El Museo Nacional de Culturas Populares y ONORA casa han unido fuerzas para traer una nueva y fascinante exposición: “Dolores Porras Taller”. ¿Qué maravillas nos aguardan en esta muestra? La narrativa comienza sumergiéndonos en la rica historia de Atzompa, un pintoresco municipio en Oaxaca, donde el 90% de la población se dedica al arte del barro y la creación de piezas en horno prehispánico. Este conocimiento ancestral se transmite de generación en generación, como nos relató Rosa Laetani Hernandez, una hábil artesana y expositora de este taller.
La exposición nos muestra la riqueza artesanal de Santa María de Atzompa, donde la alfarería es el corazón de la comunidad. La diversidad de barros utilizadas, como el barro verde, el natural cocido, pintado y el rojo con borda, revelan un abanico de técnicas y estilos. El último, en particular, se destaca como el preferido de la artista, quien nos comparte sus experiencias experimentando con la plasticidad de los tres tipos de barro mencionados.
La evolución del taller es palpable desde los primeros intentos con piezas pequeñas hasta atreverse con obras de hasta un metro de altura, utilizando la técnica de pastillaje, nos menciona Rosa Laetani, este proceso de experimentación y perseverancia resalta la dedicación de los artistas para superar los desafíos técnicos y creativos, piezas que pueden tomar hasta meses dependiendo de la complejidad y del tamaño.
¿El arte mexicano es más valorado en el extranjero?
Conversando con Cristina Faesler, experta en arte, menciona: “no veo que sea más o menos valorado, son apreciadas por la imaginación que logran plasmar los artistas” subraya la singularidad de cada obra y la importancia de conocer su historia. Enfatizó que cada pieza es única y que, aunque se intente replicar, nunca será idéntica. Destaca la conexión emocional que estas obras pueden establecer con quienes las poseen, sobretodo en esta oportunidad de conocer a los propios creadores, destacando la necesidad de comprender la narrativa detrás de cada creación.
¿Qué implica crear una pieza así?
Las piezas de barro verde, por ejemplo, con su tono característico fue un distintivo en la historia no sólo de esta familia de artesanos, sino del mismo territorio de Atzompa, es obtenido después de dos quemas, se debe sacar la pieza con pinzas mientras aún esta caliente para quemar la greta, material que le dará ese color verde carácterístico, son de alta complejidad pues tiene una consistencia mielosa es difícil trabajar ya que se pegan o se quiebran si no está bien hecho el barro, hasta controlar la temperatura del horno; algunas de estas piezas tienen incluso 100 años, como las provenientes de colecciones privadas que datan de las décadas de 1920 y 1930.
La exposición nos invita a comprender los procesos y desafíos involucrados en la creación de cerámica, promoviendo la apreciación del patrimonio material e inmaterial. Su llamado es a cuidar, difundir y compartir la riqueza cultural de la cerámica mexicana, desde los platos, vasos y macetas que tenemos en nuestra cotidianidad hasta las que viajan por el mundo.
Y para aquellos que estudian zapoteco, podrán practicar el idioma, ya que en la curaduría las plecas se encuentran en Zapoteco así como en español, contando también con un código QR que nos muestra una ventana abierta para explorar y apreciar la riqueza de la cerámica mexicana. No solo es una oportunidad para aprender sobre el proceso creativo, sino también para sumergirse en la conexión cultural que estas obras encierran. ¿Te animas a visitar esta muestra que celebra la imaginación y dedicación de los artesanos mexicanos?