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Bodegas Santiago Queirolo, raíces italianas con sabor peruano

por Elsie Mendez Enriquez

Por Elsie Méndez @sabormexico

Perú, como muchos países en Latino América, tuvieron la herencia de la plantación de uvas para la producción de vinos, a lo largo del tiempo unos países crecieron mas y mejor en la producción pero sobre todo en la cultura del vino, en el caso de Perú algunos viñedos nacieron de aquellos migrantes italianos que por supuesto también tenían el sueño de poder tomar esa bebida a la que estaban acostumbrados, así nacen Bodegas Santiago Queirolo con raíces italiana que con el tiempo tendrían sabor peruano.

La historia de esta bodega nace en 1877 cuando la familia Queirolo llega al Perú procedentes de Génova, Italia y se establecen en el histórico destino de Pueblo Libre en Lima. Para 1880 la familia era quien proveía a los migrantes y descendientes de italianos de vinos y pisco, cumpliendo con la tradición y costumbres que ellos traían del viejo continente.

A lo largo de los años la familia muda los viñedos a la zona sur y mas adelante la tercera generación de herederos han hecho toda una renovación a la bodega, las viñedos y planta de elaboración, por lo que hoy cuentan con mas de 33 productos ente vinos, espumosos y piscos.

Cuando me comentaron de vinos en el Perú me llamo mucho la atención porque nunca antes había conocido y mucho menos degustado un vino procedente de este país, por lo que me di a la tarea de conocerlos mas de cerca y conocer, además de sus historia, los sabores y características de los vinos procedentes del Perú.

Bodega Santiago Queirolo, Peru

Bodega Santiago Queirolo, Peru

La planta de producción de Bodegas Queirolo esta muy cerca de Lima, a tan solo 45 minutos por lo que pueden ir a conocer la bodega con toda facilidad si andan de paseo de placer o negocios por esta ciudad y podrán disfrutar de un lugar además de muy bonito, muy interesante, uno se asombra de lo grande y moderna que es y los jardines y antiguo casco del edificio que rodea a la planta donde se llevan a cabo las catas y degustaciones es extraordinario, un espacio digno de una bodega con tanta historia y tradición.

Un recorrido por la planta nos mostro la moderna tecnología que utilizan para la elaboración de sus vinos y piscos, hileras enormes y muy altas nos muestran el éxito que esta bodega tiene en los mercados nacionales e internacionales porque el imposible poder contar a la vista la cantidad de cajas apiladas listas para salir a cumplir con los comensales y seguidores del vino de Bodegas Queirolo.

De la gran variedad de vinos que producen tuve oportunidad de probar dos de sus vinos, el blanco Intipalka de uva varietal Sauvignon Blanc, de tono amarillo muy pálido y reflejos verdes, es un vino expresivo con notas cítricas de manzana verde, su sabor es refrescante, muy ligero, con cuerpo medio y muy buen nivel de acides. Este vino lo encontré en prácticamente todos los restaurantes que visite en Lima y Cusco, su amabilidad y sencillez, es un vino que acompaña muy bien las entradas o para las tardes de sol en ciudades como estas.

Intipalka-Varietal-Sauvignon-Blanc

Intipalka-Varietal-Sauvignon-Blanc

El vino tinto Intipalka de uva varietal Malbec tiene tono rojo obscuro y en nariz frutos negros, chocolate y cerezas maduras. En boca los taninos son redondos, con un final largo.

De los dos, mi favorito fue el blanco, tal vez pensando que puede ser un vino para todos los días, y que cuando llegue a México será bien recibido por muchos comensales que inician en el mundo del vino, además de que su precio es muy accesible.

Fue interesante como siempre aprender algo nuevo, y conocer de la larga e importante tradición en la producción de vino en el Perú. Me quedo pendiente el poder conocer sus viñedos que se encuentran un poco mas alejados y donde cuentan con un hotel y tours enológicos, así que lo apuntamos para la próxima.

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1 comentario

Juan 14 de octubre de 2019 - 06:39

En mi opinión, la riqueza gastronómica de Perú se basa en la mezcla. No solo eixten raíces vinícolas italianas también algún suculento plato aprovecha la riqueza gastronómica de aquél país, como es el menestrón, originalmente una sopa humilde que en Perú se eleva a plato de primera. La preparación puede ser algo laboriosa, pero con tiempo y ganas se obtiene un producto realmente exquisito.

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