Por Elsie Méndez @sabormexico
Cuando la gente local habla de manera tan entusiasta de un sitio es que vale mucho la pena, y ese es el caso de Alta Bistro en Whistler, su concepto “de la granja a la mesa“, además de su excelente oferta de vinos locales e internacionales y gran coctelería me motivaron lo suficiente para ir en busca de este pequeño restaurante ubicado en la Villa de Whistler a pesar de la fuerte lluvia e intenso frío. Alta Bistro prometía ser uno de esos lugares que uno no puede dejar pasar por alto en una ciudad.
Basado en un concepto donde el ingrediente local es lo principal, sustentable y ecológico, Alta Bistro es propiedad de Eric Griffith, quien fuera gerente y director de vinos de la Trattoria de Umberto y Caminetto, y Edward Dangerfield quien trabajó en el restaurante Après, Rim Rock y La Bocca, y para complementar este equipo de entusiastas del buen comer y beber, esta el chef ejecutivo Nick Cassettari y el mixólogo Scot Curry, todos ellos trabajan día a día para llenar de placer a todo aquel que cruza la puerta de Alta Bistro.
Si bien el tema de sustentabilidad, ecología e ingredientes locales esta muy de moda, especialmente en lugares de la Costa Oeste de Canadá, en Alta Bistro uno puede tener la oportunidad de vivir una experiencia de muy alta y excelsa cocina y disfrutar de grandes vinos sin tener que gastar cientos de dólares canadienses por persona, ya que no lleva la palabra Bistro solo en el nombre, lo ponen en práctica en su totalidad.
Bueno, como les decía, los cocteles son su una de sus especialidades y como en muchas partes del mundo, me dio mucho gusto ver que el Tequila es uno de sus favoritos y gran protagonista de sus bebidas así que por supuesto elegí el Jalisco Sunburn Cocktail para ver cuales son los sabores que Scot quiere transmitir con este coctel y la verdad es que me gusto mucho, de hecho pedí dos. Y es que Scot Curry tiene una técnica para preparar sus cocteles que incluye el hacerlos con los ingredientes más frescos, sin utilizar destilados con sabores artificiales además de sus propias infusiones que Scot crea para combinarlas con bourbon, vodka y un ron especiado que le queda sensacional.
Y mientras nos decidíamos por los platillos para esa noche me enteré que para el vino hay varias opciones que considero son de las mejores y que por ello merecen que muchos los visiten. Por un lado esta la opción de que uno mismo lleve su botella y cobran un descorche de $35 dólares canadienses, eso es algo que a mi me encanta y que no todos los restaurantes ofrecen, pero además si les avisas con tiempo, puedes llevar tu botella con antelación para que ellos la tengan a la temperatura perfecta de servicio y en caso de ser necesario la abran y la decanten para que este en su punto para cuando llegue el momento de que se sienten a disfrutarla, si yo hubiera visto esto antes por supuesto me abría llevado un par a Whistler. Hay que recordar que Eric Griffith es experto en vinos y la selección de vinos de todas partes del mundo en su carta es de las mejores que he visto y como si esto no fuera suficiente, cuentan con una máquina llamada Enomatic que permite tener grandes vinos para servir por copa individual si que el vino pierda sus cualidades. Tan solo por sus vinos y los cocteles ya estaba yo enamorada del lugar.
El concepto Bistro que se origino en Francia para denominar a esos pequeños lugares donde grandes cocineros ofrecen platillos que uno podría encontrar en restaurantes de muchas estrellas y en afamadas listas pero a precios muy accesibles, y así es exactamente en Alta Bistro. El chef Cassettari es un maestro y lo demostró en cada platillo que llego a la mesa.
Ya me habían dicho de este plato pero cuando llego a la mesa todo lo que yo hubiera pensado o imaginado se quedo muy corto, sobre todo porque el restaurante es pequeño, sin pretenciones, uno de verdad no espera que llegue ante nosotros una Tártara de alce y parfait de hígado de pato cubierto con plumas de cacao. Podría poner lineas y lineas explicando a lo que sabe y dando una descripción de crítica gastronómica de renombrado periódico en Nueva York, pero les voy a decir algo, creo que con el puro nombre se pueden dar una idea de la sofisticación y exquisitez que tuve oportunidad de probar. Este plato es algo por lo que vale la pena un viaje a Whistler y punto.
Lo que siguió fueron platos y platos llenos de sabores deliciosos y frescos, donde efectivamente se siente la diferencia en el ingrediente, porque si sabe diferente, platos llenos de color y aromas que hacían que nos arrebatáramos el último trozo, hubo una pelea de cucharas y tenedores en plena mesa, se los digo de verdad.
Betabeles, endivias, zanahorias y frescos brotes en una ensalada tan bonita como sabrosa. En otra tabla de madera venian verduras en vinagre con carnes frías elaboradas por ellos como el Pâté de Campagne una delicia y el pulpo con chorizo una locura, que además nunca había probado antes y me encantó por atrevida, diferente y muy sabrosa.
Los platos fuertes fueron varios y para ellos hicimos una tregua y acordamos no pelear por quien se llevaba más bocados, lo que hicimos fue pedir cada uno el plato fuerte que más llamara nuestra atención y compartiríamos civilizadamente. Yo opte por Apple cider braised pork cheeks (cachetes de puerto braseados con sidra de manzana) acompañados de chicharrón, ya me estaba arrepintiendo de aquello del darle a los demás pero me convenció el hecho de que sus elecciones también eran excelentes como el Roasted Peace Country Lamb Shoulder (Ternera rostizada) y una trucha que esa misma mañana había estado nadando feliz. Todos y cada uno de los platos fueron extraordinarios, y créanme no exagero de verdad todos muy buenos.
El mousse de manzana con helado de manzana y trozos de manzana sobre una salsa de frambuesas fue mi gran final.
Como muchos de los restaurantes que siguen la filosofía de producto fresco y de temporada, muchos de los platillos de los que aquí les platico pueden no estar en la carta ya que dependiendo, no solo de la época del año, incluso del mismo día en el que el chef va al mercado o los granjeros llegan con sus productos el cambio en el menú es natural y frecuente, pero pueden estar seguros de que todo les resultara delicioso ese día.
Definitivamente Alta Bistro cumplió, y muy bien, me encantó el empeño y dedicación de todos los que laboran en el lugar, su concepto de cocteles, el tema de los vinos y el trabajo del chef en la cocina. Si van a Whistler no pueden dejar de visitarlos.