Crónica de cómo me enamoraron en el Hotel B
Por Yuliana Ballesteros @ChinouB
“Me gustan los hoteles, porque a pesar de que en ese mismo cuarto haya estado una persona dos horas antes, siempre se siente como si uno fuera la primer persona en el mundo en entrar ahí”. Moby
Y aunque he tenido la fortuna de vivir esa experiencia varias veces, puedo decir que la magia tan especial que tiene la isla de Cozumel, y desde luego el Hotel B, han hecho de esta estancia, algo perfectamente memorable.
Y es que la experiencia en Hotel B (orgulloso miembro de Hoteles Boutique de México) está, y estará siempre forjada en los detalles. Desde el momento que entras a la propiedad y eres recibido con un caballito de ceviche fresco y refrescantes aguas para mitigar un poco el intenso calor, sientes que en efecto, eres la primer persona en descubrir un Edén secreto.
La propiedad es hermosa, contrastando colores blancos y azules que combinan con la exuberante vegetación de Cozumel; y está está diseñado para ser una pieza de arte en sí.
Los dueños del Hotel B han tomado la tarea de curar cada rincón de esta propiedad con arte representativa de los diversos rincones de México. El resultado siendo una explosión de colores, texturas, imágenes y figuras que no solamente sirven para alegrar los ojos, también nos ponen el marco para apreciar las diferentes tonalidades de azul del mar. Y lo mismo pasa con las habitaciones; ya que cada una tiene su propio concepto y decoración.
Y si…. esta experiencia apenas está comenzando. Después de un check-in sumamente eficiente y amable, se nos explicó la filosofía de este hermoso lugar. Y es aquí en donde el Hotel B se vuelve único.
El Hotel B es un eterno enamorado de su isla, el Hotel B está orgulloso de lo que Cozumel es y representa; el Hotel B cuenta la leyenda, la atesora y la cuenta a sus huéspedes como si la hubieran vivido en carne propia. En el Hotel B están orgullosos de sus productos, de sus artesanos y de su gente, y lo hacen notar en cada una de sus atenciones.
En el Hotel B se van a ajustar a cada una de tus necesidades, y a consentir todos y cada uno de tus caprichos. No importa si estás ahí para relajarte, para asolearte por horas sin importar más nada. No importa si lo que quieres es ejercitarte, o salirte todo el día e ir a conocer la isla.
El Hotel B logra lo que pocas propiedades de su estilo: ofrece un verdadero santuario en donde el estrés de la vida diaria queda olvidado. Estoy segura que esta visita es solamente la primera de muchas y les recomiendo ampliamente que se den la oportunidad de apreciar todo lo que este pequeño rincón tiene para ofrecer.
¡Adiós Cozumel, amenazo con regresar!
Para mayores informes sobre Hotel B contacta a Hoteles Boutique de México ellos se encargarán de hacer de tu estancia una maravillosa experiencia