Por: Carlos Dragonné
Hoy es 15 de septiembre. Un día en el que, de manera natural, buscamos el orgullo mexicano y cómo celebrarlo. Pero, ¿qué hacemos mañana y dónde lo buscamos en una semana? Si bien hay una enorme mayoría que lo encontramos en cada rincón, siempre es bueno tener un nuevo motivo para ensanchar el pecho, respirar profundo y saber que las cosas en México se están haciendo bien y se está dejando una huella que, aunque parezca pequeña, es profunda y cambiará cosas para las nuevas generaciones. Dicen que la mejor muestra de orgullo es la humildad y que los logros no se tienen que presumir como caravana. Y si ustedes supieran la enorme cantidad de logros que hay que presumir, se irían para atrás. Así que háganme un favor. Siéntense o pónganse cómodos. No quisiera que se cansen en cuanto lean todo lo que Aeroméxico está haciendo en términos de responsabilidad social.
Primero que nada, hablemos de lo que está pasando en términos de medio ambiente porque, al final del día, es uno de los puntos principales cuando hablamos de aerolíneas. La renovación de la flota al grado de ser una flota con 8 años de edad en promedio -lo que se dice tranquilamente pero la convierte en una de las flotas más jóvenes a nivel mundial- ayuda bastante a controlar la emisión de gases de efecto invernadero. Y eso, cuando transportas a los millones de pasajeros que viajan con la aerolínea cada año, pues se agradece.
Esta serie de esfuerzos que podría parecer poca es, en realidad, enorme. Cuando decimos «medio ambiente», normalmente pensamos en empresas que se van a plantar arbolitos al cerro más cercano a sus oficinas. ¿Saben qué hizo Aeroméxico? Plantó pastizales. ¿Por qué? Porque es mejor. Y, además, una cosa que aprendí gracias a un ambientalista hace unos días es que plantar árboles solo por plantar termina dañando a varias especies que no pueden vivir con árboles en su entorno. Si a eso le sumamos la larga lista de convenios con PROFEPA para reducción de consumo de agua, ahorro de energía eléctrica y la no emisión de toneladas de CO2, pues hay bastante para aplaudir. Y eso que no me he metido a hablarles de Parques Eólicos, Rellenos Sanitarios o Plantas Solares que también andan por ahí en Oaxaca, Guanajuato y Baja California Sur.
Hablemos de otros temas más cercanos, si quieren. Estoy seguro que ustedes leyeron o escucharon sobre el Proyecto Habesha, una iniciativa en la que se buscó apoyar la llegada de estudiantes sirios a México para poder seguir su vida lejos de la guerra y desolación de su país y prepararlos para la reconstrucción del mismo una vez que se alcance la paz y para enfrentar la peor crisis humanitaria en la actualidad. ¿Quién creen que voló a los estudiantes sirios a México? Exacto… Agreguen los convenios para asistir y transportar ayuda humanitaria cada vez que hay alguna crisis -que ya ven que ni sucede- en el país y entonces tienen una buena explicación del por qué llevar el nombre de México en la marca es un tema de responsabilidad y no de marketing.
El tema del voluntariado incluye la construcción de hogares en Mérida; impulso de una cultura de desarrollo y nutrición en comunidades marginadas del Estado de México; fomento de tradiciones y raíces mexicanas en niños de fundaciones para resaltar la importancia de generar y defender una identidad nacional; rehabilitación de comedores comunitarios infantiles; apoyo integral y jornadas de atención a niños con cáncer… Si le sigo lloro y luego el teclado de mi computadora no funciona. Pero ya se pueden dar una idea.
Hay dos programas que descubrimos en cuanto a la responsabilidad de Aeroméxico por cuidar el planeta y a quienes en él viven. Primero, en el tema ambiental, hay ya una adhesión a la Declaración de Buckingham, con lo que la aerolínea se compromete a no transportar especies exóticas en peligro de extinción. Si les parece algo como de sentido común, sólo les dejo el dato de que de las más de 200 aerolíneas que hay en el mundo, sólo el 10% de éstas se han sumado a este programa para proteger a las especies en el mundo. Otro tema que vale mucho la pena mencionar es el asunto contra la trata de personas. Se ha emprendido un esfuerzo de capacitación y prevención gigantesco para evitar este tema que tanto daño causa.
Por último, es importante destacar el tema de la Diversidad en la aerolínea. Han sido claros y siempre una de las marcas más importantes en promover una política de inclusión y diversidad que va más allá del marketing y se pone en la realidad del día con día. Y es que no hay mejor manera de hablar de la claridad de una política como algo fundamental en una compañía que con la respuesta que dieron ante la pregunta directa de mujeres piloto. «Nosotros no creemos en una cuota de género. Nuestras mujeres y hombres ganan lo mismo, porque tienen las capacidades para hacer su trabajo. Nos basamos en las capacidad y no en cuotas de género para tomar decisiones. Tenemos más de 70 mujeres piloto y lo son porque se ganaron el puesto». Así-de-simple.
Hace un par de meses, Aeroméxico lanzó una campaña a partir del tema de diversidad que se llamó Orgullosos de Volar Contigo. Hoy, mientras camino de regreso hacia donde dejé mi auto estacionado, me quedo pensando que los reportes de Responsabilidad Social de la compañía están desde el 2013. Y regresa mi mente a lo que les decía al principio: la mejor forma de estar orgulloso del trabajo realizado es la humildad. Entonces, abro mi correo para ver una confirmación de viaje que me llegó por la mañana, cuando hice la compra para mi siguiente viaje y recuerdo su campaña por la diversidad de hace un par de meses y me descubro diciendo en voz alta lo que siento. No, Aeroméxico, somos nosotros los que debemos estar orgullosos de volar contigo.
Si quieren leer completo el reporte, pásenle por aquí.
