¿Quieres comer más sano y ahorrar más dinero siguiendo una dieta saludable? Contrariamente a la creencia popular, esas dos cosas no son mutuamente excluyentes. Es posible hacer mejores elecciones de alimentos sin gastar una fortuna; sólo tienes que saber dónde buscar.
Lo primero es lo primero. Empieza por cocinar más en casa, las comidas caseras son más nutritivas y más asequibles que las comidas para llevar o las de los restaurantes. Solo tienes que seguir estos sencillos pasos para comer (y comprar) ingredientes más sanos especialmente cuando tienes un presupuesto más bajo.
Abastecerse de fuentes de proteína más baratas
Además de aportar algo de variedad en tu dieta, las fuentes de proteína más baratas te ofrecen la oportunidad de ser creativo con tus comidas. Sí, las pechugas de pollo deshuesadas y sin piel son una opción saludable, pero si optas por un pollo entero, es más barato y te da más cortes con los que cocinar. Puedes convertir las pechugas en una ensalada, usar la carne del muslo para una sopa saludable y preparar los muslos en la parrilla.
Y si quieres algo más que carne, las judías secas y las lentejas son una excelente fuente de proteínas y una forma fácil de aumentar el volumen de las sopas y otros platos sin gastar más. Mientras tanto, haz que los huevos formen parte de tu lista de compras habitual. Son decentemente versátiles, y no sólo en la elección entre revueltos y fritos: son un gran complemento para las ensaladas, los refrigerios saludables y las cenas fáciles, como tortillas, frittatas, huevos rancheros o quiche.
Únete a un Huerto Local
Cuando te unes a un Huerto local, obtendrás una cantidad garantizada de productos frescos de temporada y apoyarás a los agricultores de la zona. ¿Cómo funciona? Normalmente, los miembros reciben una caja semanal de los cultivos de la temporada que están cultivando.
Recomendamos los Huertos Locales son una opción más sostenible que la mayoría de lo que encuentras en los supermercados, ya que los productos provienen de los agricultores locales. También son una gran manera de garantizar alimentos frescos para la temporada y son una gran forma de introducir nuevos tipos de frutas y verduras en tu dieta.
Compra alimentos básicos saludables a granel.
Los supermercados que venden al mayoreo son una gran forma de abastecerse de productos enlatados, secos y congelados, y tener una sólida reserva de artículos estables en casa significa que siempre tendrás opciones saludables a mano. Y si necesitas comprar granos saludables a granel, las tiendas como Cotsco o Sam´s son excelentes opciones. Aunque otros artículos pueden ser caros, sus contenedores tienden a tener un precio comparable. La despensa de Amazon es otro lugar inteligente para buscar artículos a granel.
Planificación de comidas
La planificación de las comidas puede parecer una cosa más para añadir a tu ya ocupada agenda, pero prometemos que hace que la alimentación saludable (y la alimentación en general) sea significativamente más fácil. Como punto de partida, intenta replantearte cómo considerar la preparación de las comidas. No significa que tengas que pasar todo el fin de semana cocinando y dividiendo la comida en porciones.
Más bien, comienza por crear un menú al que puedas recurrir durante la semana: un plan de acción claro (con una lista de compras incluida) hace que la compra de tus alimentos y cocinar en casa sean mucho más fáciles, por lo que comenzarás a depender menos de la comida rápida y de las comidas para llevar. Una vez que hayas comenzado a organizar tus horarios de comidas con anticipación, puedes comenzar a preparar lotes de granos, vegetales y proteínas con anticipación.
Compra en tiendas de alimentos especiales (y pasillos).
Recuerda que en los pasillos de ingredientes de otras partes del mundo o en tiendas especializadas puedes encontrar productos que añaden variedad a tus platillos y a tus menús semanales. Hay muchos productos que son bajos en calorías que se usan en cocinas de otros países y culturas como la Tailandesa o Vietnamita, y así de paso viajar a través de los sabores.