Por Elsie Méndez @sabormexico
Iván Orkin, fue el primer estadounidense lo suficientemente valiente como para abrir su propio restaurante de noodles (fideos) en Tokio (Ahora tiene dos.). Es también el primer chef en publicar un libro de cocina/memorias “Iván Ramen”, en los Estados Unidos, antes de abrir un restaurante en esa ciudad.Pero finalmente Ivan Orkin ha cerrado el circulo que le faltaba con este producto que tanto ama con la apertura de Ivan Ramen Slurp Shop en la ciudad de Nueva York. Una sencilla y larga barra de acero inoxidable es lo que divide a los clientes de las grandiosas recetas que crea con ramen y otros ingredientes como; pork belly, cebollín, huevos pochados, caldo de pollo, algas, carne de cerdo y sus fideos de centeno. El único tema que no lo deja que esta historia sea perfecta es no poder hacer sus propios fideos (noodles) y para compensarlo tiene a los mejores proveedores de este producto como son Sun Noodles que también surte a Momofuku, Ramen Yebisu y Ganso.
¿Pero como comenzó la historia de este norteamericano y su gran amor a los fideos (noodles)? Iván comenta que en su familia no había una estrecha relación con la cocina, de hecho más bien eran bastante apáticos a los temas culinarios. De muy joven vivía con su padre y a los 15 años consiguió un empleo como lavaplatos en un restaurante japonés y fue ahí donde finalmente conoció y se enamoro de la verdadera cocina nipona, la semilla se había plantado. Finalmente una curiosidad persistente sobre Japón lo llevó a la Universidad de Colorado como un estudiante de japonés, y algo más que lo acerco a la cultura gastronómica del Japón fue la película Tampopo, la cual no solo cambio el concepto de Iván sino de muchos estadounidenses, y aprender que los fideos eran mucho más de lo que ellos creían.
Después de graduarse en 1985, se trasladó a Tokio sin un trabajo o un lugar para vivir. Desde entonces, nunca ha estado fuera de Japón por mucho tiempo. Se casó con una mujer japonesa, Tami, cuyo trabajo los llevó a California; y tiempo después se mudaron a Nueva York para que Iván pudiera asistir al Culinary Institute of America. Pasó dos años trabajando en algunas de las principales cocinas de Nueva York en la década de los 90´s como Lutecia y Mesa Grill. El trabajo duro y loco en esos lugares le enseñaron a calmarse y dejar de creerse un sabelotodo, la cocina le enseño a aguantar y cerrar la boca.
Cuando nació su hijo Isaac en 1996 Orkin decidió que era momento de tomar un trabajo más formal tomando un puesto como chef ejecutivo de una corporación y junto con su esposa compraron una casa en Mamaroneck, Nueva York, en el condado de Westchester. Desafortunadamente una desgracia ocurrió en su familia, a los cinco meses de embarazo de su segundo hijo, su esposa se enfermo gravemente de unas terribles fiebres y tres días mas tarde Tami y su bebe murieron.
Orkin comenta al respecto “La muerte de mi esposa me hizo más fuerte y perder el miedo al fracaso, porque lo peor, ya había pasado”. En los siguientes años Orkin viajó con frecuencia entre Nueva York y Tokio, donde viven los abuelos de Isaac. Unos años más tarde, en una cita a ciegas en una tienda de ramen, conoció a la mujer con quien se casaría nuevamente, Mari, quien también estaba criando un hijo, Alex, como madre soltera .
Se establecieron en Tokio, y durante tres años, recogió a los niños en la escuela y aprendieron de la cocina casera japonesa (teriyaki de pollo y el popular raisu omu, arroz frito cubierto con una lámina de huevo cocido, ambos acompañados de un montón de salsa de tomate). Aunque llevaban una vida relajada y feliz, comenzó a tener la inquietud y la idea de tener su propio restaurante, pero hacerlo como extranjero en el mismísimo Tokio parecía casi imposible. Aunque era un experto en el ramen y era un obsesivo por aprender sobre este platillo, dudaba de que existieran comensales dispuestos a comer comida japonesa preparada por un extranjero. Pero él comenzó a elaborar su propio plato ideal, ligero y claro, con la sopa hecha con dos tipos de caldo mezclados en el mismo recipiente, con dos tipos de grasa (pollo y cerdo) con un mínimo de guarniciones.
Aunque en ese momento el era un chef occidental con una carrera que lo sustentaba como un verdadero experto y mucha experiencia, la forma en la que sabia hacer los caldos, fondos o consomés le eran inútiles para lo que deseaba presentar. Así que volvió a aprender y practicar hasta que en 2007 abrió las puertas del primero de sus restaurantes Ivan Ramen, el cual recibió excelentes críticas y reseñas el mismo día de su inauguración. Iván trabajó e hizo todo lo necesario para asegurarse que los comensales que asistieran a su restaurante no fueran por el morbo, la gente debía ir porque les gustaba su comida sin importar que el creador fuera un norteamericano.
Iván se mudo nuevamente a Westchester con su familia que ahora incluye un tercer hijo llamado Ren. Y por supuesto el éxito continua ya que esta por abrir su cuarto restaurante en Lower East Side donde promete habrá muchos más y mejores ramen. En sus objetivos aun esta el descubrir nuevos fideos que debe explorar como: el ramen hiyashi (frio), Tsukemen, mazemen, udon, somen.
En toda su comida siempre agrega toques de comida americana y la tradición judía como el bol de arroz cubierto con pescado blanco ahumado; mazemen a los cuatro queso, un plato de fideos con salsa caliente; tonkotsu de pollo, chuletas fritas en grasa de pollo. El describe su cocina como de autor raro, pero en la cual refleja toda su odisea alrededor de los noodles (fideos)
“Como chef, te debes a ti mismo para cocinar desde el corazón, una parte del mío se encuentra en Nueva York, y la otra parte siempre estará en Japón.”