Por Elsie Méndez @sabormexico
Nunca he entendido porque mucha gente menosprecia los vinos rosados, su elaboración es de las más complicadas y la gran ventaja de un vino rosado es que armonizan con muchísimos platillos, desde entradas, ensaladas y platos fuertes que no necesariamente lleven pescados o mariscos, también con carnes blancas como el pollo o el cerdo, dependiendo del estilo del vino y del platillo. Pero además, los vinos rosados son perfectos para climas como los de México, para la playa, para una tarde de primavera o verano en la ciudad, para la noche, para comenzar, para terminar, en verdad son una maravilla, yo por eso siempre digo que lo MIO, es el vino rosado.
Y se que su bajo consumo no es solo en México, sucede en otras partes del mundo, claro, con sus excepciones como es Francia, pero incluso en mis recientes viajes a España, ellos comentan que los vinos rosados no son los que más se consumen al igual que los vinos blancos.
Vino MIO Rosado, Montañas de Uco
En este andar en busca de nuevos vinos rosados me encontré uno que llamo mucho mi atención y que al probarlo encontré que puede maridarse con muchos de nuestros platillos típicos de la cocina mexicana, que incluyen desde sopes, quesadillas, una sopa de flor de calabaza o también con una sopa azteca y por supuesto con muchas de nuestras recetas con pescados, mariscos, pollo y cerdo, como les comentaba antes.
MIO rosado cosecha 2013, se elabora con uva 100% Malbec lo que da esas notas a cerezas, fresco, con una acidez excelente, es un vino elegante, como son los rosados, y de un tono salmón. Debe servirse a una temperatura de entre 7 y 9 grados para permitir que sus aromas y sabores se expresen ya que de otra forma uno inhibe el vino.
Hay que recordar que para que los vinos rosados y blancos vayan tomando la temperatura adecuada no deben meterse al congelador o al refrigerador, ya lo han dicho los expertos una y otra vez que la mejor forma es ponerlos en una hielera con hielos y agua, eso permite que el vino se vaya enfriando poco a poco. Además, al ponerlos en el refrigerador o el congelador pueden absorber los aromas de las cosas que ahí guardamos y podemos alterar los aromas y sabores de los vinos. Al vino hay que darle su tiempo, el mismo que debemos darnos para disfrutarlo, cual es la prisa, mejor ponerlo a enfriar unas horas antes y tenerlo listo para cuando llegue el momento de gozarlo.
Una de las cosas que más disfruto por las tardes de primavera o verano, especialmente en fin de semana, es sentarme cómodamente en la sala de mi casa, abrir mi libro en turno y mientras de fondo se oye la música de Astor Piazzolla, sus notas se van entrelazando con las de vino MIO y al pasar de las horas me deleito con los placeres de una buena copa de vino, excelente música y un buen libro.
