Me tardé muchos años en animarme a comer Escamoles. De hecho, fue en el extinto restaurante Charro del querido Daniel Ovadía que, por azares de andar queriendo convencer a Elsie de que saliera conmigo -sí, hace ya esa cantidad de años-, me animé a probarlos. Y, al final, el conquistado fui yo. ¿Cómo es que pasé tanto tiempo sin probar esta delicia de platillo que es tan mexicano y que nos pone en un lugar único en el mapa culinario mundial? Lo más extraño es no haberles compartido una receta así que vamos a cocinar Escamoles al Ajillo.
¿Qué son los escamoles al ajillo y cómo los preparamos?
El escamol es, como bien saben, el huevo de la hormiga güijera. De hecho, hace algún tiempo les escribimos un artículo sobre el gusto de comer insectos en nuestra cocina. Cocinarlos no tiene su ciencia pero hay un par de trucos que no deben olvidar. El primero: consigan buen producto. El segundo: usen barro. Ahí les va una receta de escamoles al ajillo bastante interesante.
Para preparar los escamoles al ajillo vamos a necesitar:
- 1 k de escamoles
- 200 g de mantequilla
- 1 cebolla chica picada finamente
- 3 dientes de ajo picados
- 2 chiles guajillo rehidratados y desvenados
- 1 chile serrano finamente picado, sin venas, sin semillas
- 4 cdas. de epazote picado
Ahí les va. Esto es demasiado fácil para ser verdad. Pero en realidad preparar los escamoles al ajillo es de una sencillez que da risa. Lo primero que tenemos que hacer es lavar bien los escamoles con agua fría. Dejen que escurran bien.
En una cazuelita de barro derritan la mantequilla y agreguen la cebolla y el ajo. NO dejen de mover para que se acitronen bien. Pongan el chile guajillo picado y el serrano. Integren bien y frían. Agreguen los escamoles y el epazote. Cocinen por unos cinco minutos y rectifiquen con sal.
Sirvan con tortillas. Busquen las mejores que puedan. Mejor si son de maíz azul hechas a mano.
No olviden compartir en nuestra página de Facebook cómo les quedó.