Por: Carlos Dragonné
Habían sido un par de semanas caóticas y lo que me urgía era un descanso. Hace unos días, les compartí un texto sobre esos destinos a tiro de piedra que tenemos y que deberíamos de aprovechar más para disfrutar el país, así que me parecía una buena oportunidad para probar la teoría. La única cosa es que mi auto estaba metido en el mecánico y a mi me urgía irme a algún lado. Entonces, puse manos a la obra, abrí la computadora y les cuento a dónde me fui.
Una de las grandes ventajas de la infraestructura carretera es que puedes aplicar un viajecito en autobús a muchos lugares sin tener que preocuparte más que de llegar, librarte del estrés y regresar a casa recargado. Y entonces recordé que tenía mucho tiempo de no andar en tierras veracruzanas, así que me puse a navegar, a buscar opciones, a revisar hoteles y a planear en pocos minutos unos días alejado de la ciudad de México. En unos minutos me había comprado nuestros boletos de autobús y estaba listo para desaparecer del radar y reencontrarme con varios recuerdos.
Veracruz tiene un asunto emocional que me recuerda mucho a mi infancia. Cuando era niño íbamos a Xalapa con considerable regularidad por el simple gusto de visitar a amigos de la familia. Ahora con más de 15 años desde la última vez que anduve por aquí, me sorprendí caminando por el Parque Juárez rumbo a La Parroquia, ese clásico del puerto que también tiene presencia en Xalapa para arrancar el día como se tiene que hacer: con un buen café con leche y un pan dulce.
Tras una breve visita a la Catedral Metropolitana de Xalapa, donde definitivamente querrán tomar un par de fotografías para el álbum que van a imprimir algún día, el centro de Xalapa es de esos espacios que encierra demasiadas cosas por hacer en un sólo día, por lo que lo primero que les recomendaría es buscarse un hotelito (te damos recomendaciones al final de esta nota) en la zona para que se pongan tenis cómodos, agarren la cámara y se avienten a conocer.
En este espacio llamado Ágora de Xalapa tenemos la opción de recorrer y descubrir las exhibiciones de la Pinacoteca Diego Rivera o el Museo Casa de Xalapa, por ejemplo o disfrutar de la vista de la ciudad desde la terraza de la cafetería en uno de los mejores lugares para ver caer la tarde y pintar no sólo el cielo, sino los tejados de una ciudad que se niega a ceder su historia al paso del tiempo.
Y es eso lo que hace a Xalapa tan interesante. Entre los callejones se esconden museos que recorren y respiran la historia de cinco siglos y que van desde el Museo San Rafael Guízar y Valencia o la Casa de la Caricatura, hasta el Ex-Palacio Episcopal y el Mercado Jáuregui, lugar que, a pesar del look moderno consecuencia de una reconstrucción después de un incendio, encierra la esencia de lo que son los mercados tradicionales de antaño.
Y así, entre el caminar de calles y recuerdos de infancia se me fue terminando el fin de semana. Amanecí temprano para ir al Santuario de Bosque de Niebla y recordarlo como el lugar al que tanto veníamos en aquellos años y entonces tomé camino de regreso a la ciudad de Xalapa, con la mira puesta en una pequeña fondita cerca del hotel donde me hospedé. No puedo recordar si es el lugar al que veníamos cuando era niño. Pero me gusta pensar que siempre habrá una oportunidad nueva para recordarlo.
Te decimos donde hospedarse en Xalapa.
Hemos hecho una selección de cuatro hoteles que van desde la categoría más alta a la mas económica, en los cuales te garantizamos que tendrás un muy buen trato, limpieza, estándares de calidad en todos sus servicios y la garantía de que la pasarán muy bien.
Posada La Mariquinta Categoría Especial
Mi favorito de todos y le diré porque. Primero que nada esta ubicado en un edificio histórico del S. XVIII lo que de entrada lo hace una joya. Cuando uno llega ahí se le figura que ha entrado a la casa de su abuela que vive en provincia, la posada es encantadora, tiene ese aire provinciano que nos hace sentir mejor que en casa. Para los que andan con la onda de rentar habitaciones o departamentos en otros sistemas, les recomiendo que mejor se queden aquí, porque la posada tiene suites con una pequeña sala, y dos departamentos con cocineta donde se pueden hacer de comer, aunque no veo para que si a los alrededores hay miles de lugares donde van a comer mejor que en su propia casa (créanme, las cocineras de Xalapa cocinan como los propios ángeles). No lo duden si quieren algo muy local, este es el lugar. Reserven aquí.
Posada del Cafeto Cuatro Estrellas
Si la otra era la casa de mi abuela, esta es la de mi tía. Una posada encantadora y muy acogedora, con bellos jardines, terrazas y un personal adorable. También cuenta con suites con comedor y sala y una pequeña cocineta. En pleno centro, así que no tendrán que usar el coche mas que lo indispensable, y si llegan en autobús mejor, así no se preocupan del coche. Reserven aquí
Mesón del Alferez Xalapa Cuatro Estrellas
Otra joya de Xalapa. Ubicado en una Mansión restaurada, esté Mesón es hermoso, hay que estar ahí para creerlo y ver como podemos sentirnos parte del pasado en lugares como este. La decoración, la ambientación y todo lo que rodea al Mesón es muy bello. Su personal es atento y siempre muy pendientes de uno. No se pierdan de al menos una noche en este lugar. Reserven aquí
Y bueno, para los que insisten en hoteles de cadena les dejo estos dos.
Gamma de Fiesta Americana Xalapa Nubara Cinco Estrellas
Confortable, moderno, con un muy buen gusto en el diseño y la decoración de todas las áreas del hotel. El servicio es en extremo amable y te sentirás mejor que en casa. La firma Fiesta Americana en su nombre lo dice todo (al menos en este caso). No te arrepentirás de haberlo elegido. Reserva aquí.
Holiday Inn Express Xalapa Cuatro estrellas
De la categoría de hoteles de negocios/placer, el Holiday Inn Express Xalapa es el consentido de todos. El valor precio-calidad es excelente, diría que hasta arriba del promedio. Muy bien ubicado, los estándares de calidad se llevan a cabo en todas sus áreas y el servicio del personal es muy amable. Es un hotel muy solicitado así que reserven ya aquí
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