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Hotel Gran Casa Sayula, entre tacos de tatemado y raicillas

por Elsie Mendez Enriquez

Por Elsie Méndez @sabormexico

En verdad adoro que en cada viaje descubra nuevos lugares de México que tanto tiene por ofrecer y si hablamos del estado de Jalisco particularmente -que es de donde estoy regresando-, confirmo que, con una semana, uno no puede visitar todo lo que quisiera. En esta ocasión pude conocer un lugar llamado Sayula, ubicado en la parte del sur del estado donde está localizado el hotel Gran Casa Sayula que era mi motivo principal de viaje a este poblado y que, como siempre, me dejó con ganas de más. Más días, más comida, más recorridos…

Todo gran lugar tiene una gran historia, o al menos así me ha tocado a mi con los que visito y Gran Casa Sayula no fue la excepción. Apostar y poner todos los recursos de una vida no ha de ser una decisión fácil, pero la familia Cota, apostó y no se fue por lo mas fácil, decidieron hacerlo en Sayula, un pueblito muy pintoresco que tiene historias por todos lados además de la importante producción agrícola,  producción de raicilla y tequila y hogar de la fábrica de los cuchillos Ojeda. Por supuesto tienen también una gastronomía local que reproducen en el hotel de forma magistral y que, sólo de recordarlo, se me hace agua la boca mientras escribo esto.

Después de una remodelación que les llevo más de 8 años, Gran Casa Sayula es el ejemplo de la hospitalidad, el buen manejo y operación en todas sus áreas. Claro, no podría ser de otra manera, ya que los propietarios son hoteleros de carrera de toda la vida y ponen en práctica todo lo que las grandes cadenas les enseñaron y hoy nos ofrecen en esta propiedad del S. XVIII

Una de las cosas que más me gusta de los hoteles boutique es que, en vez de esa recepción con un mostrador que a veces es tan impersonal, tienen un escritorio con cómodos sillones para que, desde tu llegada, recibas esa atención que uno busca cuando selecciona hoteles como Gran Casa Sayula, además el check in es mucho más eficaz y rápido que en muchos hoteles de cadena.

Gran Casa Sayula Hotel

Gran Casa Sayula Hotel

Nos dirigimos a nuestra habitación que se encontraba justo frente al patio principal y el restaurante que se engalanan con un hermoso arbol de arrayán enorme y una hermosa fuente con ese suave murmullo del agua que cae y siempre provoca que uno se relaje y se olvide de los problemas y la vida cotidiana en la que está metido.

Todas las habitaciones de Gran Casa Sayula son amplias y muy cómodas, muy buenas camas y mejores colchones, hay selección de almohadas para quienes, como yo, tienen que andar buscando entre la que mejor les acomode, textiles de las artesanas locales que adornan sus camas y en el baño ofrecen amenidades de L´Occitane.

Llegamos justo para la hora de la comida y yo ya tenía buenas referencias del Chef Hadad Partida y su excelente cocina. Lo que mas ansiaba probar son los platillos típicos de Sayula: los sopitos, las tostadas, los tacos de tatemado estilo Sayula… sóolo de recordarlos me dan ganas de regresarme en este instante. El menú de La Frambuesa, el nombre del restaurante del hotel, es muy amplio y ofrece platillos para todos los gustos pero, de verdad, les recomiendo que prueben los platillos de la región que el Chef Hadad prepara porque difícilmente los podrán disfrutar fuera de Sayula y, más específicamente, fuera del hotel Gran Casa Sayula. De los tres platillos mis favoritos fueron los tacos de tatemado que son hechos a base de tres cortes de cerdo y una cocción de más de 3 horas en el horno, pero además estuvieron marinándose en una salsa de chile de árbol y otros ingredientes que les dan un sabor excepcional, la carne es suave, con sabor intenso pero no picosa y en esas tortillas recién hechas uno no puede parar de comerlos.

Nuestro manjares los acompañamos con tequila, raicilla y ponche de granada, todos de Sayula, montados en una tablita de madera que presenta las tres bebidas. Así, fuimos conociendo mas del productor que visitaríamos al día siguiente y degustando cada uno con los platos que nos presentó Hadad, mientras platicábamos con Heriberto Cota y su esposa Ligia, propietarios del hotel. Contrario a lo que muchos piensan de la raicilla, incluyéndome, el sabor no era tan fuerte y agresivo, y el sabor ahumado es tenue y con notas herbáceas. El tequila fue también muy diferente a los industrializados que solemos tomar, añejado en vidrio y, sin ese sabor alcoholizado, el sabor del agave en este tequila se siente y se percibe. El ponche tiene el sabor ácido de la granada y muy dulce que, con una buena barbacoa, iría muy bien.

Tacos de Tatemado estilo Sayula, Hotel Gran Casa Sayula

Tacos de Tatemado estilo Sayula, Hotel Gran Casa Sayula

Terminada la comida descansamos un rato porque era hora de darnos un momento en el Terracota Spa. Este fue uno de los momentos de mayor sorpresa que tuve en el hotel y les voy a contar por qué. Aunque muchos hoteles se jactan de tener un gran servicio de Spa, resulta ser que cuando uno toma los masajes termina mas maltratada de cómo entro y los terapeutas no son tan profesionales como uno esperaría. En Gran Casa Sayula, Fernando, el director del Spa, y Rosario son expertos terapeutas y cuidan de dar el tipo de masaje más adecuado, haciendo una serie de preguntas adicionales a las que todos llenamos en las hojas de los Spas y, estando en un destino tan alejado y que pareciera que el tema del Spa no fuera tan importante, aquí sí lo es y se agradece muchísimo que Heriberto y su familia tengan a estas manos expertas a nuestro servicio.

Una cena, no muy ligera debo confesar, la hicimos en una cenaduría tradicional de Sayula, que no es un restaurante como tal porque todas están ubicadas en la casas de las cocineras que, noche tras noche, preparan los antojitos de Sayula. Mucha charla y muchos sopitos después, nos fuimos a la cama. Y les digo que dormí como si hubiera cenado lechuga y té de tila, para quienes insisten que la cocina mexicana es pesada.

Ligia, como gran concierge que es, nos tenia armada una gran agenda para el día siguiente y se las contare en el siguiente artículo de Sayula. Por ahora nos concentraremos en el hotel y mi experiencia en él.

Disfrutatamos una grata, muy grata comida como en familia, después de andar todo el día de paseo por Sayula en el segundo día de nuestra estancia. El papá de Heriberto llegó de visita y, junto con Ligia, el chef Hadad, mi cómplice Yuliana y Heriberto, disfrutamos de un banquete delicioso: carnes asadas al carbón con unas salsas recién hechas en molcajete, guacamole, frijoles refritos, más raicilla, tequilas y cervezas, aderezado todo con una larga platica con la familia Cota, ¡Ah, y el postre! Casi lo olvido, una nieve de pétalos de rosa de ensueño.

Tostada de lomo

Tostada de lomo

El clima fue muy bueno con nosotros y se antojaba una nadadita en su alberca climatizada para, después de un descanso, prepararnos para la cena en la cual el chef Hadad nos presentaría algunos de los platillos de la cocina de su autoría que forman parte de su menú.

La cena dio inicio y, así, un festín que nos hizo quedarnos platicando hasta muy entrada la madrugada. Comenzamos con unos pulpos al ajillo muy bien cocinados y sazonados, con la textura adecuada para este ingrediente que solo un buen cocinero sabe preparar, un queso brie hojaldrado muy diferente a como todos los chefs lo presentan y, por supuesto, muy sabroso. Gnocchis con ragú de jitomate y flores de albahaca sobre costra de parmesano bien dorada y crujiente, ¡Oh Dios! Si no hubiera estado advertida que todavía tenáa platos por probar, la verdad es que me habría comido dos porciones de este plato. La textura y sabor de los gnocchis sólo podemos calificarlos como excelentes y el ragú no era demasiado ácido, al contrario, bien balanceado y las flores de albahaca llenaban de perfume el plato.

Roulade de pollo relleno de requesón y arándanos y salsa de frambuesa y chipotle, con el ingrediente estrella de la región: las frambuesas. No demasiado dulce ni picoso, dando el toque perfecto al pollo y ese trocito de tocino que lo envolvía, rellenos de un requesón que se notaba era hecho en casa y muy fresco.

Gnocchis con ragú de jitomate y flores de albahaca, Hotel Gran Casa Sayula

Gnocchis con ragú de jitomate y flores de albahaca, Hotel Gran Casa Sayula

Para finalizar, un Brownie tibio con helado de vainilla y salsa de frambuesa. No se pueden perder este postre de la carta y, también, para media tarde o media mañana es perfecto… de hecho es perfecto a cualquier hora por lo bueno que está.

Muchas historias nos contamos acompañados de buenos vinos mexicanos que Heriberto ha seleccionado para su cava y que también muestran el cuidado en los vinos que ofrecen para quienes se hospedan o visitan Gran Casa Sayula.

La hospitalidad es lo que hace la gran diferencia entre un buen hotel y otro y Gran Casa Sayula es un ejemplo de cómo hacer que el conjunto en su totalidad sea una experiencia que uno quiera repetir una y otra vez, ya sea porque se me acabe la cajeta, mi botella de tequila llegue a su fin o solo por las ganas de esos tacos de tatemado. Sé que voy a regresar muy pronto y espero sea antes de lo que me lo imagino.

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2 comentarios

Lenin Aceves 19 de julio de 2013 - 16:57

Revisen la ortografía y el estilo, esos detalles aniquilan la calidad de su trabajo.

Sabores de México 19 de julio de 2013 - 17:28

Estimado Lenin:

Te agradecemos mucho tus comentarios. Tienes razón. Hemos revisado esos pequeños detalles que, a veces, se nos escapan en algunos artículos. Que bueno que tomaste el tiempo de hacérnoslo ver para corregir a tiempo.

Saludos y sigue visitándonos para compartir experiencias gastronómicas y de viaje en este maravilloso país que es México.

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