Por: Carlos Dragonné
Phoenix no es una ciudad en la que pensamos de manera inmediata cuando se trata de un escape para buena comida, shopping o simple diversión. La cosa es que si le agregamos toda el área metropolitana que incluye a Scottsdale y Tempe, entonces la situación cambia y sí estamos ante lo que puede ser un nuevo aire en nuestro pretexto para spa, compras, comida, buenos bares y unos días de recargar energías y regresar a casa para mejores semanas. Aterrizamos en Phoenix y, junto con Scottsdale y Tempe estamos en la quinta ciudad más grande de los Estados Unidos. Los voy a llevar a comer y disfrutar en varios lugares. Y son sólo algunos de los muchos de los que les voy a estar contando.
Bajando del avión urge una buena comida.
La cosa con estas ciudades es que hay mucho por hacer, así que más vale una escapada correcta a un lugar que los reciba en grande. Y aquí entra Four Peaks Brewery, en Scottsdale y calificada por Travel Channel como la mejor cervecería de Estados Unidos. Y podremos estar de acuerdo o no pero su pared de medallas en el Great American Beer Festival y en la World Beer Cup los avalan.
Entre Pizzas de gran artesanía, Sandwiches que hacen palidecer a varios hambrientos y una Hamburguesa de la casa con maestría, comer entre los tanques de fermentación mientras disfrutan una Hop Knot o una de las cervezas de temporada hace que el día arranque perfecto.
Cocteles antes de la cena.
De regreso en Phoenix que bien puede ser el centro de los primeros días para que se conecten a los lugares a donde quieren ir, en la zona más céntrica está Bitter & Twisted, un bar con una carta de coctelería impresionante, un menú de snacks que presume la diversión que pasa en la cocina y un amor por la variedad de destilados y opciones que nos hace falta un mes aquí para recorrerlo todo. Y sí… sacamos la cuenta, así que si alguien sabe de un departamento en renta barato cerca del Talking Stick Resort Arena, se le agradecerá bastante.
Desayuno de campeones.
Hay lugares que tienen una declaración en el nombre y en la forma en que sirven sus platillos. Hash Kitchen en Gainey Village es, sin duda, uno de esos. Como no sabíamos decidir por uno, pedimos varias cosas y compartimos. Pero, cuidado, los platillos son gigantescos, lo que agradecimos horas después mientras caminamos por la zona de arte urbano de Phoenix. Los dos grandes favoritos: Carnitas Hash y Panettone Italian Toast, este último un masivo pan francés con crema de vainilla y jarabe de amaretto. Superen eso.
Arte urbano en Phoenix y la declaración de una batalla constante.
Ya les platicaré a detalle en otro texto pero hay una invasión clarísima de arte urbano latino en las calles, las paredes y los rincones de Phoenix. Y es que en una ciudad que, en su momento, tuvo a Joe Arpaio como Sheriff, nada más hermoso que ver la resistencia del arte ante los embates de la política del miedo que, la verdad, ha ido perdiendo cada vez más gravemente en estas tierras. Además del arte latino, vale la pena admirar las dos obras de arte gigantes que están en el Phoenix Convention Center y el Civic Space Park. Búsquenlas y les darán ganas de comprar el boleto cuanto antes.
En Scottsdale alimentamos el estómago…
Scottsdale tiene la ventaja de tener a Zach al mando de Arizona Food Tours y nosotros la suerte de hacer una reservación que nos llevará por 5 lugares básicos del centro de Scottsdale, desde las calles históricas con edificios que datan de principios del siglo XX hasta la zona más nueva de la ciudad que, incluso, ya albergó dos Super Tazones. Imperdible lo que están haciendo en Malee’s Thai Restaurant, Nonna Urban Kitchen y en Super Chunk, aunque cada uno de los spots -de los que ya platicaremos- tiene lo suyo.
…y en Tempe apapachamos el alma.
Siguiente parada: el Tempe Center for the Arts que, a la orilla de Tempe Town Lake ha levantado una estructura con cuatro espacios independientes en donde se puede disfrutar la agenda de eventos artísticos que se tiene siempre lista. Desde compañías de teatro local hasta pequeños conciertos, este lugar que además alberga hasta eventos privados es uno de esos espacios que le sacan a uno la frase «La cultura y la educación lo son todo«. La galería celebrando los diez años del centro es fundamental para conocer Tempe a través de sus artistas.
Antes de regresar, necesitamos desaparecer el estrés.
Y, entonces, tomamos camino hacia The Marriott at the Buttes y su Spa Narande, un lugar en el que nos dejamos ir en la necesidad de no movernos y darle al cuerpo su apapacho correcto. Confieso que uno no fue suficiente, así que apliqué dos tratamientos y luego un rato nadando en la alberca que tiene de fondo toda la ciudad o, más bien, las tres ciudades a la vista.
Nos despedimos con comida atrevida.
Y llegamos a las manos de Pavle Milic, colombiano enamorado de Arizona que desde hace muchos años tiene con Charleen Badman una sociedad que los lleva a abrazar al comensal entre vinos, una atención perfecta y una cocina que es capaz de levantar el ánimo y dignificar la visión sobre platillos que creíamos conocer pero que nos golpea con la belleza de lo inesperado. Los básicos: Tuscan Kale Falafel, Salmon curado con Yuzu y el Pollo con Spaetzle de Mostaza.
Los planes de regreso.
Hay muchos lugares que nos recomendaron. Hay otros que merecen segunda y tercera visita y hay tantas cosas que se pueden descubrir con tan sólo agarrar un auto y moverse entre las tres áreas de esta ciudad. Traigan cámara porque en casi cualquier espacio hay un ángulo para una buena foto. Traigan una libreta -recuerden que siempre les pido que viajen con un diario- para que apunten los sabores que sienten y que los conquistan, para ir armando un mapa gustativo. Pero, sobretodo, traigan hambre. Mucha hambre.
