La Casa de Toño, más que una franquicia

por Luis Mario Vargas

Si eres de la Ciudad de México o del Estado de México, seguramente ya te has detenido a comer en el famoso restaurante de comida mexicana, La Casa de Toño. Sin embargo, este artículo está dirigido a las personas que aún no se han decidido a darle una oportunidad a este restaurante, relativamente nuevo. Incluso, si son de otro estado de la República Mexicana y se encuentran próximos a visitar la capital, y buscan un buen lugar donde degustar deliciosos platillos típicos de la comida mexicana, esta puede ser la opción perfecta para ti. ¿Aún crees que se trata de una franquicia de comida rápida del estilo norteamericano? Déjame platicarte un poco más acerca de ella.

Mucho más que una franquicia sin rostro

La Casa de Toño es un caso (como existen muchos) del “sueño mexicano”, como me gusta llamarle. La historia de un mexicano llamado Toño que para subsistir y traer algo de dinero a su casa, se encargó de vender una serie de platillos mexicanos preparados por su madre, en el zaguán de su humilde casa en la Colonia Clavería, en la Ciudad de México. El negocio se hizo tan popular entre los clientes gracias a la recomendación “boca en boca” que Toño decidió renunciar a la carrera de Derecho que estaba estudiando en ese entonces, y dedicarse de lleno a su restaurante de antojitos mexicanos. Ahora teniendo un pequeño local a un par de cuadras de su casa, era conocido como “Las dos poblanas”, en honor a su madre y abuela quienes preparaban los alimentos que se servían en el negocio. Posteriormente, un cliente sugirió cambiarle el nombre a “La Casa de Toño”.

Esa es la historia de éxito de un pequeño local de antojitos mexicanos que se ha convertido en una de las opciones favoritas de miles de mexicanos, pues incluso uno tiene que esperar turno para entrar a una de sus numerosas sucursales, no importa el día que sea o la hora. Aún así, el ambiente cálido y familiar que seguramente fueron los cimientos de este restaurante sigue presente en todas las sucursales que yo he visitado. Esto se ve incluso en el nombre del lugar, pues, a fin de cuentas, fue sugerido por uno de los clientes. En Casa de Toño la opinión del cliente es de suma importancia.

Si ha visitado uno de estos establecimientos, podrá notar que adopta la identidad del rumbo en el que está ubicado. Por ejemplo, la sucursal de Santa María la Ribera tiene un pintoresco aspecto más tradicional, pues se encuentra en una ex vecindad de esta colonia. Por otra parte, las sucursales de Reforma y Zona Rosa, optan por un estilo más urbano que, si bien posee varios elementos característicos de nuestra cultura mexicana, también adapta conceptos más modernos y actuales en su decoración. Una representación bastante apegada a lo que nuestra cultura se ha tornado actualmente.

El menú

Pues bien, ahora que he expuesto el espíritu y alma de este restaurante familiar, ha llegado el momento que hable de su mayor atractivo: la comida. En Casa de Toño ofrecen una gran variedad de platillos diseñados para satisfacer todos los gustos y preferencias. Si eres de los que prefiere un caldo calientito, definitivamente debes probar el pozole, que, a diferencia de pozoles servidos en grandes cadenas de comida, sí tiene buen sazón y la cantidad por orden es bastante generosa. Como entrada, permíteme recomendarte ordenar unas quesadillas. Ofrecen de queso, flor de calabaza, hongos, pancita, papa, picadillo, pollo, requesón, sesos, tinga, tacos de cochinita y sopes también. Están preparadas de manera tradicional, así que no esperes recibir una pequeña quesadilla paupérrima con poco relleno.

Como plato fuerte puedes elegir entre enfrijoladas, enchiladas verdes, molletes, tacos de cochinita, y flautas. Mi favorito del menú es el sope, especialmente el de chicharrón que me hizo cambiar de opinión sobre este platillo, favorito de muchos, pero que se volvió mi favorito hasta que lo probé aquí.

Y claro, como olvidar el postre. Para cerrar con broche de oro, Casa de Toño ofrece postres como arroz con leche (mi dulce mexicano favorito), flan de la abuela (horneado con cajeta), flan napolitano y mi preferido, el flan de chocolate. O si prefieres, puedes ordenar una pieza de pan de dulce, acompañado de una taza de café de olla calientito, perfecto para días lluviosos o fríos.

La comida mexicana requiere bebidas igualmente deliciosas para acompañar, así que aquí puedes elegir de entre varias opciones las tradicionales aguas de horchata o tamarindo, así como una gran variedad de refrescos. El protagonista de esta parte del menú es el famoso “Tomatoño” (antes llamado “Clamatoño”), bebida preparada a base de cerveza y clamato (mezcla de jugo de tomate, caldo de almejas, limón y varias especias).

Sucursales

La Casa de Toño es ya una franquicia tan popular en zona metropolitana que cuenta con varias sucursales. Las más conocidas son la de Coapa, Nezahualcóyotl, Zona Rosa, World Trade Center, Cuajimalpa, Lindavista, Narvarte, Marina Nacional, Aragón, Tlalpan, y prácticamente en toda la CDMX y algunas zonas del Estado de México.

Como puede ver, La Casa de Toño es una gran opción para probar antojitos mexicanos, con un sabor único que pertenece sin duda a la gran riqueza gastronómica que vive en nuestro país. Además, los precios son muy accesibles, y por la misma cantidad que gasta en cualquier otra cadena conocida de comida, puede comer hasta el doble de cantidad. Sin exagerar, puede comer un banquete a un precio poco común de ver hoy en día en cualquier restaurante. Muy probablemente deba esperar turno para entrar al establecimiento, sin embargo, la cadena cuenta con un sistema de turnos bastante organizado y, acompañado de lo atento y capaz que es su personal, la experiencia es bastante agradable y cálida. Esto es de gran importancia para cualquier restaurante, pues garantiza que uno como cliente quiera regresar a ese lugar donde fue tan bien atendido. Aquí no hay nada de meseros groseros o con malos modos. Como un plus, junto con la cuenta (que como mencioné antes, termina siendo no muy elevada), te llevan una breve encuesta de opinión para que el lugar esté mejorando constantemente, a favor del cliente, claro.

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