Por: Carlos Dragonné
Hemos hablado varias veces de que siempre es bueno bajarnos del tren de la alta cocina y los restaurantes de manteles largos para aterrizar de vez en vez en esos lugares que nos pueden traer recuerdos y que nos sacian un antojo de los que nos persiguen hasta en sueños si no los cumplimos. Y en uno de esos días de antojo persecutor –porque así me gusta llamarles– terminé entrando casi automáticamente al Burger King más cercano de casa que, afortunadamente, es MUY cercano, tanto que ni el coche tengo que usar para llegar.
Chicken Fries , Burger King Mexico
En mi mente había claridad sobre lo que estaba buscando: una Whopper Doble con Queso. Nunca he dudado cuando llego a este lugar y siempre he pedido lo mismo. Sólo que ahora había algo nuevo, lo que no pasaba desde hace un rato y que siempre me hace levantar la mirada para darle una oportunidad de, al menos, enterarme lo que se está presentando. Ahora hay algo llamado Chicken Fries y tengo que confesar que me convertí en fanático inmediato. Una hamburguesa siempre se debe acompañar de unas buenas papas. Pero, ¿qué pasa si cambiamos el concepto de papas y lo que hacemos es escoger unas tiras de pollo empanizadas y sazonadas con especias y hierbas? ¿Qué pasa si cambiamos la clásica Catsup y la sustituimos por una Salas BBQ? Lo que tenemos es una combinación que podría decirse infalible: no sólo podemos disfrutar de una hamburguesa como la que tanto gusta –independientemente de si son, como un servidor, asiduos de la Whooper o de alguna de las otras variedades–, sino que ahora hay algo interesante que cambia el asunto de “acompañar” la hamburguesa por darle un lugar protagónico a algo que se puede convertir, infaliblemente, en uno de esos antojos que se guardan el momento para atormentarnos hasta que llegue el punto en que lo único que podemos hacer es saciarlo.
Chicken Fries , Burger King Mexico
La idea es tan buena que uno no puede sino preguntarse por qué tardó tanto en llegar a los restaurantes de Burger King México, pero no me dio tiempo de preguntarlo. Lo que sí pude hacer fue regresar un poco más tarde por una tanda única de Chicken Fries y darle una buena hincada al diente con otra de sus salsas, aunque la opción de la BBQ sigue siendo la más recomendable para mi. ¿El problema ahora? Saber que las tengo tan cerca y que, cada día con más frecuencia, me entra el antojo de algo rico que, sin complicaciones, cocineros de renombre mundial o menús de degustación, me pone una sonrisa en la boca no con el recuerdo culinario sino con la construcción de nuevos sabores en mi memoria.
No te quedes sin probarlas. Avisen qué tanto las disfrutaron.
