No hay que dejar las cosas para el último. Menos en el regreso a clases. Siempre nos complicamos la existencia olvidando esos detalles pero ahora podemos prevenir. Así que aquí les dejo las 5 compras básicas para que se terminen las vacaciones y los chavos sigan gozando en la escuela de comida casera. Y les invito a que revisen nuestras recetas dando click aquí, porque siempre será un clásico decir: «en mi casa cocinan mejor que en la tuya«.
Cocinando en regreso a clases con modernidad.
Me hice de una de estas bellezas en la famosa oferta que duró un par de días para comprar en línea. Y no puedo estar más feliz. Porque la compré en modo «es portátil» y terminé amenazando con hasta divorcio si alguien la toca y la saca de la casa. Con modos de cocción programados y definidos en un solo botón, tiene un altísimo nivel de ahorro de energía y gasto responsable. Si la piden hoy, les llega antes de que empiecen las clases.
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Necesitamos buenos sartenes de inducción.
Creo que lo que más tiempo me ha durado en la cocina son mis sartenes. Los compré cuando aún era bello, joven y soltero, siendo sólo lo último lo que ha cambiado, porque la juventud se lleva en el alma y la belleza, bueno… nadie se va a decir a si mismo lo contrario. Y son sartenes T-Fal. Así que con nueva parrilla de inducción, tuve que hacerme de nuevos sartenes. Obvio la marca la tenía decidida. Sólo tuve que definir cuál era la mejor opción. ¿Quieren unos iguales?
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Hay que guardar la comida. Sólo recuerden: «Me regresas mis Tuppers».
¿Dónde van a mandar la comida que hicieron? Fácil. Háganse de un buen paquete de contenedores herméticos. O, si lo prefieren, compren hasta dos o tres, por aquello de que la instrucción de «que regresen» nunca se cumple. Parece que seguimos queriendo provocar la ira absoluta de sus dueños y dueñas. La oferta está increíble y mucho mejor que en tiendas de autoservicio o departamentales
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Sin licuado no servía en el regreso a clases. Ahora tampoco.
Algo que se me quedó en la mente desde chiquito fue la necesidad de arrancar el día con un buen licuado. Ahora los intento hacer un poco más sanos y en lugar de polvos de dudosa procedencia ya uso frutas, semillas, cacao en polvo, piloncillo o hasta azúcar con vainas de vainilla. Pero lo que importa es que esté perfectamente mezclado. Por eso no me pude resistir a una licuadora que, además, se viera increíble en la cocina. ¿Quieren una?
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No me hables hasta que tome mi café. Esa es una regla.
Tengo la suerte de que cerca de casa y cerca de la oficina hay excelentes lugares para comprar café de grano. Molido justo como me gusta para prensa francesa, empiezo las mañanas sentado en la oficina o en el estudio en casa con el aroma del café. Y de todas las técnicas para disfrutarlo -incluyendo las más recientes y trendy que me parecen un tanto ridículas algunas-, mi favorita es la prensa francesa. Así que a conseguir una que fuera conmigo. Les dejo dos opciones. Primero la tradicional que PUEDES ADQUIRIR AQUÍ Aunque si tienen un espíritu un poco más geek no pueden dejar de comprar esta ADQUIÉRELA AQUÍ
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