Un clásico cubano lleno de historia
El ron ligero, el vermut seco y la granadina son constantes los ingredientes en el clásico coctel cubano, con el tiempo cambiaron otros ingredientes para hacerlo más del gusto de quien lo prepara y lo toma. El Presidente. Puede que Cuba se haya asegurado su lugar en la historia de la coctelería aportando al mundo la Cuba Libre, el daiquiri y el mojito, pero durante su apogeo provocado por la Ley Seca, los barmans de la isla crearon docenas de espléndidas bebidas para saciar los paladares de las hordas de turistas visitantes de los Estados Unidos durante la prohibición.
El Presidente. ¿Qué hace que este cóctel sea un verdadero e indiscutible clásico?
“No es una pregunta fácil” nos dice el experto David Wondrich, uuna de las mayores autoridades mundiales en la historia del cóctel y uno de los fundadores del movimiento moderno de la coctelería artesanal. Nos cuenta que como regla general, siempre ha pensado que un coctel para ser clásico debe cumplir tres criterios: debe tener algún tipo de historia, debe haber alcanzado una popularidad o fama duradera y debe tener un gran sabor, no sólo bueno, sino encantador, delicioso, irresistible, el superlativo que sea. Hay muchos cócteles antiguos que cumplen este último criterio, pero fallan en alguno de los otros dos.
Descrito por primera vez con precisión en un artículo de 1919 en el New York Evening Telegram, esta mezcla cubana de bacardi , granadina y vermut francés (seco) fue bautizada, al parecer, en honor de Mario García Menocal, presidente de ese Cuba de 1913 a 1921 y hombre al que no le importaba echarse una bronca con un cóctel. Los cubanos, un pueblo ampliamente templado, hacía poco que habían aprendido a apreciar la bebida mixta americana, pero ésta les gustaba. A mediados de la década de 1920, los más exigentes de entre la masiva afluencia de yanquis bibliófilos que la Prohibición estadounidense llevó a la Ciudad Reina del Caribe también habían aprendido a apreciarla (bueno, todos menos Calvin Coolidge, que se negó a tomarla cuando le ofrecieron una en un banquete de Estado cubano en 1928). En poco tiempo, El Presidente era una de las bebidas más populares en Estados Unidos, tanto si se servía ilegalmente durante la Ley Seca como legalmente después. Basil Woon, el maravillosamente llamado corresponsal de sociedad, lo consideraba el “aristócrata de los cócteles”, y eran muchos los que compartían su opinión.
Segun cuenta David, hay personas que la encuentran agradable y otras como él no les gusta para nada.
Se puede hacer una combinación mitad de vermut dulce y la mitad de vermut seco para obtener una bebida más dulce, y como es típico de las bebidas con vermut dulce, se le añadiría una cereza al marrasquino. También se puede utilizar ron claro y oscuro.
Para hacer el coctel El Presidente esto es lo que vamos a necesitar
- 1 1/2 onzas de ron ligero
- 1/2 onza de vermut seco
- Una pizca de granadina
- 1/2 onza de Cointreau
- 1/2 onza de jugo de limón fresco
- Una pizca de granadina
- Un poco de cáscara de limón
Vamos a preparar paso a paso
En una coctelera o shaker colocamos hielos y lo mismo vertimos hielos en una copa coctelera para que se vaya enfriando mientras preparamos el coctel.
Agregamos el ron, el vermut, el Cointreau, el jugo de limón y la granadina con el hielo, agitamos muy bien hasta sentir el frío en la coctelera.
Tiramos los hielos de la copa y colamos la mezcla del coctel en la copa. Adornar con la cáscara de limón.