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Editorial. ¿Qué hacer por el turismo?

por Sabores de México

Por: Carlos Dragonné @carlosdragonne

Sabiendo que probablemente seremos reiterativos en esto, el turismo de nuestro país está sufriendo una de las peores crisis de su historia. Y existe un sentimiento en todos los que somos parte de la industria de que no parece existir un plan institucional que sirva para reactivar el sector que ayude a contrarrestar lo que sucede en el día con día en México y que ayude a reestructurar el tejido del turismo. Resulta casi incomprensible que, siendo la tercera entrada de capital más importante, la Federación más que buscar maneras sustentables, cuantificables y probadas con éxito en otras partes del mundo, el turismo más bien parece el estorbo número uno de lo que debería ser un Plan Nacional de Desarrollo. Y parece que aún no es todo en cuanto a la afectación del sector. Déjeme explicarle.

Hoy en día, la marca México está, en palabras simples, apestada. Varias entidades federativas están peleando por no utilizar la marca a sabiendas de la inmediata afectación que sufrirían sus planes turísticos. Como casi todo lo que sucede en México, estamos siendo víctimas de la mentalidad de la inmediatez en la que se busca solucionar el día con día y no indagar en causas y consecuencias a mediano y largo plazo. Hacer a un lado la marca México, como primer punto, es una idea inocua y que denota la profunda falta de estrategia que afecta al sector entero. No podemos, de ninguna manera, jugar a la ceguera de lo que sucede en nuestro país en términos de violencia e inseguridad. Y tampoco podemos dejar de entender la estrategia editorial de los medios nacionales e internacionales cuando nos presentan estadísticas en las que se habla de más de 34mil muertos en 4 años y estudios en los que se coloca a 12 ciudades de México entre las ciudades más peligrosas del mundo. Sin embargo, tampoco podemos dejar a un lado el hecho de que, salvo Acapulco, estas ciudades nunca han sido puntos turísticos claves para el desarrollo del sector. Claro que hoy en día es peligroso viajar a Ciudad Juárez y ese es un tema de inseguridad que el Gobierno Federal deberá resolver en conjunto con las autoridades locales, pero los esfuerzos del sector turismo deberían enfocarse en una estrategia para reactivar la industria en los puntos neurálgicos que la han alimentado durante años y que, desde la aparición de la influenza AH1N1, han sufrido estragos día con día.

La Secretaría de Turismo parece subordinada a lo que las mesas editoriales del mundo entero deciden. En un año en el que se celebró el Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución, los proyectos parecieron enfocarse en la espectacularidad del momento y no en una estrategia de mediano y largo plazo. El esfuerzo que hacemos en Sabores de México nos ha llevado a recorrer, los últimos meses, carreteras en Puebla, Guanajuato, Aguascalientes, Estado de México, Michoacán, Morelos, Jalisco, Tlaxcala y Querétaro, entre muchos otros destinos. Hemos estado en Mérida, Playa del Carmen, Riviera Maya y, por supuesto, la ciudad de México. Resulta peligroso para la industria descubrir que no existe un verdadero sentimiento de responsabilidad para promocionar estos destinos que tienen un abanico de opciones para el turismo en todas sus ramas. El reciente nombramiento de la gastronomía mexicana como Patrimonio Intangible de la Humanidad tendría que ser aprovechado al máximo para realizar planes y proyectos que enarbolen dicho reconocimiento como eje de un sistema de recuperación y relaciones públicas no para el turismo interno, sino para el turismo extranjero. Si bien ha quedado clara la intención de Gloria Guevara de trabajar por el turismo, no podemos quedarnos en buenas intenciones en un punto de la historia en el que las ganancias económicas del petróleo se encuentran en vías de extinguirse, como quedó claro en la pasada COP-16 que se llevó a cabo en Cancún; mientras que las remesas siguen disminuyendo en una economía global que lucha por devaluar sus monedas para corregir las tasas de interés global de los países líderes de la economía.

El turismo requiere de una inyección de proyectos y de ideas que generen resultados cuantificables. Es, por supuesto como cualquier negocio, un riesgo, pero es necesario asumir ese riesgo cuando se proyectan las posibilidades de éxito de tal empresa. Y estos riesgos pueden ser calculados y enfocados en proyectos sustentables que permitan sortear las dificultades políticas y sociales que enfrenta el país para realizar un trabajo en conjunto con todas las instituciones. En el pasado Congreso Internacional de Turismo Social en Rimini, Italia, quedó en evidencia el crecimiento de este sector de turistas globales y México no está haciendo nada para aprovechar esas rutas de oportunidad. Es momento de salirnos del preestablecimiento creado de las Rutas de México y comenzar a pensar en el turista y sus necesidades antes que en los proyectos y sus creadores. En Michoacán, Puebla, Oaxaca, Veracruz, Riviera Maya, Guanajuato, Chihuahua, Nayarit, Jalisco y la misma ciudad de México, se pueden crear rutas de turismo social que enarbolen la importancia de las tradiciones ancestrales aún vigentes y que permitan, a través de la actividad lúdica, el reestablecimiento de las economías locales y sustentables.

Por su parte, la gastronomía mexicana no debe ser un elemento más del abanico, sino un eje fundamental de su desarrollo. Tomemos el ejemplo de Perú y su gastronomía, abanderada por Gastón Acurio y que ha permitido, en tan solo unos años, que la economía de Perú se vea positiva y claramente afectada por lo sucedido con sus ingredientes regionales. El mismo Gastón, en la edición 2009 de Madrid Fusión -el evento gastronómico más importante del mundo- presentó una mesa larga con cientos de ingredientes regionales de América Latina, entre los que se encontraba una impactante cantidad de ingredientes mexicanos. Gastón tomó una papa y un jitomate y los levantó frente a toda una audiencia europea para dar una declaración que impactó a todos los asistentes: «Ustedes fueron a nuestro continente y se trajeron sólo esto, la papa y el tomate. Imaginen todo lo que viene si dejaron todo lo demás atrás». La pregunta más importante que deberíamos de hacernos es: ¿Ustedes lo han imaginado? La gastronomía mexicana nos permite explotarla de manera integral para reactivar no sólo la industria turística, sino la economía rural, las exportaciones de materia prima, el intercambio cultural y la difusión de un México que sirva para contrarrestar la imagen que hoy se tiene del país no sólo fuera del mismo, sino dentro de nuestro propio territorio.

Es importante entender que el turismo no es una empresa aislada. Requiere de un esfuerzo interinstitucional que involucre a las Secretarías de Economía, Desarrollo Social, Relaciones Exteriores y Educación, así como al Instituto Nacional de Antropología e Historia, el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes y a los Gobiernos Estatales y Municipales en un esfuerzo conjunto por crear proyectos de explotación, difusión, apoyo e infraestructura turística. Es importante entender que muchos de estos proyectos no requieren de una inversión brutal en recursos económicos, sino de un verdadero compromiso de las instituciones por establecer acuerdos internacionales, alianzas internas y estrategias de atracción de mercado. Y, mejor aún, muchos de estos proyectos no requieren de encontrar un hilo negro imposible, sino de analizar y adaptar las ideas de otros países que han realizado para desarrollar a sus respetivos consejos de promoción turística. México y sus destinos no deben quedarse atorados con la simple idea de que sólo con anuncios de televisión -de gran manufactura, pero inocuos e insuficientes- se podrá impulsar la actividad tanto en México como en el extranjero. México merece más y es momento de que todos los involucrados hagamos lo que nos toca. Porque, de no hacerlo, en algunos años estaremos preguntándonos qué hicimos mal y, sobretodo, qué dejamos de hacer.

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2 comentarios

ST 25 de enero de 2011 - 15:35

Estimados Senores(as)

La formula no es tan complicada, existen paises que empiezan en la industria turistica como son Cuba e Israel, con problemas politicos y demas, y su porcentaje de incremento turistca es considerable

Es custion de personal, gente que desarolle las ideas y proyectos, que implemente las estrategias de mercadeo, no politicos, parientes de jefes de gobierno

Es sencillo, GENTE CAPACITADA y conocedora de la industria, y a trabajar, Mexico sigue aplicando las mismas estrategias de cuando yo era guia de turistas en tiempos de Miguel Aleman, ya hay que usar la imaginacion, el producto, hermoso, esta ahi, a trabajar, limpiar esas Secretarias de gente inepta, y hacer un solo muro de trabajo

Les deseo lo mejor, a sus ordenes

ST

PS,Perdon por mi corto espanol

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