Por: Carlos Dragonné
La gran ventaja de los viajes es que pueden ser un enorme capricho. Y, más que eso, pueden hacerse por capricho mismo. ¿Cuántas veces han dejado de ir a cierto lugar porque no planeamos el tiempo o porque no tenemos el presupuesto pensado? Y, siendo completamente honestos, ¿cuántas de esas veces ha sido porque, de pronto, cuando se les antoja hacer el viaje, descubren que las tarifas de avión están demasiado altas para sus planes? Bueno, pues es ahí donde tienen ustedes que seguir sus instintos y buscar una mejor opción para, además de llegar al lugar donde quieren ir, agregarle un poco de aventura a la idea y descubrir rutas y lugares que, de otra manera, no conocerían nunca. Y es que la mejor manera de descubrir pequeños rincones no es a 30,000 pies de altura, sino en auto, recorriendo las carreteras que nos llevan por esos pequeños pueblitos que no aparecen en las guías tradicionales. ¿Me acompañan a una pequeña aventura que estamos armando? Créanme… no es nada caro y sólo necesitan una buena playlist, una cámara de fotos y toda la disposición a recorrer y recorrer. Y vamos a hacer un viaje que, si bien termina en un punto turístico por excelencia, lo que iremos descubriendo en el camino es lo que hará que valga la pena. Esto es un roadtrip y no es cualquiera… es uno de 10 días por muchos destinos que nos llevarán a 4 estados y a un parque nacional impresionante.
Vamos con calma. No queremos gastar un dineral en aviones. Así que busquen una oferta para volar a Ciudad Juárez, crucen la frontera y agárrense un auto en El Paso, Texas. Ya sé lo que van a decir… seguro te patrocinan… pero no. La realidad es que, de nuevo, armé el presupuesto para rentar un auto para esta aventura -de las pocas cosas que hice con un poco de anticipación- y resultó que Budget Rent-a-Car era la mejor opción en cuanto a autos y costos de todas las que vi. Y ya saben que soy bastante obsesivo en cuanto a viajes se refiere, así que denme un poco de crédito. Después de un buen desayuno en El Paso, que les recomiendo sea en Lucy’s Coffee Shop, un lugar bastante escondido pero, al fin y al cabo, siempre los mejores lugares son pequeñas joyitas así. Ya con pilas cargadas después del vuelo tempranero, es hora de agarrar hacia el norte, ya que nuestra siguiente ciudad grande será Albuquerque en Nuevo Mexico. Sin embargo, les recomiendo que, para asuntos de curiosidades, paren antes en Truth or Consequences… sí, así se llama. Y se llama así debido a un reto que lanzó en 1950 el conductor de un programa de concursos por radio del mismo nombre para transmitir su programa en el décimo aniversario al primer pueblo que cambiara su nombre. Así que, al alcalde del entonces llamado Hot Springs se le hizo fácil y, a partir de ahí, Edwards visitó el pueblo durante 50 años en el primer fin de semana de mayo. Además, a unos 48 kilómetros al este está Spaceport America, el primer puerto espacial construido con fines puramente comerciales. Se los digo porque si algo tiene Nuevo México son unos atardeceres espectaculares, y la estructura arquitectónica de Spaceport America es lo suficientemente disruptiva para que disfruten sacar la cámara y cazar la mejor luz. De ahí, un par de horas rumbo a Albuquerque para disfrutar de uno de esos tesoros de la unión americana que luego se nos olvida o se nos pasa que existen.
Si son fanáticos de Breaking Bad sobra decirles que la serie se desarrolla aquí. Pero hay mucho más que hacer en esta ciudad de poco más de medio millón de habitantes, y si llegan a hacer su viaje en octubre podrán ser testigos de lo que se conoce como el Festival Internacional de Globos de Albuquerque y que se considera el más grande de todo el mundo. Si lo suyo son los parques naturales, aquí podrán disfrutar de un gran zoólogico y un acuario con buena cantidad de especies. Si no, el Museo de Albuquerque tiene una gran cantidad de exhibiciones fijas que los ayudarán a entender la importancia de esta ciudad en la cultura popular norteamericana. Para comer, nada como Antiquity o, si quieren algo más con raíces mexicanas, no pueden perderse el Frontier Restaurant, un lugar por el que no darían un peso viéndolo por fuera pero que su cocina hace que valga la pena entrar y disfrutar, además de su galería de arte local mientras uno cena. Lo mejor: la Flame Burger.
Seguimos rumbo al norte y llegamos, al día siguiente, tras haber dormido en algún lugarcito cómodo en Albuquerque para recargar pilas, paren a desayunar en Santa Fe, la capital del estado de Nuevo Mexico y que, si les soy honesto, no tenía idea de su existencia hasta volverme fanático del musical RENT, en donde tiene canción y todo. Ya con el paso de los años, investigando sobre ella, descubrí que, entre los detalles históricos, fue Sede de las Sesiones del Comité del Patrimonio de la Humanidad en 1992 y es, de hecho, una Ciudad Creativa de la UNESCO, por lo que la vibra artística del lugar es increíble. Entre museos, la Opera, galerías, talleres de artistas y cafés, es un lugar que los va a tentar a quedarse varios días y que, para quienes tengan la misma afición que yo por el musical de Jonathan Larson, entenderán perfectamente el por qué la seleccionó como el destino utópico de sus personajes que buscan escapar de la opresiva ciudad de New York. Y, quién sabe… en una de esas se pueden llegar a topar a alguno de sus ciudadanos ilustres, por lo que les recomiendo que carguen con alguna copia de Game of Thrones en su maleta, pues George R. R. Martin es originario de aquí. En términos de qué visitar, Santa Fe merece un día completo, así que recorran sus calles disfrutando la que fuera una ciudad de la colonia española con edificaciones del siglo XVII que les hará entender por qué es ciudad hermana de Parras y de San Miguel de Allende.
Después de andar deambulando en Santa Fe y dormir ahí, porque tienen que hacerlo, es hora de agarrar camino unas 5 horas rumbo al norte. Pasarán por Pueblo, Colorado, llamada Home of Heroes, debido a la cantidad de recipientes de la Medalla de Honor del Congreso que nacieron aquí. Como dato curioso, es el lugar donde Bat Masterson nació y fue sheriff del lugar -si no saben quién es Masterson, necesitan una buena dosis de westerns históricos- y también lugar de origen del infame Frank DeSimone, líder de la familia criminal de Los Angeles. Ahora… si han ido alguna vez a San Antonio a caminar por el Riverwalk, es bueno que sepan que de aquí sacaron la inspiración para construir aquel icónico lugar del destino texano. El Arkansas River Project bien vale la pena una caminata y un cafecito o una cerveza de Shamrock Brewing Company, porque recuerden que ya entramos en territorio cervecero, pues Colorado es el segundo estado con mayor cantidad de cervecerías artesanales, sólo después de California.
Después de una comida, agárrense dos horitas de carretera y llegarán a Denver, una de mis ciudades favoritas y donde tendré que parar este artículo, porque si les empiezo a contar lo que hay que hacer y disfrutar en Denver, haremos un artículo distinto. Así que, hagamos un trato… mientras yo les publico un texto aparte sobre Denver y les preparo la segunda parte de este roadtrip, ustedes vayan metiéndose a investigar las fechas en las que quieren agarrar el coche y darse este pequeño viaje que les cambiará un poco la dinámica tradicional de nuestro turismo por la Unión Americana. Pero tengan un poco de paciencia, porque, sólo como advertencia, apenas vamos a la mitad del camino.
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