Por: Carlos Dragonné. @carlosdragonne
¿Están queriendo joder todo lo que tenga que ver con el turismo a propósito? ¿Ahora van contra la gente? La pregunta surge con rabia, con tristeza, con impotencia. Hemos caído en manos de miserables y rapaces que desde las posiciones de poder están dispuestos a destruir cualquier esperanza de crecimiento en la microeconomía de quienes prestan servicios turísticos. Esto va, además, un paso más allá. Es una afrenta contra trabajadores y miembros de una industria que ha sostenido a México más allá de lo que es humanamente comprensible. Ahora el SAT ha decidido meterle impuestos a propinas. Y citando a un gran amigo cuando vio la noticia, hay que ser hijos de puta.
De acuerdo con el artículo 346 de la Ley Federal del Trabajo y publicado en el Diario Oficial de la Federación, las propinas percibidas por los trabajadores en hoteles, casas de asistencia, restaurantes, fondas, cafés, bares y otros establecimientos, son parte del salario del trabajador.
Por ello, “deben ser consideradas por el empleador para efectuar el cálculo y retención del ISR que, en su caso, resulte a cargo del trabajador en los términos de la ley del ISR”.
Digámoslo claramente. La 4T va por lo poco que ganan meseros y trabajadores de la industria de la hospitalidad. Esa gente que apenas gana lo mínimo en salario y prestaciones y que sobrevive por ese 10%, 13% o 15% promedio que deja el cliente (hasta 18 o 20 si se trata de extranjeros) ahora va a tener que pagar más impuestos y, por ende, ganar menos. Los impuestos a propinas son la nueva muestra de que no entienden nada y, peor aún, que llegaron engañando a todos los que convencieron y sabiendo que lo hacían.
[box type=”shadow” align=”aligncenter” class=”” width=””]Desaparece el CPTM. Miguel Torruco y la 4T en esfuerzo contra el turismo.[/box]
Un gobierno que ya de por sí decide cuándo podemos beber o no con su absurda “ley seca” en días de asueto y que afecta hasta en un 70% la venta en establecimientos de consumo cuando eso sucede, ahora va por el dinero que ganan los trabajadores de esa industria.
El embate contra el turismo a través de la completa ineptitud de Miguel Torruco y su pléyade de incompetentes ya era bastante complicado desde el anuncio de la cancelación del NAIM y, de hecho, ha causado caídas en los visitantes hasta en un 14% en algunos destinos de nuestro país. Ellos, por supuesto, tienen otros datos.
Pero ahora el embate no es contra la industria. El impuesto a propinas es un embate contra los trabajadores de la industria. Gente que, en su mayoría, entró a la profesión del servicio más por necesidad que por elección y que hoy habrán de adelgazar más el gasto en casa porque el SAT ha decidido que ganen menos.
¿Cuánto más creen que pueda soportar el turismo si ahora se lucha hasta en contra de los propios empleados y base de la pirámide del servicio turístico? Miguel Torruco ha callado en más de una vez sobre los abusos que la cuarta transformación ha hecho en la industria que él se supone que tiene que administrar. No esperamos que en esta ocasión levante la voz. La miseria y lambisconería no se curan de un día para otro. Habría que empezar a darle a semejantes mezquinos gubernamentales salario mínimo y dejarles propinas según su desempeño para ver si así entienden lo que están haciendo.
México va mal y de malas. Esta 4T nos está saliendo muy cara. Y quizá indignaría menos si no fuera porque en las primeras tres semanas en las que Margarita Ríos Farjat estuvo al frente del SAT, se condonaron deudas por más de dos mil 800 millones de pesos. Sí. 2,854,707,788.ºº. Pero los meseros salvarán a México.
Insisto… hay que ser hijos de puta.
El turismo condenado. La ineptitud de López Obrador y Torruco.