comida del pueblo, un municipio que a leguas deja ver el bajo nivel económico de sus pobladores y que gracias a estos recursos naturales ha sobrevivido de generación en generación.
Basta un poco de maíz secado al sol y procesado por estas manos llenas de arrugas y poseedoras de una fuerza incomparable, manteca “de la buena” —proveniente de la tienda más grande de la cuadra—, haba verde y sal para poder comer unos dos o tres días.
Sin duda alguna este pueblito es “la capital mundial de la gorda de haba” y te la recomiendo porque no hay persona que no quiera otra al dar la primer mordida y hacer un pequeño recordatorio que el comprar a los pobladores ayudarás a su economía y la de sus familias.