Enoturismo en la Ribera del Duero

¿Te imaginas despertar en medio de viñedos, iniciar tu día con un delicioso desayuno inmerso en un paisaje espectacular y empezar así un día lleno de historia, arquitectura, sabores y castillos inolvidables?

Pues deja de imaginar y vive la experiencia de recorrer la ruta del Vino en la Región de la Ribera del Duero. De fácil acceso a poco menos de dos horas de viaje en auto desde Madrid, en las suaves colinas de la Ribera del Duero puedes encontrar desde un cómodo spa, impresionantes iglesias y ciudades medievales, bodegas con moderna y galardonada arquitectura, museos de vino, exposiciones de arte sacro, hasta imponentes castillos y por supuesto una gastronomía deliciosa y vinos simplemente… sublimes.

La Ribera del Duero se extiende por más de cien kilómetros custodiando el Rio Duero, siguiendo un sinuoso curso desde la ciudad de San Esteban de Gomaz al este, hasta la ciudad de Peñafiel en el extremo oeste. Mientras que la ciudad de origen medieval Aranda del Duero se asienta justamente en el corazón de la región.

La comarca ha tenido por siglos una exitosa vocación vinícola y en los últimos años ha sido reconocida como uno de los 10 mejores destinos del mundo para los amantes del vino por las principales revistas especializadas. Nombramiento que no ha llegado de forma gratuita: con una tradición vitivinícola histórica, hoy día entre sus más de 240 bodegas se encuentran algunas propiedades cuyos vinos se consideran entre los mejores del globo.

Pero la experiencia en la Ribera del Duero va mucho más allá que simplemente recorrer las bodegas y catar sus exquisitos vinos. La cultura y la gastronomía sobresalen en la región, mostrando múltiples facetas que enamoran a cualquier viajero.

Las bodegas se han transformado, añadiendo a su comprobada capacidad para producir vinos de excelsa calidad, instalaciones para dar alojamiento a los visitantes y así proporcionarles una estadía cómoda y diferente. Otras bodegas, desde su diseño ya han sido construidas pensando en una completa oferta enoturística como es el caso de la Bodega Traslascuestas en la zona de Valcavado de Roa.

La moderna arquitectura de la bodega se incrusta en las colinas, ofreciendo todos los servicios para una experiencia única. Cuenta con diez amplias y cómodas habitaciones, cada una designada por una variedad de uva, te puedes hospedar en la habitación «Verdejo» o la «Zinfandel» por ejemplo, y al iniciar la mañana, cuando desplazas la cortina, la luz ilumina la habitación y se descubren ante tu vista los viñedos que se extienden hasta perderse en el horizonte.

La Bodega Traslascuestas también cuenta con un amplio restaurante en dónde se puede disfrutar el «lechazo al horno», un plato único que ya es patrimonio de la región: cordero lechal -el cuál cuenta con la protección de Denominación de Origen- que se disfruta de principio a fin, con la carne suave protegida por una piel crocante que acompañados de una morcilla y vinos de la bodega es como estar en el mismo paraíso.

Traslascuestas cuenta con un pequeño pero informativo museo del vino, en dónde se puede ver una barrica en su proceso de ensamblaje, las etapas principales de la producción del vino o bien participar en un divertido taller sensorial.

Por otro lado, la Bodega Traslascuestas también ofrece a sus visitantes un spa, en dónde después de recorrer la parte histórica o bien después de visitar algunas de las bodegas en los alrededores, te puedes sumergir en un reconfortante jacuzzi, relajando el cuerpo y recuperar así la energía para el día siguiente, porque debes creerlo: La Ribera del Duero es mucho más que uno o dos días de visita a las bodegas.

Enoturismo se puede llevar a cabo en muchas regiones del mundo, pero en pocas se puede disponer de tal cantidad de bodegas y sobre todo, de vinos a tal grado de excelencia. La mayor parte de las bodegas cuentan con salas especiales de degustación y tienda, aunque conviene siempre consultar los horarios de visita y reservar con anticipación.

El número y prestigio de bodegas es casi inagotable, y algunas de ellas se han convertido en referentes de la arquitectura moderna como el imponente edificio de la Bodega Portia, en la villa de Gumiel de Izán. Obra de Norman Foster, es un edificio en perfecta armonía con el paisaje en dónde el acero, vidrio y roble se combinan con maestría.

Otra bodega de arquitectura galardonada es la Bodega Protos, a pies del majestuoso Castillo de Peñafiel. En dónde una red de galerías subterráneas horadadas en la falda de la montaña del castillo, conducen a los visitantes hasta la nueva edificación, creación de Sir Richard Rogers: amplias estancias inundadas por la luz, arropadas por el vidrio y madera que ofrecen un marco incomparable para aprender y disfrutar del preciado fruto de la región… el vino.

Una de las ventajas de hospedarse en la céntrica ciudad de Aranda del Duero es que es un destino de interés histórico por si mismo, pero si ello no fuese suficiente, es un lugar estratégico para emprender las rutas a las bodegas y a los monasterios y castillos que se encuentra alrededor.

Entre sus murallas que custodian el antiguo centro de la ciudad, se encuentran edificios de incalculable valor histórico y arquitectónico como la Iglesia de San Juan cuyo origen es tan antiguo como la fundación de la villa. Construida entre los siglos XIV y XV sobre un antiguo templo románico, su fachada gótica está adornada por una portada de arcos, sostenidos por un conjunto de angostos capiteles.

Otro edificio de notable belleza es la iglesia de Santa María La Real, que según los registros históricos ya estaba en construcción en 1439, y fue inaugurada por el rey Fernando el Católico en 1515. En su interior destaca el púlpito plateresco, hexagonal y de madera de nogal sin policromar, el retablo romanista y la escalera del coro, realizada en 1523 por Sebastián de la Torre. La capilla más antigua de la iglesia, situada bajo la torre románica, alberga una pila bautismal del siglo XIII en la que fue bautizado en el siglo XVI Don Bernardo Sandoval y Rojas, arandino ilustre, Consejero de Estado, Inquisidor General del Reino… y nada menos que mecenas de Cervantes.

Aranda del Duero ofrece a sus visitantes otro tesoro único: las bodegas subterráneas. Una red de galerías ideadas para la elaboración y almacenamiento del vino. La Bodega Histórica Don Carlos que data de finales del siglo XIV ofrece recorridos por sus únicas salas subterráneas y en dónde se lleva a cabo todos los sábados catas de vinos, muy apropiadas para aquellos que van iniciando en el fascinante mundo del vino.

Sin embargo, no te dejes engañar por el contexto histórico de la región y de una ciudad como Aranda del Duero. Al caer la noche, el movimiento de una ciudad viva se deja ver con numerosas familias paseando por sus calles y plazas, así como disfrutando de sus bares y restaurantes.

Pequeños espacios, que no obstante su tamaño, deleitan hasta el más exigente paladar. Como el pequeño restaurante «La Raspa» que tiene un adorable salón adornado en blanco y magenta, en dónde puedes probar por ejemplo unos deliciosos chipirones a la plancha, o bien un exquisito arroz con marisco o un bacalao confitado a baja temperatura sobre una cama de pimientos asados y lágrima de salmorejo ¡que te mueres de lo delicioso que está!

En el centro de Aranda del Duero puedes encontrar el restaurante «Mesón El Pastor» cuya tradición inició desde 1976 y es otro imperdible: ahí las chuletillas al horno de leña son un verdadero privilegio, por decirlo de una forma breve, un pedazo de cielo en tu plato.

Otro oasis del buen comer y del buen beber, pero en la población de Roa es el restaurante «Asados Nazareno». Un templo dedicado al platillo ícono de la región: el ya famoso «lechazo asado al horno de leña» que es una completa y absoluta exquisitez. Horneado por Roberto Cristobal, 6a generación de «asadores» en su hermoso horno de leña tapizado con azulejos, es un plato relativamente sencillo en donde por cierto el protagonista es el cordero lechal, en dónde cada bocado está lleno de sabor y hay un juego de texturas por su piel crocante. Acompáñalos con una morcilla de arroz y por supuesto, un tinto de la región y será una experiencia inolvidable.

En la ciudad de Peñafiel, se encuentra el restaurante “Plata”, un acogedor lugar en dónde son sublimes el carpaccio de solomillo de buey y foie y el entrecot de buey con patatas dado y salsa romesco, sencillos y deliciosos.

Muchas facetas de la región de la Ribera del Duero la confirman como uno de los mejores destinos de enoturismo del mundo. Desde la amurallada ciudad de Aranda del Duero te puedes lanzar a recorrer las mejores bodegas, visitar los museos, edificios históricos, disfrutar de la exquisita tradición culinaria de la región o simplemente relajarte con una copa de vino.

Dónde dormir

Ubicado en el centro histórico y comercial de Aranda del Duero en un edificio emblemático de la primera mitad del siglo XX. Habitaciones individuales, dobles, suites, adaptadas para discapacitados y comunicados para familias con una elegante decoración y funcional. Cuenta con programas de enoturismo con visitas a bodegas y catas.

C/San Francisco 1

0900 Aranda del Duero (Burgos)

947 546 674

www.hotelvilladearanda.com

Bodega Traslascuestas

Hotel spa, bodega y museo del vino. Cuenta con restaurante.

Carretera de Pedrosa a Mambrilla, cerca de Valcavado de Roa

947 542 851

Asados Nazareno

Calle Puerta del Palacio, 1 Roa Burgos

947 540 214

La Raspa

Calle San Gregorio 11

Aranda del Duero Burgos

947 10 75  05

Restaurante Plata

C/ Dcha Al Coso 22, Peñafiel, Valladolid

983 88 13 70

Bodegas y Viñedos Valderiz

Carretera Pedrosa, Km.1

09300 Roa (Burgos)

T. 34 947 540 460

E-mail: bodega@valderiz.com

Bodegas Pingón

Carretera N. 122, Km 311

47300 Peñafiel Valladolid España

T. 983 880623

Bodega Vegaclara

Ctra. Soria n122, Km 328

47350

Quintanilla de Onesimo

Valladolid

Bodega Torres de Anguix

C/La Tejera s/n

09312 Anguix (Burgos)

T. 947 55 40 08