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Vino para mortales: Las copas para el vino

por Sabores de México

Por Fabiola de la Fuente

Una de las herramientas principales en cuanto al disfrute del vino, son las copas, ya que si bien uno puede beber vino prácticamente en cualquier recipiente, (hasta en uno de esos vasos rojos fiesteros), la realidad es que la experiencia de beber vino, si puede mejorar según la copa en la que se sirva.

Mi tía abuela Victoria tenía unas copas pequeñas de cristal cortado entintado en color verde, que formaban parte de la decoración de la vitrina del comedor.  Sin duda eran muy lucidoras, pero definitivamente no eran muy funcionales a la hora de tomar vino, ya que ni siquiera se podía ver claramente el color de éste.

Por ello lo primero que tendremos que tomar en cuenta es eso: el color. Aunque las copas de colores pueden verse muy bonitas, la realidad es que lo mejor para el vino es un vidrio o cristal transparente, ello para poder apreciar de primera instancia los matices del vino que beberemos.

Copas para vino

Copas para vino

En cuanto al tamaño, no se deje engañar… Sí importa. Las copas pequeñas no permiten una correcta oxigenación del vino, y ni que decir a la hora de hacer los movimientos circulares para extraer los aromas, lo más probable, si la copa no es del tamaño adecuado, es que acabemos oliendo el vino en el mantel.  Ese tipo de copas está bien para oportos o jerez, que tienen aromas fuertes y que se sirven en menores cantidades que los vinos de mesa.

Para los vinos tintos, lo mejor son copas de mínimo 12 onzas, aunque las mejores tienen capacidades de 16 o hasta 24 en el caso de las copas de cata profesional.  En los blancos, 10 a 12 onzas es lo mínimo indispensable.

El grosor del vidrio o cristal de la copa también será importante, pero por cuestiones de practicidad, no es indispensable tomar vino en copas de cristal delgadísimo (aunque sin duda permite que el vino se exprese mejor). En casa podemos optar por copas de cristal más resistente o de vidrio (no demasiado grueso), ya que esto también ayudará a que nuestro bolsillo no se vea mermado con la ruptura de las mismas.

La forma de la copa dependerá del vino que vayamos a servir. Los espumosos desplegarán toda su belleza y mantendrán sus burbujas por más tiempo en una copa flauta, alta, alargada y estrecha.

Disfrute del vino

Disfrute del vino

En cuanto a blancos y a tintos, existen diversos tipos de copas, que se adecuan desde el tipo de uva con la que está hecho el vino, o de acuerdo a la región de donde proviene. Si no somos catadores puristas del vino, no tiene mucho sentido hacerse de todo un ejercito de copas.  La más adecuada, tanto para vinos blancos como para tintos, es la copa Burdeos, ovalada y de boca ligeramente estrecha. Ahora que si queremos un poco más de profesionalismo, puede hacerse también de copas Borgoña, que son más redondeadas y amplias, ideales para vinos como el pinot noir, o como su nombre lo indica, para vinos de Borgoña.

Lo importante, es que cual sea el recipiente en que decida servir el vino, su principal objetivo sea el disfrute y la moderación.

*Vino para mortales es un curso-taller para aprender sobre vino de forma práctica y divertida en 6 sesiones. Si está interesado en conocer más al respecto escríbame a fabdelafuente@hotmail.com

 Twitter: @LaFadelaFu  Facebook: Fabiola de la Fuente

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