Inicio Bebidas El café y sus encantos… ¿Descorchamos una botella o pongo a hervir el agua?.

El café y sus encantos… ¿Descorchamos una botella o pongo a hervir el agua?.

por Sabores de México

«El café, que hace que al político sabio y ver a través de todas las cosas con sus ojos medio cerrados…»  –  Alexander Pope, poeta inglés-.

Por Miguel Andrés Hernández

Con el paso del tiempo somos más los adeptos al vino, bebida dionisiaca que por su carácter vivo, orgánico, natural  y mágico no deja de sorprendernos. Quién de nosotros no sucumbe a las propiedades de un gran reserva o al análisis voluntario (o involuntario incluso) de taninos y piernas que se deslizan por el interior de la copa maridados con formulas gastronómicas o mejor aún con conversaciones trascendentales.. o con ambas!

La complejidad del vino y sus alcances en nuestra sociedad es tan infinito como nuestra imaginación nos lo permita. El vino se ha convertido en un epicentro y razón (o excusa) de encuentros entre seres humanos para compartir, celebrar y divagar..

Incluso durante el siglo XX y XXI se han hallado propiedades curativas y saludables al consumo de una o dos copas de vino por día.

Cafe Nespresso

Cafe Nespresso

Grandes ideas, tertulias, romances y proyectos se dan al sabor y aroma de una copa de vino. y bien ciertas estas condiciones curativas y sociales; mágicas hasta cierto punto de vista, también es cierto que una copa de vino en la mañana y medio dia no es tampoco muy bien visto por la misma sociedad que hoy ensalza las propiedades de la vid.

Por ende, es aquí donde el hombre ha hallado otra bebida de características mágicas que permite de igual forma procesos complejos en búsqueda de un buen momento en nuestra vida diaria: El Café.

El café, es la segunda mercancía comercializada en el mundo, tras el petróleo. Se estima en 135 millones el número de personas que vive del cultivo del café, incluyendo 25 millones de pequeños productores. Cada año se beben aproximadamente 400.000 millones de tazas de café.  Por lo que entonces, hay en juego importantes intereses sociales y económicos detrás de cada sorbo y taza de este extraño elixir.

La producción mundial es superior a los 110 millones de sacos por año. Los mayores exportadores del café son los sudamericanos. Colombia y Brasil han exportado desde hace décadas millones de toneladas de éste producto a todo el mundo. Dicen que de cada 10 hogares del mundo en los que se consume café en 9 de ellos el café proviene de América Latina más específicamente de América del Sur, de Colombia, Brasil o el Perú. También en la lista están Ecuador y Venezuela como productores y desde hace algunos años México, Costa rica, Guatemala, Honduras y Jamaica han entrado también al juego de la exportación con excelentes marcas y productos que hoy se posicionan en el mercado internacional.

Existen dos grandes especies genéticas: Cafeto Arabica (Coffea Arabica) y Cafeto Robusta (Coffea Canephora) de donde se desprenden según las características botánicas de la planta diversas variedades y sub-variedades, aquí, influyen (al igual que en el vino) características propias del terreno y del micro clima en el cual se siembre tales como el terreno, altura, clima, régimen de lluvia, etc.

También, al hablar de “variedad”  se involucran elementos importantes tales como su procedencia, ambiente local de cosecha, procesamiento, método de secado, etc.

Café

Café

Algunas de las variedades de mayor aceptación dentro de la especie Arábica son: Typica, Bourbón, Pache, Caturra y Catimor. De igual forma, según el tamaño del grano, se distinguen más de una decena de clases (siendo tipo AA, la denominación del más grande y normalmente una de las de mejor precio en el mercado).

Tal como el vino se obtiene del fruto de la vid, el café se obtiene a partir de las semillas tostadas y molidas de los frutos de la planta del cafeto. La bebida fría o caliente es altamente estimulante, pues es rica en cafeína, antioxidantes y otros componentes bioactivos por lo que en sus inicios se le atribuían propiedades curativas, mágicas y energizantes (al igual que el vino).

El árbol de café tiene origen en la lejana Abisinia (actual Etiopía), al oriente de África. La leyenda difundida sobre el origen del café es la de un pastor de Abisinia llamado Kaldi, quien observó el efecto tonificante de unos pequeños frutos rojos de arbustos en las cabras que lo habían consumido en los arbustos de estos montes, efecto que fue comprobado por él mismo al renovarse sus energías. Kaldi llevó unas muestras de hojas y de frutos a un monasterio donde los monjes probaron el brebaje preparado en base a los frutos. Entonces, Siendo el vino notablemente más antiguo (5,400 años antes de Cristo) que el Café (Siglo XV después de Cristo) encontramos que los monjes son otro punto en común en diferentes etapas de la historia entre estos 2 elixir.

Dice la historia que después de varios siglos de consumo natural en Africa, se extiende a Arabia, donde se le llamó entonces “qahwa” que significa vigorizante (Otro común denominador con el vino).

Factor de ventaja para la bebida caliente es que en los últimos 6 siglos, el café nos ha ofrecido un sin fin de variantes en su preparación (espresso, cortado, ristreto, negro, capuccino, au lait, macciato, entre muchas otras) y en su temperatura (caliente, al tiempo, en las rocas o incluso frozen), mientras que el vino ha mantenido intacta su tradición y rituales de siembra , cosecha y preparación.

Semejantes o no, como Colombo-Mexicano y asiduo consumidor de ambos, café y vino son hoy en el siglo XXI líquidos que han conocido (y guiado) la historia de los humanos, nos han acompañado en gratos e importantes momentos de nuestra vida y son fuente y resultado de la casualidad y la causalidad del hombre.

Entonces… ¿descorchamos una botella o pongo a hervir el agua?

    «El café fue la única manera de robar un tiempo que en justicia debía pertenecer un poco a su antiguo yo». -Terry Pratchett ,escritor británico-.

Miguel Andres Hernández A

Director Adjunto

Hoteles Boutique de México

Twitter: @miguelandresha

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