Por Marimé Fernández
Imagínate un vaso con agua….., que delicioso es un rico sorbito de agua, cuando tienes mucha sed, ¡mmmmm! un placentero trago de agua nacarada, que no sea dulce ni salada, que su sabor no esté impregnado de maleantes «roba sabores» como un ladino llamado cloro, que no esté demasiado espesa con titanes matálicos que impregnan el agua con su pesadez, y expreso matálicos en vez de metálicos ya que matan el delicioso sabor que pudiera tener el agua.
Parte de la pasión que impregna un chef con verdadera vocación al preparar sus platillos, involucra cuidar cada materia prima, quizá yendo personalmente al puerto…, en contacto con los pescadores acercarse al bote, con ojo amoroso elegir los pescados mas suculentos, y mientras pone sobre alguno de ellos la mirada; su imaginación se va a vislumbrar el platillo terminado, bellamente adornado, casi escucha el sonido crujiente al momento que su comensal corta la piel, y percibe como se llena el aire del aroma que imprimirá el conjunto de condimentos; albahaca….. No, no, mejor le pondré cebolla negra…., ¡mmmm! si quemadita en la sartén.
Agua para cocinar
Que delicia poder disfrutar de los sabores reales y naturales, de las combinaciones maravillosas que surgen en el arte de la química gourmet en cada cocina.
Dado que nuestra fama ha volado con los vientos para emigrar al mundo entero todos sabemos que: México y su cocina, se cuecen aparte. La creatividad mexicana ha dado al mundo: la televisión a color, píldora anticonceptiva, tinta indeleble, pintura antigrafitti, sistema tridilosa para la construcción, máquina para hacer tortillas, mole poblano, pescado a la veracruzana, panuchos, papadzules, los maravillosos tacos, mermeladas de frutas tropicales y del desierto, guacamole, y un sinfín de regalos al paladar.
Desde la cocina gourmet de un reconocido chef, hasta la cocina económica de la señora que por tradición de las recetas de su abuelita y su estilo particular, engalana con su sazón el paladar de tantos mexicanos, y también aquí te incluimos, sí, claro; te gusten las artes de la cocina o no, has tenido seguramente la suficiente delicadeza en tus papilas linguales (que hasta hoy en día sabemos que son las que detectan los diferentes sabores: salado, dulce, amargo, etc.) para detectar cuando te preparas un té de manzanilla y te llega el sabor o el olor del clorazo tan fuerte que hasta supones que todos los bichitos y lombrices que pudieras tener se acaban de aturdir a tal magnitud que ya pueden descansar en paz.
Si ¡que horror! En vez de un rico sabor a manzanilla aparece dominando un sabor a cloro. O ¿qué me dices? si es que te gusta el café, y compras un paquete de 100% orgánico en el cual te garantizan que la planta fue amablemente cuidada, regada con agua de pozo, sin herbicidas, sin plaguicidas, hasta crecer lo suficiente para dar su cereza que al procesarla genera un grano de café aromático, y mientras pagas el paquete, ya estás bosquejando ese aroma saliendo de tu taza favorita ¡mmmmmm!, y cuando te la preparas tienes dos opciones: que te sepa tan delicioso como lo fraguaste, o que otros sabores y aromas se apoderen de tu café; en vez de que tomes un delicioso cafecito con aroma a café se impregna tu nariz de un delicioso aroma a cloro digno de algún espécimen al que pudiera gustarle, porque a la gran mayoría de los humanos nos es bastante desagradable.
Kit para medir niveles de cloro en el agua
Divirtámonos haciendo un juego, consigue ortotolidina (es uno de los métodos más sencillos para medir la cantidad de cloro que tiene una solución en piscinas por ejemplo. Puede venir en presentación de un frasquito con gotero, o bien en un kit con dos tubitos, es fácil de conseguir en ferreterías, con alberqueros, o en algunos supermercados, al agregar ortotolidina llamada también ortotoluidina y aminotolueno el agua se tiñe de amarillo más claro u oscuro según la concentración de cloro.) Llena con agua de la llave (agua potable municipal) dos vasos transparentes de cristal, a continuación ponle a uno de ellos unas gotas de cloro poquitas ¡eh! no te vayas a mandar, será suficiente si le pones 3 gotas ayudemos a la campaña del ahorro familiar, de todos modos cuando utilizas cloro ya sea para lavar los baños o cocinas ¡a que le pones un chorrito cargado de cientos de gotitas! Bueno sigamos divirtiéndonos, pon según el instructivo de la ortotolidina que conseguiste en ambos vasos de agua, ahora compara.
Bien, ya tienes el resultado.
Ya viste como se tiñeron ambos vasos de amarillo, uno de ellos con más intensidad que el otro.
Ahora que te parece si metes tu mano izquierda en el vaso de agua potable sin clorar y tu mano derecha la metes en el vaso de agua donde agregaste las gotas de cloro, déjalas ahí por un minuto. Procede a lávatelas y seca tus manos muy bien.
Vuelve a observar la coloración de ambos vasos de agua.
Date cuenta en ambos casos, de cómo se impregnó el cloro en tu piel.
¡Que tal! ¿Cómo te quedaste? Te das cuenta en manera más integral de: ¿cómo ciertas substancias afectan los sabores y aromas por ser absorbidos por los alimentos?, si tu piel absorbió el cloro tanto del vaso de agua de la llave como del vaso de agua que cloraste, y es absorbido por muchas otras substancias……, quiere decir: que se genera un ataque químico, por eso hasta te arden las manos y se cambian los colores en el agua. Has notado y no te parece simpático como la gente que nada mucho en albercas tratadas con cloro (gran mayoría) se van haciendo más y más güeritos.
Es benévolo que tengamos manera de eliminar todas esas substancias que no son seductoras y que impactan grotescamente a los alimentos en su sabor, aroma, textura, color y consistencia. Para ello contamos en el mercado con una gran cantidad y variedad de filtros y purificadores, ¡fuiu! no mas clorazos que fustiguen que hasta la solitaria del intestino se nos muera.
Pero he aquí algo importante no todos los filtros y purificadores nos eliminan todas las sustancias ni microorganismos inconvenientes para una cocina. Cada país tiene sus normas y muchos de los filtros, purificadores, o aguas embotelladas incluidas las de garrafón no pasan siquiera las normas; Un aspecto importante a tomar en cuenta es que en el comercio se ofrece agua destilada o bidestilada en las cuales no aparecen muchos bichitos pero tampoco contienen los minerales que el cuerpo humano requiere para su correcto funcionamiento, como por ejemplo los huesos, el tejido muscular, etc., no somos planchas de vapor para que el agua destilada sea idónea.
Considero muy importante elegir un aparato que además de ejecutar las funciones de filtración en el agua, ejerza su acción de purificación de manera eficiente y además que permita el paso de los minerales que si son adecuados para la función de nuestro cuerpo, (cosa que no ocurre con algunas tecnologías como osmosis inversa, agua destilada, etc.)
De alguna forma breve ya hemos visto la importancia del agua en los sabores de México, pero es conveniente ampliar el concepto a la salud, un binomio en la cocina es ofrecer platillos nutritivos de agradable sabor y a su vez saludables, adquirir o contar con un filtro-purificador no es un gasto, no recomiendo tomarlo de esa manera, sino más bien como una inversión en tu salud y la de los tuyos, o si eres empresario: de tus empleados, clientes y comensales, con ello se mejora la calidad nutritiva en tu cocina ya que vas a evitar varios ataques químicos, y una gran mejora en el realce de los verdaderos sabores de los alimentos que ofrezcas y te brindes.
No se necesita ser catador para saber si un café, gelatina, o sopa sabe rico y transmita a lo que debe saber….., Aunque pensándolo bien sería un gran regalo para ti que acostumbres a catar el agua; en los países cada región y específicamente cada manantial, pozo, venero, río subterráneo tiene su propio sabor dado a las características de su paso hacia la superficie y de la tierra que lo circunda principalmente, hay agua más blanda es decir sin una carga tan fuerte de minerales, otra más espesa cuando su contenido de minerales es abundante, y en la actualidad en muchos casos el agua que se ofrece a la venta en forma embotellada es tratada con aditivos que son substancias que le dan una coloración, espesura y sabor entre otras características.
Otro elemento que es conveniente tomar en cuenta es la eficiencia de los filtros-purificadores, que es la calidad que ofrecen contra el precio que pagas por ellos, se encuentran filtros muy caros que no son eficientes así como filtros muy baratos que tampoco lo son. Pon tu mirada a largo plazo para que puedas observar cuál te brinda la mayor eficiencia, el mejor desempeño, la mayor durabilidad, la menor cantidad de cambios de cartucho y la vida útil más prolongada para que realmente sea una buena compra y sea una fuente económica para el tratamiento del agua que utilices en tu cocina o negocio.
Porque recuerda que el agua saludable transporta las vitaminas y nutrientes esenciales hidrosolubles, permite que las células mantengan su estructura y les hace llegar oxígeno, protege los órganos del estrés, elimina substancias no necesarias para el organismo y muchas otras funciones mas.
Te recomiendo ser muy prudente si es que vas a elegir un filtro-purificador para que no desperdicies tu dinero y en poco tiempo tengas que gastar en comprar otra marca. En México como en todo el mundo tenemos acceso a muy buenos aparatos que nos ofrecen una seria garantía de satisfacción, de servicio y de piezas de reemplazo. Saca tu lupa y revisa bien las características. En México se encuentran purificadores con filtro integrado que si me atrevería a recomendar en base a lo que al día de hoy conocemos sobre el funcionamiento del cuerpo humano, a lo correspondiente al agua bebible, y a lo que se considera saludable.
Deseo que disfrutes mucho al guisar, aderezar, adobar, condimentar, estofar, dorar y preparar si es que ello te llena de plenitud, o simplemente al paladear los deliciosos sabores que México ha creado para ofrecerte.
Buen provecho y demos punto final a la plática de hoy, recordando siempre que: «el tener un viaje placentero no depende del país que visites sino de tu actitud al visitarlo».
¡Gracias por tu atención y feliz día!
Marimé Fernández Álvarez. marimefernandeza@gmail.com
