Viajar con niños pequeños es todo un desafío, y más hablando en temas de comida. Suelen ser un poco quisquillosos y probablemente se sientan intimidados por platillos desconocidos. Si tus planes son ir a probar los platillos trendy de la ciudad que visitas, seguro te frenará el hecho de llevar a tus peques, lo primero que te pasa por la mente son gritos desesperados de tu hijo en pleno restaurante, o la falta de una cajita feliz durante la cena. Tranquilos, hay una sana opción para introducir a tus hijos al mundo gourmet, y no morir en el intento, así todos disfrutaran del viaje y de las maravillas culinarias del lugar. Con el tiempo seguro tus hijos se convertirán en unos pequeños sibaritas al igual que tu.
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Crea una presentación previa de los platillos para tus niños
Las presentaciones adecuadas significan una diferencia ente una larga amistad y una pasajera. Lo mismo pasa con la comida. Antes de viajar, introduce lentamente a tus hijos a los platillos que encontrarán durante el viaje, ve enseñándoles los nombres y explícales como es el sabor. De esta forma, cuando llegues a tu destino, nada será intimidante ni diferente, así podrán ser capaces de comer e identificar algo que ya es conocido para ellos, perdiéndoles el miedo a lo desconocido.
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Haz temprano tu reservación cuando viajes con niños
Si realmente estas preocupado por llevar a tu pequeño a un restaurante nice, (lo sé, se portan muy mal y da pena), te recomiendo que si viste el restaurante publicado en Condé Nast Traveler como el must del momento, mejor vayas temprano, seguro habrá menos personas, y no sentirás la presión de las miradas de todos los presentes. Si llegas cuando está muy lleno eso se convertirá en una experiencia de película de terror, se estresará hasta el mesero, y no será una experiencia agradable.
Mejor ve temprano y disfruta de tus alimentos sin preocuparte por que tu hijo se le ocurrió cantar una canción infantil a todo volumen.
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Se creativo cuando comas en restaurantes con niños
Si tus hijos comen solo pequeñas muestras, no te preocupes, no es necesario pedir el platillo completo, de seguro no se lo van a terminar. Te prometo que nadie te verá raro. La mayoría de los restaurantes te pueden proporcionar algún menú para niños o por lo menos una media porción de algún platillo, así que no tengas miedo de preguntarle a tu mesero, aunque no hables el idioma, de igual manera no tengas pena de preguntar sobre la carta. Si el platillo llega y no es lo que esperabas, se flexible y sólo pide un poco cátsup seguro se lo comerá tu peque.
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¡Vivan las guarniciones!
Siempre te van a proporcionar alguna guarnición (bueno… restaurantes tomen nota). Son la opción perfecta, vienen en presentaciónes pequeñas, no cuestan y son simples; y si llegarán a tener costo es mínimo. Seguro se lo va a comer tu hijo. Pregunta que te pueden ofrecer, casi siempre tienen vegetales, papas, ensaladas, pasta, fruta o arroz; todo traducido a comida de niños. Si hay alguna guarnición que no se encuentre seguro te la podrán proporcionar por una pequeña cantidad extra, mucho menos a un platillo que ni se comerá tu hijo.
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Tiempos compartidos para vacaciones con niños
Ya sea en Tokio o en la Toscana, los tiempos compartidos pueden ser una gran opción al momento de viajar, las habitaciones casi siempre cuentan con algún tipo de cocineta y te permiten cocinar e involucrar a los niños durante el proceso de cocina; desde la receta hasta la limpieza. Crea un día de aventuras culinarias, y deja que escojan el platillo local de su preferencia, podrán ir juntos al mercado a elegir los ingredientes. Este método será perfecto para crear un gran lazo, y el costo será menor durante la cena, ellos lo disfrutaran más que una visita a un restaurante lujoso y aprenderán mucho de la experiencia.
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Programas infantiles de los resorts.
Solicita el programa infantil del hotel, muchos resorts particularmente los que se encuentran en destinos familiares ofrecen programas o actividades culinarias para niños, como clases para hornear y cocinar, y seguramente hasta un regalo les darán, como un pequeño delantal personalizado. No existe otra forma mejor para que los niños se emocionen a la hora de la comida que cuando están cocinando como un chef o sosteniendo algún utensilio de cocina del hotel. Se sentirán parte del staff de trabajadores y no habrá problema para que coman.
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Precios especiales para niños menores de cinco años.
Muchas cadenas de hoteles como Fairmont, Starwood y Marriott, cuentan con programas de descuento para niños menores de cinco años. Por ejemplo en el Fairmont, los niños menores de cinco años comen gratis en todos sus hoteles. En Starwood, Hilton o el Marriot, seguramente podrás encontrar un sin número de paquetes familiares que permitirán que tu hijo menor de 12 años consuma alimentos con grandes descuentos, de esta forma los padres podrán llevar a sus hijos a los restaurantes del hotel y no tener que preocuparse por los alimentos y podrán disfrutar libremente de la fantástica gastronomía que ofrecen los hoteles, sin tener que estar buscando menú infantil.
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Fiesta de té para niños
Haz que tus hijos se emocionen al ir alguna cena elegante, o que comiencen acostumbrarse alguna atmósfera gourmet llevándolos a una tarde de té. La mayoría de los hoteles podrán ofrecer alguna variedad de tés por la tarde, acompañados de algunos bocadillos como sándwiches, biscuits y postres; llévalos y siéntate con ellos a tomar y a disfrutar de una maravillosa tarde de té de la forma más fancy que pueda haber. Verás que poco a poco será una suave introducción para el futuro pequeño foodie.
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Recetario de vacaciones para niños
Los guerreros escriben diarios, los amantes de la cocina escriben recetarios y los pequeños realizan scrapbooks. ¿Por qué no combinar las tres cosas?, y hacer que tus pequeños foodies en entrenamiento puedan crear un híbrido versión vacaciones. Incítalos a que recolecte durante su viaje etiquetas de bebidas,
servilletas de hoteles, imágenes de sus platillos favoritos o que recorten alguna artículo que encuentren interesante durante su viaje, para que ellos puedan ir guardando todo los detalles indispensables y así llegando a casa puedan elaborar su scrapbook culinario.
También una buena idea sería que durante el viaje ellos vayan escribiendo un diario con sus platillos favoritos y vayan escribiendo la receta anexando alguna foto tomada por ellos mismos, para crear deliciosas memorias. Y cuando sean unos amantes expertos de la comida puedan recordar esas inolvidables vacaciones familiares.
- Plan B
Siempre ten un plan B antes de salir. Si sabes que durante el día harán un tour un poco largo, pasa primero a alguna tienda o a algún supermercado y compra alimentos para tus pequeños. Elije desde paquetes individuales de galletas, barritas de cereal hasta sobres de frutas que vienen en empaques diseñados especialmente para que no se echen a perder. No olvides jugos, leches o la bebida preferida de tus hijos. Procura calcular las raciones que vayan a consumir durante el día.
Así que ya sabes, si lo que deseas es viajar cómodamente sin tener que preocuparte por los alimentos de tus hijos y perderte la fantástica gastronomía del destino que visitas, trata de seguir estos tips, te serán de gran utilidad, y no sólo sobrevivirás al viaje también, te convertirás en todo un viajero experto acompañado de tus peques.
1 comentario
¡Qué buenas recomendaciones! Muchas gracias
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